José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

martes, 20 de febrero de 2024

LA DEVOCION CUARESMAL A JESUS NAZARENO EN LA COSTA DEL MAR DEL SUR O DE ACAPULCO

 


LA DEVOCION CUARESMAL A JESUS NAZARENO EN LA COSTA DEL MAR DEL SUR O DE ACAPULCO

Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas

 

         En nuestros días, una constante en la devoción popular de nuestra costa guerrerense, surge en torno a procesiones cuaresmales con imágenes de Jesús Nazareno, que están siendo retomadas en muchas parroquias de la Arquidiócesis de Acapulco.

         ¿Desde cuándo este pueblo guerrerense ha expresado esta devoción particular a las imágenes de Jesús Nazareno? ¿cuándo surge?

         Documentalmente, no se ha tenido oportunidad de dar una respuesta documentada a estas preguntas. Falta la difícil y tediosa investigación de archivos. Pero es un hecho innegable que nuestra costa está fuertemente imbuida de la devoción en torno a dos imágenes que imbrican la devoción a cristos en su pasión dolorosa, de costa a costa: Padre Jesús de Petatlán y el Santo Señor del Perdón de Igualapa.

         En nuestro auxilio viene ahora un interesante artículo presentado por Raffaele MORO ROMERO, del Centre d' Etudes Mexicaines et Centroamericaines, bajo el título: ¿UNA PRÁCTICA POCO VISIBLE? LA DEMANDA DE LIMOSNAS “INDÍGENA" EN LA NUEVA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII (ARZOBISPADO DE MÉXICO.

         En la que sale a relucir el tema de imágenes itinerantes de Jesús Nazareno, que podrían servir de importantes puntos para una posterior investigación sobre los orígenes de las devociones en torno a las imágenes costeñas antes señaladas. La popularidad actual de estas imágenes contrasta fuertemente con el olvido de que padecen en la historiografía.

         El artículo aborda el tema, desde la descripción y comentario de un cierto número de giras de colecta durante la época novohispana; la presentación de los actores humanos de las demandas; una reflexión sobre la movilidad de las imágenes sagradas; la influencia que tuvo la demanda itinerante en las relaciones intercomunitarias, donde aparece nuestra región costeña.

Las limosnas han sido también utilizadas para financiar la construcción de capillas y también de iglesias. Gracias a las giras de los demandantes (organizadores), las imágenes no han sido sólo veneradas en las iglesias o durante las procesiones citadinas, sino también durante los viajes que efectuaban. La demanda ha sido el medio que les ha permitido circular (bajo la forma de "peregrinas") a través las ciudades, los pueblos y las campañas de la Nueva España.

 

Los fieles que, de esta forma tomaban el camino, iban acompañados por mozos, y a veces por mujeres, los demandantes efectuaban giras que podían durar varios meses. Para inducir a la gente a dar la limosna, transportaban la imagen de la "peregrina" o "demandita" (una pequeña reproducción de la imagen "original" por la cual se recolectaba) al interior de un altar portátil. Además, disponían de objetos piadosos (pequeñas estampas, milagritos, rosarios) que "daban" a los donantes. En el transcurso de las giras, pedían la autorización para colectar a los curas de las diferentes localidades a donde iban. En esta ocasión, aquellos escribían en la vuelta de la licencia la fecha de llegada y el nombre del pueblo, circunstancia que permite reconstruir los itinerarios seguidos por los demandantes.

Esta práctica devocional, recibirá un duro embate bajo el cambio en la casa reinante española, al entrar los Borbones imbuidos por influencias protestantes; se trata del cambio de actitud de la Corona española en cuanto a las formas tradicionales de religiosidad, el contexto en el cual se origina la intervención de Revillagigedo, el virrey ilustrado por antonomasia, que empezó alrededor de 1770. Por encima de esta embestida, los demandantes y las "imágenes peregrinas" no desaparecieron del paisaje mexicano, a pesar incluso, de la pobreza generalizada de la población rural.

Uno de los rasgos principales de estas giras de los demandantes es la amplitud de su movilidad.  Aquí el autor menciona algunos casos de los demandantes de San Antonio venerado en San Francisco Quautitlisca (Tecamac) y de los demandantes de la Virgen de Guadalupe de la parroquia de Santa Ana (ciudad de México). En 1780, los primeros llegan hasta Pánuco, a más o menos 270 kilómetros de distancia (en línea recta). Por su parte, en mayo de 1794, los segundos llegan hasta Zumpango del Río, a lo largo del camino de Acapulco, a más de 200 kilómetros al sur de la ciudad de México.

Cabe decir aquí que, en esos siglos no era fácil para las comunidades, hacerse de imágenes religiosas, que eran más bien escasas y costosas, esto explica en parte el éxito de este tipo de imágenes que peregrinaban ampliamente.

 

EL CASO DE LA COSTA DEL MAR DEL SUR O DE ACAPULCO.

 

(El Mapa es presentado por Raffaele MORO ROMERO, del Centre d' Etudes Mexicaines et Centroamericaines, en el artículo: ¿UNA PRÁCTICA POCO VISIBLE? LA DEMANDA DE LIMOSNAS “INDÍGENA" EN LA NUEVA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII (ARZOBISPADO DE MÉXICO.)

En 1799, los responsables de la cofradía de Jesús Nazareno de Petatlán, pueblo de la Costa Grande de Guerrero, pidieron la autorización de colectar limosna “en todos los lugares de la costa de Zacatula hasta Xicayan" (AGN, CRS, v. 27, exp. 9). Zacatula se encuentra al este de Lázaro Cárdenas y Xicayan está localizada en la Costa Chica, cerca de la frontera con el actual estado de Oaxaca. Zacatula pertenecía a la diócesis de Michoacán y Xicayan a la de Oaxaca. Los demandantes de Petatlán no se limitaban entonces a desplazarse al interior de la diócesis de México, si no que viajaban también a lo largo de la costa por centenares de kilómetros. El factor geográfico —la costa como espacio de desplazamiento— se revela más fuerte que los límites jurisdiccionales.

A pesar de los pocos datos que se poseen sobre como los demandantes (organizadores) ejercían su actividad, es muy probable que, debido a su estatus no eclesiástico, éstos se hayan limitado a recitar oraciones (responsos) en honor de las "imágenes peregrinas" que transportaban y a narrar las historias de los milagros que las imágenes originales habían cumplido (esto vale sobre todo para los demandantes de grandes santuarios). En el caso de los individuos que han trabajado por mucho tiempo como demandantes, es muy probable que la práctica les haya incitado a elaborar combinaciones de palabras y de gestos capaces de estimular la devoción hacia las imágenes que "acompañaban". Sin faltar, claro está, abusos deshonestos en todo caso, asociados a la colecta. “Ellos fingen milagros, aparentan indulgencias, suponen reliquias, reciben limosnas de misas y finalmente usan de otras supercherías y artificios para alucinar a la gente incauta” (AGN, CRS, v. 116, exp. 13, f. 190, 192r-v, marzo de 1793).

El culto de las imágenes sagradas tiene una importancia fundamental para el catolicismo de todos los tiempos, a la vez por su valor pedagógico y por su carga emocional. Así, las imágenes sagradas permiten a los fieles vivir de manera intensa, casi física, la relación con lo sobrenatural. Lejos de la supuesta idolatría, cuando va acompañada de una intensa y profunda evangelización.

Sobre todo, la capacidad de las imágenes de proteger a las comunidades de los peligros que amenazaban a los individuos y las colectividades. Las imágenes sagradas eran de alguna manera el eje alrededor del cual giraba la mayoría de los rituales: ceremonias litúrgicas, fiestas y actividades de las cofradías. Su presencia se volvía particularmente fuerte en los momentos críticos tales como sequías, epidemias, terremotos o inundaciones.

Ante esto, el insigne y bien recordado párroco de Petatlán se preguntaba: ¿Porqué nuestro Estado de Guerrero hace girar su devoción en torno a tres imágenes de la pasión? Se refería en uno de sus apuntes personales al Divino Redentor de Alzozauca, al Santo Señor del Perdón de Igualapa, y al Padre Jesús de Petatlán. Sin duda por el interminable viacrucis que ha vivido nuestra patria guerrerense, en la cual, el pueblo fiel, en su pasión, se siente identificado con el sufrimiento y muerte de nuestro Señor Jesucristo. Pero también sostenía la tesis de la superposición de cultos, con la finalidad de borrar de los pueblos, el culto sangriento de los ídolos.


Las imágenes sagradas siendo consideradas como dotadas de vida eran por lo tanto capaces de llorar, sangrar, moverse y también de "renovarse". Las imágenes que cambiaban de lugar señalaban de esta manera que no estaban satisfechas del culto que se le rendía o del lugar donde se encontraban. Más en general la movilidad de las imágenes estaba presente en muchos rituales: procesiones, peregrinaciones durante las cuales los habitantes de una comunidad transportaban las imágenes en visitas periódicas de las comunidades vecinas al fin de rendirles homenajes durante sus fiestas. Se podría casi decir que los fieles tenían la necesidad de ver las imágenes sagradas. Muy a pesar de la cólera en la que montaban algunos curas ante esta religiosidad muy ingenua.

Daniele Dehouve en su historia de las comunidades indígenas de Guerrero (Entre el caimán y el jaguar. Los pueblos indios de Guerrero, México, CIESAS, 1994, 210 p., p. 162), hace mención de una leyenda de aparición de un santo en un pueblo, difundida hasta hoy en Guerrero, es la de la imagen que, al pasar en un lugar se pone pesada [...] Esa leyenda es típica del camino Real y se encuentra en muchos de los pueblos indios o mestizos que se encuentran cerca de él.

La difusión de esta leyenda en los pueblos cercanos al camino de Acapulco se debe muy probablemente al hecho que estas localidades eran visitadas regularmente por los demandantes (mendicantes y laicos) que se encaminaban a Acapulco en ocasión de la feria que se celebraba luego de la llegada de la Nao de China, transportando en muchos casos una imagen "peregrina". Además de esto, es muy probable que los curas y los frailes instalados en estos pueblos hayan conscientemente difundido la historia de la imagen viajera que se vuelve pesada. Por estas razones los habitantes de los pueblos cercanos al camino de Acapulco han sido “propensos” a adoptar este relato para explicar los orígenes de sus “santos”. Daniele Dehouve ha analizado más en detalle el caso de San Nicolás Tolentino de Zitlala.

Además de la leyenda de la estatua que se vuelve pesada, los habitantes de los pueblos cercanos al camino de Acapulco pudieron también asociar las "peregrinas" al mito prehispánico de la migración originaria de una población bajo la dirección de su dios protector. Numerosos códices pintados en diferentes regiones de México poco después de la Conquista muestran a un grupo de migrantes encabezados por cuatro teomama (portador de dios) que llevan en sus hombros el tlaquimilolli (paquete ceremonial) divino. Después de haber viajado durante varios años y haberse parado en diferentes lugares, un día, a través de una señal prodigiosa, la divinidad había hecho saber a su pueblo que había(n) llegado donde podía(n) instalarse. Las semejanzas entre los teomama y los demandantes, y entre el tlaquimilolli y la imagen “peregrina” han probablemente incitado a los habitantes de algunas comunidades a “mezclar” los mitos sobre sus migraciones originarias con los relatos de los viajes de los santos católicos. Por todo esto, para la memoria colectiva de las comunidades, esta práctica venía de un tiempo que se confundía prácticamente con sus orígenes prehispánicos. Por esto se habla de traspolación de cultos.

Para el final de sus apuntes, Raffaele MORO ROMERO, ilustra tres ejemplos que sugieren, sin embargo, que la represión de la demanda itinerante por el gobierno ilustrado borbónico,

no parece haber sido suficiente para cortar los lazos tejidos por los viajes de los demandantes. El primer ejemplo es el de los demandantes de Jesús Nazareno de Petatlán, en la hoy Costa Grande de Guerrero, que, en el siglo XVIII, viajaban regularmente hasta Xicayan, a más de trescientos kilómetros de distancia. El segundo es el de los viajes realizados a lo largo de la costa por los demandantes de San Nicolás Tolentino de Zitlala. Ahora bien, como ya se ha dicho, todavía al principio de los años 1940 los habitantes de Petatlán iban en "peregrinación" a Igualapa, cerca de Xicayan y aún en la segunda mitad del siglo XX los habitantes de dos pueblos costeños iban en peregrinación hasta Zitlala. Como vemos, en el caso de Petatlán los viajes de los demandantes se habían transformado en una peregrinación comunitaria, y en el caso de Zitlala los viajes de los demandantes hicieron nacer una tradición "externa" de peregrinación. La transformación de la demanda en peregrinación se debe muy probablemente al hecho que la duración anual del cargo de demandante hacía que cada año diferentes personas viajaban al lado de la "peregrina" de Jesús Nazareno venerada en Petatlán. Esta experiencia compartida favoreció la transformación de los viajes de los demandantes de Petatlán en peregrinación comunitaria, una vez que la ofensiva ilustrada había logrado fragilizar la práctica de la demanda. En el caso de la demanda de Zitlala, la peregrinación de los costeños, que es anterior a la represión de la demanda, testimonia de la fuerza de los lazos que esta práctica pudo crear entre los pueblos "receptores" y las comunidades que enviaban las "peregrinas".

Las imágenes del Cristo no son solo capaces de mover a las comunidades, sino también conmover el corazón y las conciencias (conversión), recordemos el caso de la gran maestra de oración Santa Teresa de Jesús, quien fue precisamente en una cuaresma cuando experimenta vivamente la conversión, “ante una imagen de Cristo muy llagada”, que le hace exclamar: “Sólo pido que le miren”.




miércoles, 17 de enero de 2024

7 AL14 DE ENERO DE 1611. VISITA PASTORAL DEL OBISPO DE TLAXCALA FRAY ALONSO DE LA MOTA Y ESCOBAR A TLACOACHISTLAHUACA, SAN LUIS, ACATLAN, CUACUYULICHAN, XUCHITONALA Y AYUTLA.

 


7 AL14 DE ENERO DE 1611. VISITA PASTORAL DEL OBISPO DE TLAXCALA FRAY ALONSO DE LA MOTA Y ESCOBAR A TLACOACHISTLAHUACA, SAN LUIS, ACATLAN, CUACUYULICHAN, XUCHITONALA Y AYUTLA.

Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas


FRAY ALONSO DE LA MORA Y ESCOBAR, OBISPO DE TLAXCALA, Y SU VISITA PASTORAL A LA MIXTECA BAJA (PARTE DE LA CUAL HOY, EN EL ESTADO DE GUERRERO) EN EL SIGLO XVII

         Fray Alonso de la Mora y Escobar, religioso dominico. Nació en México hacia 1526 y falleció en 1625.

Estudió en el Convento de Santo Domingo, de la ciudad de México, de donde pasó al bachillerato en la Real y Pontificia Universidad de México. Posteriormente estudia teología en Salamanca.

Sus escritos revelan una amplia formación y criterio, expresado en sus concepciones humanistas. Con leguaje sencillo y natural, con un profundo conocimiento y manejo de los elementos físicos y sociales del mundo novohispano del siglo XVII, particularmente de las comunidades rurales.

Realizó numerosas visitas en recorridos por todos los pueblos de los obispados de Guadalajara y Tlaxcala, en donde fungió como obispo entre 1597 y 1625. De hecho, Don Alonso de la Mota representa la visión y el humanismo del criollo americano, ilustrado y capaz de manejar las costumbres de los dos mundos en que se desenvolvió.

Entre 1597 y 1606 estuvo a cargo del obispado de Guadalajara, lo que le permitió recorrer una extensa región del norte de México, comprendida en los reinos de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León. Sus extensos recorridos nos proporcionan ahora información directa y materiales redactados en su “Descripción Geográfica de los Reynos de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León”.

Don Alonso de la Mota dominaba el náhuatl, enfatizando que los religiosos debían dominar las lenguas indígenas.

Antes de ser obispo, ejerció su ministerio como cura de Chapa, deán de Michoacán, Puebla y México.

Como obispo recorrió el centro, oriente y norte de la Nueva España, recorriendo desde la costa Atlántica hasta el Pacifico. Permitiendo contar con materiales de una vasta región de México.

Ya como Obispo de Tlaxcala, entre 1608 y 1624, lleva a cabo doce recorridos foráneos y uno urbano. Materiales que nos proporcionan una fuente básica de información sobre la vida de las comunidades indígenas en los primeros años del siglo XVII.

Transcribimos la parte que, para la Historia de la Iglesia en la actual Arquidiócesis de Acapulco, que hoy forma parte de la región Costa Chica, y que en el siglo XVII formaba parte de la “región Costa y pertenencia del sur y lo que es Mixteca Baja” de la diócesis de Tlaxcala-Puebla. Impresas por la Secretaría de Educación Pública, en 1987, por Alba González Jácome, con el título: Memoriales del Obispo de Tlaxcala. Un recorrido por el centro de México a principios del Siglo XVII, pp. 110-112.

 

1610. Tercera salida, a visitar la costa y pertenencia del sur y lo que es Mixteca Baja.

 

El recorrido inicia el 8 de noviembre de 1610 en Cuauhtinchán (hoy Cuautinchán, Puebla), y terminará el 24 de febrero de 1611. Recorriendo un total de 60 comunidades de los actuales estados de Puebla, Veracruz, Oaxaca, y Guerrero. Durante este recorrido, el mismo obispo, estando de visita en Tonalá, Oaxaca, anota que ese día 16 de enero de 1611, cumplió 64 años, “acongojado durante la noche por el calor, y teniendo un gran ardor de orina, cosa que jamás había tenido hasta hoy”. Malestar que el 16 de diciembre de 1623, durante su visita a Acatepec, Puebla, apuntará como gota.

Durante todo este tercer recorrido, fue acompañado por don Felipe de Arellano, beneficiado de Tepejujuma, Puebla, como lo anota el mismo obispo el 19 de febrero.

 

El 7 de enero de 1611, ingresa al área que es objeto de nuestro interés, a través de

 

TLAZCALIXTLAHUACA (actualmente Tlacoachistlahuaca, en el actual Estado de Guerrero).

 

Venía el obispo de haber visitado el 5 de enero Totomixtlahuaca (actual Otomixtlahuaca, Guerrero). Indica que para llegar a Tlacoachistlahuaca recorrió 7 leguas de mal camino desde Totomixtlahuaca. Pasó a comer a Pascala del Oro, No realizó ninguna confirmación. Indica que no reside ningún ministro en este pueblo (no es parroquia), es de la doctrina de Totomixtlahuaca.

En este lugar encontró al Prior agustino de Tlapa de apellido Sarria, que venía del puerto de Acapulco, que traía cinco mulas cargadas y otros tantos indios, “con lo cual se estaba asegurando un priorato en el futuro capítulo”.

 

SAN LUIS (Antigua villa de San Luis de los Yopes).

 

El día 8 de enero llegó a este pueblo, después de haber recorrido 5 leguas desde Tlacoachistlahuaca, de malo y buen camino. Es de la corona y doctrina de clérigos, de lengua mexicana y mixteca. Es beneficiado Cristóbal Baer, el Cojo. Es de temple calidísimo, de muchos mosquitos y sabandijas. Tiene junto un río caudaloso, de muchos lagartos, donde se toman algunas truchas, es el agua delicadísima, hay frutas de tierra caliente, buenas y mucho agro, muy buenas aves, maíz, caza de venado y conejo.

Tiene algunos sujetos que llegan a la mar, como Nexpa y Xalapa, son todos indios ladinos, tienen los más de ellos cosechas de cacao y algodón. Están domésticos y bien adoctrinados. Prediqué allí el misterio de la Epifanía y, confirmé a 209 criaturas.

Tomóse visita al clérigo y salió bien de ella; y se dio por buen ministro.

Estuve aquí dos días, con gran calor; en las fiestas, corrióse un toro, tiréle de pelota y dile en el remolino, cayó de golpe muerto.

En este lugar administró 209 confirmaciones.

 

ACATLAN (San Luis Acatlán, Guerrero).

 

El día 11 de enero, salió de San Luis y fue a comer a Acatlán, que está a cinco leguas de mal camino y, a las cuatro leguas hay un pueblo pequeño, llamado Quacoyolichan (Cuacuyulichán), allí se pasa un río caudaloso (río Copala), de muy extremada agua y daba los bastos, comió y descansó allí, confirmó a 270 criaturas; y se tomó una segunda visita al Beneficiado Baer, pues el pueblo pertenece a su doctrina, juntamente con San Luis.

Acatlán es de temple caliente y de mosquitos. Hay muchos tecomates (crescentia cujete) para chocolate y, para otros mil géneros de servicios, dánse en los árboles.

En este pueblo encontró a un cacique honrado y ladino en español, que se llamaba Don Domingo de los Ángeles, señor natural, que le sirvió con mucho amor y cuidado, al uso bueno de los caciques antiguos que le regaló a su modo y le suplicó que no le afrentase en no recibir un pabellón de algodón, que sus hijas habían tejido y que suele valer 15 pesos, y un poco de cacao en grano. Y, con buen término, le recibió, y para agradecerle, le envió también en obsequio una camisa de ruan de cofre, nueva, y algunas conservas y, además cinco piedras corverinas (cornalinas) y de sangre, muy buenas, con lo que quedó pagado y con esto, dejó el pueblo. Visitóse al clérigo, el mismo Baer, el cojo, y se dio por bueno.

 

XUCHITONALA.

 

El día 13 salió de Acatlán, y llegó a Xuchitonalá, sujeto de Ayutla. En la doctrina y tributo es de encomienda, Es de temple caliente y seco, tiene la mejor agua que hay en toda esta tierra, de río. Hay huertas de cacao y frutas de la tierra, tiene infinitos mosquitos.

Visitóse el pueblo y sacristán, como todos los demás. Confirmó allí a 93 criaturas. El cacique de este pueblo quiso remedar a Don Domingo, al darle un pabellón y cacao, como una taleguilla, el obispo le agradeció, y no lo quiso recibir, por parecerle crueldad recibir de gente tan pobre. Le dio razones y se quedó muy consolado.

Hay a este pueblo cuatro leguas de mal camino, es la granjería de estos indios de cacao, aves, frutas, maíz y chile.

 

AYOTLAN. Cabecera (Ayutla de los Libres, Guerrero).

 

El día 14 de enero sale de Xuchitonalá a Ayotlan, recorriendo cuatro leguas de mal camino. Es pueblo de encomenderos, doctrina de clérigos, el Beneficiado es el Marqués de Amarilla. Es de temple muy caliente, de infinitos mosquitos. Tiene los mismos frutos y granjerías que Xuchitonalá, tiene un río (río Nexapa), donde se pescan algunas buenas truchas.

Encontró que eran adoctrinados con buenas formas, son de lengua mexicana. Visitóse el clérigo, diose por buen ministro. Tiene casi 500 tributarios, son de Pedro Lozano, de quien reciben buen ejemplo, doctrina y cristiano tratamiento. Predicó a los indios, que hubo en gran auditorio, aspi de ellos como de españoles, mestizo y mulatos. Salieron consolados, a Dios las gracias.

Confirmó a 570 criaturas, de todos los colores, con lo cual salió muy en paz de aquí. El 17 de enero, recorrerá 6 leguas de mal camino, para alcanzar el poblado de Chacaltitlán, sujeto de Chilapa. Dejando así la región específica objeto de nuestro interés. El recorrido final de esta tercera salida del obispo de su sede, terminará el 24 de febrero de 1611.

 

¿FUE ESTE OBISPO EL UNICO EN VISITAR DURANTE LA EPOCA COLONIAL ESTA PARTE TAN EXTREMA DE SU OBISPADO?

 

Desconocemos hasta hoy, si antes de Fray Alonso de la Mora, algún otro obispo llegó hasta este punto extremo. La diócesis de Tlaxcala tiene origen cuando Fray Julián Garcés arribó a la ciudad de Tlaxcala el 19 de octubre de 1527. Lo que sí tiene fundamento es, que después de él, ningún otro recorrió el territorio del actual estado de Guerrero. Para el inicio del siglo XIX, durante las consultas para constituir un obispado en la Provincia del Mar del Sur o de Acapulco, conocemos el voto razonado del Canónigo Doctoral del cabildo de Puebla, cuyo testimonio se encuentra por escrito en los Archivo General de la Nación, en Lecumberri: Ningún obispo ha visitado esta parte del obispado en los últimos dos siglos…

jueves, 11 de enero de 2024

SIERVO DE DIOS MONSEÑOR RAMON IBARRA Y GONZALEZ Y LA COSTA DE ACAPULCO

 


SIERVO DE DIOS MONSEÑOR RAMON IBARRA Y GONZALEZ Y LA COSTA DE DE ACAPULCO

 

EL SIERVO DE DIOS MONSEÑOR RAMON IBARRA Y GONZALEZ.

 

         El Siervo de Dios Monseñor Ramón Ibarra y González, nació el 22 de Octubre de 1853 en Olinalá, Estado de Guerrero, México. Sus padres: Miguel Ibarra y María del Refugio González.

         El 24 de Octubre de 1953 es bautizado en la iglesia parroquial de san Francisco. Se le imponen los nombres de JOSE RAMON MARIA SALOME.

En 1860 Recibe la primera comunión en la misma Parroquia.

El 20 de Enero de 1861 Recibe la Confirmación.

En 1868, a los quince años de edad, ingresa al seminario Palafoxiano de Puebla.

         El 20 de Junio de 1877 llega a Roma, se aloja en el colegio Pio Latino Americano en donde permanecerá 5 años y 4 meses. Y el 22 de Julio de 1879 se gradúa en teología en la Universidad Gregoriana.

El 21 de Febrero de 1880 es ordenado presbítero en la basílica de san Juan de Letrán, en Roma.

En 1881 se gradúa en la Universidad Gregoriana en Derecho Canónico y en el Instituto Jurídico de san Apolinar en Derecho Civil.

En 1882 se gradúa en filosofía en la Pontificia Academia Romana de Santo Tomás de Aquino.

De 1883 a 1889 desarrolla su ministerio presbiteral en Puebla; es nombrado canónigo de la catedral (1885); es electo vicario capitular a la muerte del obispo (1887); es admitido al noviciado de la Compañía de Jesús.

El 5 de Enero de 1890 es consagrado Obispo en la Capilla del Pontificio Colegio Pio Latinoamericano en Roma, por el Cardenal Parochi, a los 36 años de edad; nombramiento que le fue comunicado precedentemente mientras hacia los ejercicios espirituales para pasar a la Compañía de Jesús.

Toma Posesión de su diócesis por apoderado, el 8 de mayo de 1990, en la persona del Presbítero Pedro María Moctezuma, quien a la postre era el Párroco del Sagrario de Chilapa. Llega a Chilapa hasta el 18 de Junio de ese mismo año.

Ejerce su ministerio episcopal en Chilapa de 1890 a 1901, con numerosas fundaciones, apertura de colegios, visitas pastorales, atención a los indígenas, al clero y seminaristas, obras sociales, construcción de la catedral, etc.

El 6 de julio de 1902 llega a Puebla a cuya diócesis es transferido por el Papa León XIII. Para el 9 de Noviembre de 1903 la diócesis de Puebla es elevada a arquidiócesis y Monseñor Ibarra se convierte en su primer arzobispo.

De 1902 a 1913, realiza un intenso Apostolado en Puebla. Construye el nuevo Hospital del Sagrado Corazón de Jesús para los pobres (1904-1909), funda la Universidad Católica Angelopolitana (1907); emprende numerosas visitas pastorales, reorganiza el seminario, abre escuelas para niños y niñas; funda los círculos y asociaciones para los obreros.

El 15 de agosto de 1909 emite los votos religiosos privados como religioso de la cruz. Y el 19 de Octubre 1910 se ofrece como víctima al Señor por la Iglesia y sus sacerdotes.

El 27 de Agosto de 1913 Viaje a Tierra Santa y Roma donde obtiene la autorización para la fundación de los misioneros del Espíritu Santo (16 de diciembre de 1913). El 13 de Marzo de 1914 regresa a su sede arzobispal de Puebla mientras se desarrolla la revolución mexicana.

En Agosto de 1914, enfermo y perseguido por los movimientos revolucionarios antirreligiosos, es obligado a esconderse en la ciudad de México, donde debe cambiar varias veces de habitación.

1917 Muere el 1 de Febrero de 1917, a las 19. 50 en fama de santidad. Después de los funerales es sepultado en el cementerio del Tepeyac. Sus restos son trasladados el 19 de febrero de 1931.

El 9 de Abril de 1990 en presencia del Papa Juan Pablo II es leído el Decreto de la promulgación de virtudes heroicas de los siervos de Dios RAMON IBARRA Y GONZALEZ y JUAN DIEGO siendo declarados venerables.

 

EL EJERCICIO DE SU MINISTERIO EPISCOPAL COMO CUARTO OBISPO DE CHILAPA EN RELACIÓN CON LA COSTA DE ACAPULCO.

 

         El 5 de Noviembre de 1891, proclama en el 4o Edicto: Anuncia la visita pastoral para la parroquia de Acapulco en fecha 8 de enero de 1892. Ruega que se preparen debidamente a ella.

         Del 9 de Enero al 7 de Marzo de 1992, realiza la Visita Pastoral a las parroquias de Mochitlán, Hacienda de la Imagen, Dos Caminos, Rio del Papagayo, Dos Arroyos, Ejido Viejo, Acapulco, Ejido Nuevo, Aguas Blancas, Coyuca de Benítez, Zacualpan, Atoyac, San Gerónimo y Tecpan.

         Para el 14 de Marzo de 1897 realiza Visita Pastoral, que duró hasta el día 21 del mismo mes a la Parroquia de Ayutla.

El día 27 de Marzo del mismo año 1897, realiza Visita Pastoral que duró hasta el 30 de marzo a las parroquias de Ometepec, Tlacoachistlahuaca, Azoyú, Cuautepec y San Marcos.

         Para el 8 de Septiembre de 1900 proclama la Circular No 284: Un tal Agustín Miller se ha presentado en varios puntos de la Diócesis Celebrando Misa y administrando algunos sacramentos; no consta que sea sacerdote y, por no presentar documentos, se le ha negado la licencia que solicitó. Se ruega a los fieles: No solicitar auxilios espirituales de persona alguna que no tenga autorización de la Mitra. A los eclesiásticos no aceptar a las celebraciones a personas que no muestren documentos.

         Esta situación se dio en la costa de Acapulco. “A solicitud del párroco de Acapulco Don Antonio Hernández, el Ilustrísimo Señor Obispo diocesano Doctor Ramón Ibarra y González, organizó una misión de sacerdotes de la diócesis para que dieran misiones en varios pueblos que habían apostatado adhiriéndose a un falso sacerdote norteamericano llamado Carlos Agustín Miller. Quien con grande astucia e hipocresía atraía a los fieles incautos, predicando contra la autoridad eclesiástica, tanto parroquial como episcopal y hasta contra el Papa y de un modo muy insolente contra los derechos de la administración parroquial y contra los diezmos”.

         Nuevamente, el 12 de Septiembre de 1901, proclama la Circular N. 295. Dirigida al Vicario Foráneo de Acapulco, Pbro. Antonio Hernández: Se le hace saber que no obstante la Circular expedida el 8 de septiembre de 1900 (cfr. Circular No 284) algunos pueblos de esa Foranía han continuado recibiendo los auxilios espirituales del supuesto sacerdote Agustín Miller. Dado que éste no se acreditó jamás ante la Mitra y por sus hechos y palabras ha demostrado que es más bien un ministro protestante, por lo tanto, se ordena al Vicario Hernández, que sin pérdida de tiempo advierta a los fieles: -Que no les es licito ni recibir ni solicitar del Sr. Miller ningún auxilio espiritual, -Que deben evitar toda clase de relaciones con él. - Que si a pesar de esta advertencia continúan solicitando y recibiendo auxilios espirituales de dicho señor, se procederá a clausurar los templos y capillas profanados por el ministerio del señor Miller.

         Para el año 1902. Del 18 de enero, y hasta los últimos días de Febrero, tiene lugar, una de sus últimas Visitas Pastorales, y fue a la costa de Acapulco. Visitó las parroquias de Acapulco, Coyuca de Benítez, Atoyac, San Jerónimo, Tecpan, Petatlán y La Unión .

 

EL FINAL DE SU MINISTERIO EPISCOPAL EN CHILAPA.

 

         Al iniciar el año de 1902, Monseñor Ibarra se encontraba visitando una vez más la diócesis cuando a las seis de la tarde el día 16 de enero, se abatió un terrible terremoto sobre el estado de Guerrero. El fenómeno natural dejó casi en ruinas la mayoría de iglesias del obispado.

         Ante tal prueba Monseñor Ibarra no regresó a Chilapa sino que continuó hacia Acapulco en donde el terremoto había sido particularmente intenso. Quiso prestar ayuda al párroco de ese lugar. (Pbro. Antonio Hernández, después obispo de Tabasco. En HC, vol. VIII, p. 202.)

         Estando en Acapulco recibió la noticia que el Papa León XIII lo trasladaba a la diócesis de Puebla.

         En la décima y última Carta Pastoral de su episcopado en Chilapa, fechado el 1 de junio de 1902, Monseñor Ibarra describe sus sentimientos: “Al estar practicando la Santa Visita Pastoral en las costas del Pacífico, se nos comunicó de una manera oficial que Nuestro Santísimo Padre el Papa León XIII había determinado trasladarnos a la Diócesis de Puebla… Al saber que por disposición superior tenemos que dejaros, nuestro corazón se ve sumergido en la más honda amargura… A pesar de las penalidades propias de esta Diócesis, hemos vivido once años a vuestro lado muy contentos y felices, soportando las inclemencias del tiempo, la aspereza de los caminos y la pobreza, pues todo esto nos ha parecido poco, por la grandeza del amor que os profesamos”.

 

“Cuando era obispo de Chilapa Don Ramón Ibarra, llegó la peste bubónica a Acapulco, traída de la India por un barco chino, y rápidamente se propagó por toda la ciudad y casi por todo el Estado de Guerrero”.

 

1904 - LA DIÓCESIS DE PUEBLA ES ELEVADA A ARQUIDIOCESIS. 1917 - MUERE EL ARZOBISPO DE PUEBLA, MONS. RAMON IBARRA Y GONZALEZ.

viernes, 5 de enero de 2024

7 DE ENERO: ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DE LA PARROQUIA DE LA SAGRADA FAMILIA EN ACAPULCO



7 DE ENERO ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DE LA PARROQUIA DE LA SAGRADA FAMILIA EN ACAPULCO
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas


El 7 de Enero de 1970, tuvo lugar la Erección Canónica (fundación) de la Parroquia de la Sagrada Familia en la Colonia Vista Alegre en Acapulco, Gro. por mandato del Siervo de Dios, Monseñor José Pilar Quezada Valdés, Primer Obispo de Acapulco dando fe del mandato el Canónigo H. Gabriel Ocampo G. Pro Secretario.

Para el 30 de Diciembre de 1983, Monseñor Rafael Bello Ruiz Arzobispo de Acapulco Dedico el Templo Parroquial de la Sagrada Familia en la Colonia Vista Alegre de este Puerto de Acapulco, siendo Párroco el Presbítero Ángel Bustos Castillo.

El 9 de Octubre de 1997, El Huracán Paulina, con grado 4 en la escala de huracanes, destruye desde los cimientos el Templo Parroquial de la Sagrada Familia, que será reconstruido a unas cuadras de distancia. Y dedicado este nuevo templo parroquial el sábado 30 de Octubre del 2004.


RECORD DE CLERIGOS que sirvieron a esta parroquia:

1. JULIO HERNÁNDEZ PORTILLO (27.Feb.1967); y 
JESUS JIMÉNEZ ABARCA (25.marz.1967) con el título de Capellán del Barrio de Santa Cruz, perteneciente a la Vicaría de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en la Colonia Vista Alegre;
2. Fray PEDRO E. SÁNCHEZ, con el título de Párroco de la Sagrada Familia (30.Dic.1968-1.Ago.1969, sin estar erigida canónicamente la Parroquia; 
3. RAFAEL BELLO RUIZ. Vicario Fijo de la Sagrada Familia (1.Ago.1969-7.Ene.1970; y enseguida, Párroco fundador de la Parroquia (7.Ene.1970-19-Feb.1974);
4. BLANDINO BARCENAS AGATON, con el título de Vicario Ecónomo (19.Feb.1974-3.Feb.1978);
 ERASTO VAZQUEZ CASTRO. Capellán de la Colonia Santa Cruz, dentro de la Parroquia de la Sagrada Familia (24.Mar.1975);
5. ANGEL BUSTOS CASTILLO, Párroco (3.Feb.1978); 
JAIME SÁNCHEZ VAZQUEZ, Diácono Permanente colaborador (26.May.2002);
ALFONSO FIERRO TORRES. Diácono Permanente colaborador (26.May.2002);
IGNACIO BUSTOS CASTILLO, Vicario Parroquial (17.Sept.2002).
6. Párroco actual es el Presbítero VICTOR NUÑEZ.

Las consultas para la fundación de la Parroquia tuvieron lugar en Junio de 1966, estando al cargo del procedimiento el presbítero Jesús Jiménez Abarca, Párroco de San Cristóbal, en la Colonia Progreso, junto con ésta, otras futuras fundaciones serían las Vicarías Fijas en Acapulco de Cristo Rey y de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (después, pasaría a Sagrada Familia).

El 7 de Enero de 1970, tiene lugar la Erección Canónica de la Parroquia de la Sagrada Familia en la Colonia Vista Alegre en Acapulco, Gro. y Nombramiento de Primer Párroco del Presbítero Rafael Bello Ruiz.

Para el 30 de Junio de 1976, se confirman los nombramientos de Vicario Ecónomo de la Parroquia de la Sagrada Familia, Tesorero Diocesano y Capellán Diocesano del Movimiento de Cursillos de Cristiandad del Presbítero BLANDINO BARCENAS AGATON.

Para el 6 de Enero de 1997, el Pbro. SILVINO MORENO RENDON solicita al ARZOBISPO DE ACAPULCO Rafael Bello Ruiz que le conceda la capilla de la Santísima Trinidad, que pertenecía a la Sagrada Familia, para ser incluida en una nueva jurisdicción creada el 16 de Diciembre de 1993, la Capellanía de San Felipe de Jesús en la Colonia Infonavit Alta Progreso.

El 30 de Octubre del 2004, construido un nuevo templo parroquial, donde actualmente se encuentra, tiene lugar la Dedicación realizada por monseñor Felipe Aguirre Franco, Arzobispo de Acapulco, co consagrantes Rafael Bello Ruiz, Arzobispo emérito, y Juan Navarro Castellanos, Obispo Auxiliar. La primera piedra del nuevo Templo había sido colocada el 30 de octubre de 1998.

Movimientos laicales relevantes en la historia de la parroquia son: La Legión de María fundada el 24 de abril de 1979. La Hermandad de la Virgen de Guadalupe se fundó el 29 de abril de 1992 y la del sagrado Corazón el 23 de junio de 1995. Por los años 1988 llegó a la Parroquia la Catequesis Familiar, lográndose hasta 35 a 38 centros de catequesis familiar (sin contar los centros de catequesis infantil hasta 1998 precisamente un año después del HURACAN PAULINA). En el año de 1992 se funda la escuela Parroquial con una asistencia regular de 25 a 30 personas.

 En 1996 monseñor Rafael Bello Ruiz confirió el Diaconado Permanente al Sr. Alfonso Fierro Torres feligrés de la Parroquia de la Sagrada Familia.


jueves, 4 de enero de 2024

LOS SANTOS REYES, LA PARROQUIA DE ACAPULCO.

LOS SANTOS REYES, LA PARROQUIA DE ACAPULCO
Pbro. Juan Carlos Flores Rivas

    Uno de los datos que saltan a primera vista en los datos históricos que conocemos en torno a nuestra ciudad y puerto, es que el titulo de la parroquia era distinto al actual, antiguamente se llamaba PARROQUIA DE LOS SANTOS REYES.

     Y por eso al puerto de Acapulco se le conocía como SANTOS REYES ACAPULCO, o también como ACAPULCO, CIUDAD DE LOS REYES, y este último título provocó no pocos errores,  en resueltos escritores "laicistas", pensando que Acapulco debía su título de Ciudad a los Reyes de España, cosa que no era cierta, como se aclarará cuando el pequeño vecindario solicita la confirmación del título de Ciudad en 1799 y en el Real Despacho hecho en San Lorenzo (El Escorial) en respuesta a la solicitud presentada por el vecindario, efectivamente se dice que: “no se ha hecho constar la gracia en cuya virtud se le denominaba ciudad” (a Acapulco)... Esto lo podemos ver en el libro de Vito Alessio Robles, quien reproduce el: Título de Ciudad al Pueblo de Acapulco.

     Y es que Acapulco antes de 1799 recibía el título pomposo de “Ciudad de los Reyes”, no en atención a los Reyes de España, sino a los Santos Reyes, que eran los titulares del templo parroquial.

    Es importante recordar que la fotografía tradicional de los acapulqueños hasta hace algunas décadas, y esto se puede comprobar en las familias antiguas del puerto era precisamente ir al malecón el seis de enero a fotografiarse con los Reyes Magos, y esta tradición era fomentada y sostenida no por la parroquia sino por el mismo Ayuntamiento de Acapulco.

     Incluso el estilo arquitectónico que vemos plasmado en la Catedral actual evoca a los antiguos titulares del templo parroquial que eran los Reyes Magos, pues lo que vemos es un templo que quiere imitar a las antiguas basílicas orientales, en abierta referencia a los Reyes Magos.

    Un dato cierto que sabemos es, que hasta 1821 la Misa Mayor que se refiere a la festividad patronal de la parroquia era el seis de enero, como se nos dice en la Revista Catedral de Chilapa, del 20 de septiembre de 1953, pp. 74-75, cuando el Ayuntamiento en pleno, en cuerpo de Cabildo y bajo mazas de plata, asiste la Misa de los Reyes Magos, en la Parroquia de Acapulco, siendo Alcalde Don José María Ageo.

    Esto quiere decir que la devoción a Nuestra Señora de la Soledad irá ganando terreno con posterioridad, desplazando a los titulares originales de la parroquia, pues incluso fue el 6 de Enero de 1820, día de los Reyes Magos, cuando “Quedó instalada la Imagen de Nuestra Señora de la Soledad en el Templo Parroquial de Acapulco, al terminarse la reconstrucción del Templo. Se cantó la Primera Misa Solemne, el Sermón los predicó el Señor Cura D. Felipe Clavijo. Hubo salvas de artillería y repique de campanas, asistencia del Ayuntamiento y de la población y del Gobernador D. Nicolás Gándara y de toda la oficialidad, así militar como de oficina; toda la tropa de la guarnición sobre las armas, hizo sus descargas de ordenanza. (Cfr. Revista “Catedral”, Chilapa, Gro. 20 de Septiembre de 1953, pp. 74-75). Por lo tanto en la Fiesta Patronal de la Parroquia, en el día de los Reyes Magos.


        La parroquia de Acapulco hunde sus pasado histórico aún antes de 1545, pues en la Carta relación del Arzobispo de México Don Pedro Moya y Contreras, remitiendo al Rey Don Felipe II reservados informes personales del clero de su diócesis, con fecha 24 de marzo de 1575, (Cfr. publicado en Biblioteca de Autores Españoles desde la formación del lenguaje hasta nuestros días. CARTAS INDIAS, Tomo I, ediciones Atlas, Madrid, XXXVII, pp. 214), DECLARA QUE:  FRANCISCO MORENO, era Cura proveído, en Acapulco. “Avrá treynta años questá en la tierra, es lengua mexicana… es bachiller por rescripto; está proveido en la costa de Acapulco, es viejo, y entiendese que tiene pocas letras…”  Esto quiere decir, que si este cura, que pudo ser el primer clérigo en Acapulco, ejerció su ministerio durante 40 años, al momento del Informe, la población cristiana de Acapulco era sustantiva, capaz de mantener a un clérigo, haciendo de esta parroquia CONGRUA. Este dato documentado, obliga a replantear todas las conclusiones actuales en torno a la fundación de Acapulco.

   Finalmente, en el primer semestre del año 2018, hemos llevado a cabo el ejercicio de revisión de los libros históricos en la Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, que actualmente, al mismo tiempo ,es Catedral y santuario diocesano. Lo que nos ha permitido confirmar noticias que habíamos encontrado y explicado ampliamente con anterioridad en nuestro blog ephemeridesacapulcanae: la Parroquia de Acapulco tuvo como titulares a los SANTOS REYES (Melchor, Gaspar y Baltasar), durante 293 años, desde aquél lejano 1545, hasta 1838. 

    Y a partir de 838, los Santos Reyes se ven desplazados por el título de NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD, lo que nos daría que el actual título de la Parroquia inicia durante la primera quincena de 1838.

         El respaldo documental para constatar este salto, es de tres tipos:

1.      Primero, el Libro de Matrimonios sin número, que va del 22 de marzo de 1831 al 22 de agosto de 1842. La última Acta que lleva el título de Iglesia Parroquial de los Santos Reyes y puerto de Acapulco es sin número, del 14 de noviembre de 1835, el matrimonio de José Ignacio de Loyola Ríos de 37 años, con María Juliana Herrera, de 23 años, ambos de Acapulco, casados por el Cura encargado José María Yrueta.
14.nov.1835 ultima acta de matrimonio que registra el titulo Parroquia Santos Reyes Acapulco

Y la Primera Acta que lleva el título de Nuestra Señora de la Soledad de Acapulco, sin número, del 22 de agosto de 1838, el matrimonio de José Sebero, de 32 años, de Texca, con María Estefanía de 15 años, de Dos Arroyos, casados por el Cura encargado Vicente Montaño Negreira. Lo que nos da un arco de tiempo muy largo de tres años (14.nov.1835-22.ago.1838), que se acorta enseguida.
22.ago.1838 Primer acta de matrimonio que registra el título Nuestra Señora de la Soledad de Acapulco

2.      En segundo lugar está el Libro de Bautismos, sin numeración ni paginación, las primeras actas están numeradas, pero las últimas cinco, que son las que nos interesan, no lo están. El Libro de Bautismos en cuestión va del 27 de julio de 1833 al 1 de octubre de 1838. La última acta con el título de Iglesia Parroquial de los Santos Reyes y puerto de Acapulco es del 23 de julio de 1838. El Bautismo de ANACLETO, de Acapulco, hijo legítimo de Santiago Valdés y María Engracia Lemus, siendo padrinos Agustín Melendes y Alejandra Cruz. Bautizado por el Cura encargado Juan José Yrueta.
23.jul.1838 ultima acta de bautismo que registra Parroquia de los Santos Reyes Acapulco

La Primera Acta con el título de Nuestra Señora de la Soledad, es del 5 de septiembre de 1838. El Bautismo de María de los Remedios, de cinco días de nacida, de Acapulco, hija natural de María Mercrima Rivera, siendo sus padrinos María Telésfora Salinas. Bautizada por el Cura encargado de San Miguel Coyuca Vicente Montaño Negreira. El arco de tiempo es apenas de un mes (agosto) y 13 días (23.jul.1838-5-sept-1838).
5.sept.1838 primera acta de bautismo que registra el título Nuestra Señora de la Soledad de Acapulco

3.      En tercer lugar, está el libro de entierros, en la portada dice volumen 2 pero actualmente es el único que se conserva en el archivo histórico, comienza con una paginación que después se abandona. El libro de Entierros en cuestión comienza con el acta número 1, del 22 de febrero de 1838, al 31 de julio de 1842. La última acta que utiliza el título de ciudad de los Santos Reyes y Puerto de Acapulco, registra el número 36, con fecha 25 de julio de 1838, de la sepultura eclesiástica de María Isabel Sacarías, de Acapulco, adulta (sic) de nueve años de edad, hija natural de Isabel Sacarías, murió de una estocada originada por haber caído de asiento de un guayabo. Firma el Bachiller Juan José Yrueta, cura encargado.
25.jul.1838 ultima acta de entierros que registra el título Santos Reyes Acapulco

La primera acta que abandona el título de Santos Reyes, es el Acta número 37, del 2 de septiembre de 1838, de la sepultura eclesiástica de caridad (es decir, gratuita), de María Eusevia, de Acapulco, párvula de siete años, hija de Juan Flores, que murió de diarrea. Firma Vicente Montaño y Negreiros. Ajustándose al arco de tiempo del libro de bautismos antes mencionado, de un mes (agosto) con 8 días (25.jul.1838-2.sept.1838).
2.sept.1838 primera acta de entierros que registra el título Nuestra Señora de la Soledad de Acapulco


El cambio de titular entonces, se dio en la primera quincena del mes de agosto de 1838, ateniéndonos a la primera acta de Matrimonios registrados con el título de Nuestra Señora de la Soledad (22.ago.1838).

     Para el caso, la Arquidiócesis de México, a la que pertenecía en el momento la parroquia de Acapulco, parece que estaba acéfala.

     Y el posible cura encargado de la parroquia en el arco de tiempo en cuestión era Vicente Montaño Negreira, que aparece firmando en la Primera Acta que lleva el título de Nuestra Señora de la Soledad de Acapulco –decisiva-, del 22 de agosto de 1838. El día exacto no lo conocemos.