IN MEMORIAM: EL REVERENDO PADRE ROBERT PAUL STRAUB, REDENTORISTA, FUNDADOR DE LOS
CONSAGRADOS DEL SANTISIMO SALVADOR.
Pbro. Lic. Juan
Carlos Flores Rivas
Ha fallecido hoy, Lunes 21 de Octubre de 2013, a las 11.20 de la
mañana en el Hospital Amerimed de Cancún, el Reverendo Padre Pablo Straub,
redentorista, consecuencia de una embolia pulmonar. Había llegado a Cancún para
realizar actividades misioneras. A la edad de 81 años, 60 de religioso
redentorista y 55 de sacerdote.
El Padre Pablo Straub, C.SS.R.,
fundador y Superior del Monasterio Monte San Alfonso en Pie de la Cuesta,
Guerrero, nació en Jamaica, Isla Larga, Nueva York, en Mayo de 1932, el segundo
de cinco hijos de José Straub y Catalina Walsh, los cuales hijos de inmigrantes
alemanes e irlandeses, lo llevaron a bautizar a la Iglesia Santa Mónica a los
quince días de nacido. La abuela alemana, oyendo los gritos de su nieto, se
permitió respirar una profecía: “Este
niño viajará muy lejos y muchos oirán su voz.”
Educado por religiosas
humildes en la Escuela Parroquial San Ramón, hizo su Primera Comunión a los
siete años y, a los catorce años de edad, entró al seminario preparatorio de
las Misioneros Redentoristas, donde durante seis años cursó humanidades,
idiomas y música.
El 2 agosto de 1953, en la
Fiesta de San Alfonso María de Ligorio, se consagró totalmente a Dios con votos
de pobreza, castidad y obediencia, en la Orden de los Redentoristas. De ahí
pasó a Mount St. Alphonsus en el Valle del Río Hudson, para cursar, durante
seis años, la filosofía aristotélico-tomista y la teología de su amado San
Alfonso.
Fue ordenado sacerdote de Dios,
en la Fiesta de su Patrona la Virgen del Perpetuo Socorro, 22 de Junio
de 1958 en Mount Saint Alphonsus, Esopus, USA.
En el año 1960 sus superiores
lo destinaron a América Latina. Ha laborado de misionero -alegre pregonero
itinerante del Evangelio- durante 18 años en Puerto Rico, cinco años en el Perú
y Colombia y medio año entre los callejones y casuchas de los más pobres en el
Tundó, Manila, pregonando en el idioma filipino que: “la Familia que reza unida permanece unida”.
Los caminos del Evangelio
llevaron al Padre Pablo también a la República Mexicana. En el año 1974 pasó
cuatro intensos meses en las calles de Mexicaltzingo, D.F., predicando la
Cruzada de Oración en Familia. Peregrinaba continuamente a la cima del Tepeyac;
y, cada vez que sus labores apostólicas se lo permitían, iba los sábados por la
tarde a Silao, Guanajuato, y de ahí caminaba de noche, los veinte kilómetros
hasta el Cristo Rey en la cima del Cubilete.
Poco antes de las Navidades de
1974 el Padre Pablo, agotado y agobiado de muy fuertes labores apostólicas,
vino otra vez de Puerto Rico a México; vino de peregrino. Fue en camión a
Teotihuacán, llegando de noche para pedir alojamiento a una desconocida familia
mexicana; al otro día ofreció la Santa Misa por la familia. Luego, orando en el
corazón, se subió a la Pirámide del Sol. Hincó las rodillas de su cuerpo y de
su alma y siguió hablándole así a Dios Padre: “Los aztecas, raza noble, no te conocían porque todavía no llegaban los
Padres Franciscanos. Te ofrezco un Padre Nuestro por los aztecas y sus
descendientes, para que los salves y los lleves al cielo.” Luego bajó de la
Pirámide del Sol y, gozando de la presencia de Dios, caminó por la Avenida de
los Muertos hasta subir a la cima de la Pirámide de la Luna. Se hincó y suspiró
a la Reina del Cielo: “María, ...Virgen
María, los aztecas no te conocían porque no habían llegado todavía los Padres
Franciscanos. En su inocencia, en su ignorancia, te llamaban Luna. Te ofrezco
la Salve por los descendientes de los aztecas, para que hasta el fin de los
tiempos te honren.” De ahí caminó noche y día los 44 kilómetros al Tepeyac,
para ofrecer en la Basílica la Santa Misa en honor a la Guadalupana, la Madre
de todos los mexicanos.
De manera que, cuando en el
año 1984 el Padre Pablo cayó en conciencia -por la palabra de sus superiores-
que Dios deseaba la fundación de una nueva Orden Religiosa de personas
contemplativas y misioneras, sabía en su alma: México es el lugar.
El 10 de Diciembre de 1989,
funda los Institutos de los Consagrados y de las Consagradas del Santísimo
Salvador de la Diócesis
de Autlán, Jalisco, y es nombrado Superior General por Monseñor José Maclovio
Vázquez Silos, Obispo de Autlán.
El 24 de Marzo de 1998,
tiene lugar el Traslado Canónico de los Institutos de los Consagrados y de las
Consagradas del Santísimo Salvador de la Diócesis de Autlán, Jalisco a la Arquidiócesis de
Acapulco, con la anuencia de Monseñor Lázaro Pérez Jiménez, Obispo de Autlán,
Jalisco, y la aceotación de Monseñor Rafael Bello Ruiz, Arzobispo de Acapulco,
quien siempre tuvo en altísima estima al Padre Straub.
Desde entonces el Padre Pablo,
extendió su acción benéfica, junto con sus religiosas y religiosos hacia todos
los confines de la Arquidiócesis de Acapulco y del mundo, construyendo al mismo
tiempo un soberbio monasterio con vista a uno de los lugares más emblemáticos
de Acapulco: Pie de la Cuesta. Muchas generaciones de chicos y chicas han
pasado por esas casas de formación, y quiera Dios que continúe esa acción
benéfica para bien de las almas.
El 1 de agosto del año 2003,
se festejaron en el Instituto de las Consagradas del Santísimo Salvador el día
de San Alfonso María de Ligorio, así como las Bodas de Oro del Padre Pablo por
los cincuenta años como sacerdote misionero, y veinticinco años al servicio del
sacerdocio del Padre Robert Paul Coleman.
El Padre Pablo, en los últimos
meses había permanecido en recuperación de sus varias enfermedades en el
Monasterio, pero en los últimos días emprendió su último viaje misionero que lo
transportó finalmente a la Casa del Padre.
Del Padre Pablo escribe Juan José Belmonte Torres, reconocido periodista en Acapulco: "No
puedo decir descanse en paz, porque no es alguien a quien recuerde
descansando. Ojalá Dios le permita seguir haciendo su incansable labor
entre los santos".
Descansa en paz, Padre Pablo.
SE ESPERA HOY O MAÑANA EL TRASLADO DE SUS RESTOS
MORTALES A ACAPULCO, EN CUANTO EL MAL TIEMPO LO PERMITA, PARA SER VELADO Y POSTERIORMENTE SEPULTADO EN MONTE SAN
ALFONSO.
2 comentarios:
mis condolencias para los hermanos y hermanas del monte san Alfonso,siempre lo recordare por su gran corazón.
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