José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

lunes, 25 de noviembre de 2019

LEYENDAS DE PANTEON. Por Alfredo Hernández Fuentes




Infiltrados 

Alfredo Hernández Fuentes 



Leyendas de Panteón 



De antaño se dijo, se sigue afirmando y con sobrada razón seguiremos repitiendo que, nuestro México es un país lleno de mitos, leyendas y mentirijillas piadosas; de allí parte y sobra que nuestro hermoso pueblo porteño, ávido de localizar motivadores lúdicos, de esos que producen etéreos placeres, insospechados, impredecibles o lo que mejor acompañe a la rutinaria existencia, no podrían someterlo a ser una excepción y nutra su imaginario acontecer de cualquier versión que luzca exótica, sorprendente, inoportuna y hasta guapachosa. 

Por muy desapegadas que pudieran estar de la verdad, se dan por válidas las más absurdas, grotescas y/o macabras que puedan ser las leyendas urbanas ¿Para qué investigar la verdad, si lo interesante es tener algo para llenar mentes vacías y las memorias planas? al fin que el nivel promedio de escolaridad de la mayoría de los crédulos consignatarios pudiera ser de primaria trunca. Como leerán más adelante, los “reporñeros” de los medios locales, al validar tales creencias están confirmando su insensatez para luego “subir” sus videos al famoso Youtube. 

¿Pero cuántos en realidad se habrán preguntado qué es una leyenda urbana? 

Pudiera considerarse que estamos frente a una leyenda urbana cuando una versión plena de ficción se relaciona con temores genéricos, creencias religiosas o más propiamente dicho a través de un ritual pagano haciendo a un lado a Dios, como es el sentir del agnóstico para creer que una planta, un animal o algo alternativo le otorgara un milagro tipo efecto placebo. . 

Aquí tenemos un recopilatorio de leyendas del Panteón de San Francisco que se han esparcido perversamente para atraer a quienes han perdido la fe o para engañar a incautos en este lindo Acapulquito: 

“RAULITO EL NIÑO MILAGROSO” 

Cierto es que este cuento de milagrería es algo excéntrico y fácilmente se convirtió en una esperanza para las personas que pueden creer en la santería. Cuando ya habían cobrado cierta importancia las supuestas curaciones, se le pidió al Pbro. Juan Carlos Flores Rivas –en ese momento Canciller del Arzobispado de Acapulco--, que le oficiara una misa en su tumba al niño Raulito, pero no obtuvieron el favor ya que la respuesta fue: “…milagros solamente los hace Dios, no los mortales”. 

Dicho bebé vivió y murió en la casa # 34 de la Calzada de los Niños Héroes, sus padres fueron el señor David González, entonces comerciante de 38 años de edad, originario de San Juan de los Lagos, Jalisco, vecino de Aguascalientes, y de la señora María Arrieta, de 33 años de edad, originaria de Huamuxtitlán. 

Compareció a levantar el acta de defunción, su famoso abuelo materno, el chilpancingueño Lic. Fernando Arrieta, de 73 años de edad, ante la fe del señor Martiniano Díaz, juez del estado civil y presidente municipal en funciones. Al radicar en Aguascalientes, los padres del niño tuvieron aquí una estadía pasajera y regresaron a esa ciudad tras el fallecimiento de los hijos. Lo anterior se constata debido a que tras el deceso de Elivier, hermanito de Raúl González no se presentó nadie a levantar el acta correspondiente en el Registro Civil. 



LA TUMBA DE LOS TRES MARIACHES (SIC) 

Fue en el año 2010, cuando el Arq. Ricardo Cobos Bautista, comisionado por la Dirección de Panteones y Velatorios para levantar el censo de las tumbas de este panteón, advirtió que desde el lugar en donde habitualmente se sentaba a descansar bajo la sombra de un especie de toldo hecho de lonas, podía observarse directamente que en una de las paredes laterales de la primera tumba grande de la fila central del panteón, que contiene 8 gavetas del siglo XIX, contaba con una añosa formación de hongos producto de la humedad que parecía la pintura de tres personas montadas a caballo a la que denominó como “Los jinetes del apocalipsis”. 

Tras el deceso del restaurador profesional y Arquitecto, su interpretación personal la transformaron en una burda mentira de “Los tres mariaches” (Sic), indicando que tres músicos hermanos habían fallecido en un accidente carretero: A veces dicen que iban y en otras que venían de la Costa Grande. También hacen otras variaciones de la versión, al señalar que la camioneta en que viajaban cayó en un bache (¿bache en la carretera?) y en otras indican que chocó. 

Resulta pueril que pueda creerse, cuando dicen que llegó al panteón la abuelita de los “Mariaches” a visitar la tumba, pero no señalan cuál o cuáles tumbas visitó, tampoco el año en que fallecieron, y si nos apegáramos al primer dato de que están sepultados en esa misma tumba entonces serían del siglo XIX los muertos y la abuelita fantasma tendría ahora algo más de 170 años de edad. ¡Qué horror! 

LA TRAGEDIA DEL 10 DE MAYO DE 1960 

Afirman que en esa fecha fallecieron 26 “mamases” que iban a ser festejadas en Coyuca de Benítez pero que no alcanzaron a llegar pues tuvieron un trágico accidente en la carretera. Prosigue la narración con la circunstancia de que sus familiares pidieron que las enterraran a todas juntas, mismas que quedaron a unos metros de la entrada del panteón. Totalmente contrario a lo racional y alejado de nuestras costumbres. No existe ninguna noticia de la época, no hay un solo familiar que las recuerde, ni siquiera existen sus nombres. 

Lo real es que, este monumento es una mocheta de unos tres metros de largo por 18 cms de ancho que fue construido por instrucción de Don Jorge Joseph Piedra, Presidente Municipal de Acapulco en ese año, para honrar por primera ocasión a todas las madres que descansan en ese panteón. La invención posterior es una tontería que solo la puede creer alguien muy ignorante, porque allí no caben 26 féretros. 

No existe ningún diario local de ese año que narre una espantosa tragedia que podría permanecer hasta ahora en el recuerdo de la generalidad, como puede ser la muerte de 26 mujeres que se dirigían a celebrar el Día de las Madres a una población distinta a la suya y sin estar acompañadas de sus esposos e hijos. Nada más tonto, ilógico y deplorable. 

En el recuerdo de su hija, la Lic. Luz de Guadalupe Joseph Zetina, existe con claridad esa fecha, el 10 de mayo de 1960, cuando siendo niña su papá convocó a los familiares de quienes tuvieran a sus madres allí sepultadas para celebrar una ceremonia luctuosa y de enorme respeto. Nos cuenta Luz de Guadalupe que el ambiente era armonioso, festivo y que aun siendo niña, sigilosamente se separó por unos instantes de sus padres para buscar la tumba de su abuelita, porque ella creía que allí estaba sepultada. 

PROFANACIONES DE TUMBAS 

Esto si es verdad y altamente doloroso advertir que se sigan profanando tumbas sin que la autoridad municipal ponga remedio a este triste y penoso problema. Los deudos deseamos que lo más pronto posible se finiquite la inseguridad del panteón. 


Una tumba recientemente profanada. 

La ignorancia y la buena fe de nuestro pueblo lo convierten en presa fácil de mentiras o de leyendas de panteón que carecen de verdad y fundamento que mucho daño hacen al panteón y ponen al descubierto la incapacidad de algunas personas para comprender hechos que pueden ser ciertos y comunes, pero al final resulta que son farsas. Cabe precisar que los panteones están llenos de energías negativas y a la par encierran grandes pesares. Es cuanto. 

Comentarios al correo: poracapulco@hotmail.com

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