José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

martes, 2 de febrero de 2010

XVII. ENTREVISTA CON MONSEÑOR FELIPE AGUIRRE FRANCO, ARZOBISPO DE ACAPULCO.

ENTREVISTA A MONSEÑOR FELIPE AGUIRRE FRANCO, ARZOBISPO DE ACAPULCO, REALIZADA POR LA HERMANA ADRIANA MAZA COUTIÑO, DE LAS DISCIPULAS DE JESUS BUEN PASTOR.

CAPITULO XVII: INICIANDO LA OBRA DE DIOS.

Cómo se consigue la casa de la Moctezuma? Pues fue una conversación que la M. Silvia y el P. Salvador tuvieron con la Sra. Elisa, esposa de Don Jesús Orantes Aramoni que facilitó la casa; a mí me parecía mucha casa, en una colonia muy elegante pero en fin era solamente por mientras, era en forma interina mientras se conseguía algo más adecuado y definitivo para el naciente proyecto de vida Religiosa, pero ahí estaba la casa de la Colonia Moctezuma.
Qué ‘aires surcan mis cielos’ al estar esperando la llegada del Primer grupo? Pues quiero comparar ese sentimiento de expectativa, con el ambiente que siento cuando ya se presenta el primer grupo que me fueron a visitar allá a la casa, o que las veía que hacían algunas reuniones y cuando esperábamos que llegara el primer grupo, sentí así como cuando los Papás esperan un hijo; yo me acuerdo también que en mi casa cuando mis Papás estaba esperando a alguno de mis hermanitos, a todos nos daba alegría y había una expectativa de quién será y cómo será? O también lo comparo con la alegría y el alboroto que se siente cuando se espera la Navidad en casa o en la Comunidad; yo me acuerdo con cuánto entusiasmo esperábamos en el Seminario o en nuestras casas la Navidad.
Qué retos implicó esto para mí? Pues buscar espacios de desarrollo para la Congregación, en todos sentidos: en su formación humana, para que fueran como dijo alguien de ellas mismas “mujeres muy mujeres”, su formación cristiana profunda como futuras consagradas; una espiritualidad verdaderamente propia de Discípulas de Jesús Buen Pastor; una formación también muy completa en lo académico, por lo menos en lo que es posible, después de la preparatoria; una formación en los estudios, para que ellas mismas sean formadoras de sus compañeras; no todo lo podrán hacer siempre la M. Silvia y el P. Salvador, sino que ellas mismas puedan ser las formadoras de sus compañeras en los diferentes grupos a través del tiempo. Desde luego que tuvieran todos una visión pastoral, era un reto importantísimo, que fueran incrustándose en la acción pastoral de la Iglesia, de las parroquias y de la Diócesis.
Cómo se consigue amueblar la casa? La Providencia que no falta siempre para encontrar lo necesario arreglaron muy bonita la casa, las amistades del P. Salvador, de la M. Silvia, apoyaron mucho. La Sra. Carmelita Cancino, Don Luis Enrique Cancino, las Sras. de la Colonia Moctezuma, las amigas de la M. Silvia y pues lo que podíamos también hacer para que tuvieran algo que pudiera servirles para la compra de sus muebles.
Qué comentarios se dan entre el Presbiterio por este acontecimiento? Pues como un acontecimiento diocesano, así se tiene, realmente es un evento importante para la Diócesis como así lo apreciaron muchos Sacerdotes; pero claro no faltan prietitos en el arroz, por ejemplo de alguien que le decía a alguna aspirante “cualquier parte menos ahí, etc.”, pero se ha ido superando esa visión y ven de verás que es un regalo que enriquece mucho a la Diócesis, muy esperanzador.
Cómo reciben las Religiosas presentes en la Diócesis esta noticia? Pues también hay quienes creen que llevamos el agua a nuestro molino porque el P. Salvador en ese tiempo era el encargado de la Pastoral Vocacional; entonces no faltó quién le dijera que estaba él llevándose a las Religiosas que andaban queriendo ir a otras Congregaciones que se las llevaba para su propia Congregación; también algunas Religiosas me decían: “no, pues usted solamente allá con las discípulas”, o “será que las discípulas lo van a hacer?” etc., etc., así son las cosas humanas.

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