José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

lunes, 27 de octubre de 2025

MONSEÑOR LEOPOLDO GONZALEZ GONZALEZ “Compañero solidario en nuestro camino de dolor y de esperanza en Acapulco” en el último tramo de su ministerio episcopal.

 


MONSEÑOR LEOPOLDO GONZALEZ GONZALEZ

“Compañero solidario en nuestro camino de dolor y de esperanza en Acapulco” en el último tramo de su ministerio episcopal.

Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.

 

         El próximo miércoles 29 de octubre de 2025, Monseñor Leopoldo González González, cumple 75 años de vida. Habiendo nacido en Abasolo, en el Estado de Guanajuato el 29 de octubre de 1950.

Fue ordenado Sacerdote en la catedral de Morelia, el 23 de noviembre de 1975, -para lo cual prepara sus bodas de oro el próximo noviembre-, por el arzobispo Estanislao Alcaraz Figueroa, junto con Carlos Garfias Merlos y otros compañeros. El 18 de marzo de 1999, el papa Juan Pablo II, lo preconiza Obispo Auxiliar de Morelia, siendo ordenado el 19 de mayo del mismo año. Ejerciendo sus primeros seis años como obispo, en la arquidiócesis de Morelia.

El 9 de junio de 2005, el Papa Benedicto XVI lo promueve Séptimo Obispo de Tapachula, en Chiapas. Tomó posesión de Tapachula en Octubre del mismo año. Ejerciendo su ministerio episcopal por 12 años.


El 28 de agosto de 2017, toma posesión como Arzobispo de Acapulco. Asumió la Arquidiócesis de Acapulco a la edad de 66 años. Siendo preconizado cuarto Arzobispo de Acapulco por el Papa Francisco el 30 de junio de 2017.

La fecha próxima de sus 75 años de edad, es por demás, altamente significativa, pues, como lo mandan los cánones de la Iglesia: “El obispo diocesano que haya cumplido setenta y cinco años de edad se le ruega que presente la renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias” (Canon 401, 1). Renuncia que es recomendada -no obligatoria-, y por lo tanto espontánea, que no produce efectos ipso iure, sino que está sometida a una condición general de eficacia: la aceptación por parte del Romano Pontífice, en este caso, el Papa León XIV. Y sólo hasta que el Papa hace saber al renunciante la aceptación, queda vacante la sede episcopal. El texto de este canon, resalta la dimensión fundamental de la autoridad episcopal en el pueblo de Dios: su dimensión de diakonia, de servicio.

La arquidiócesis de Acapulco entra en una etapa de valoración obsequiosa de los ocho años de ministerio episcopal de Monseñor Leopoldo (“Aquél que es audaz o valiente con el pueblo”, según la etimología germánica del nombre). Y a quien proféticamente, al ser recibido como arzobispo de Acapulco se le invitó a “ser compañero solidario en nuestro camino de dolor y esperanza”.

Muchas expectativas se han visto realizadas a lo largo de estos años. Mons. Leopoldo ha sabido caminar con su pueblo, ha recorrido todas las parroquias, se ha encontrado con todos los niveles de la Iglesia Arquidiocesana, conoce la realidad de nuestra costa guerrerense, ama y cuida a su Seminario diocesano, a sus laicos, a sus sacerdotes, a sus catequistas, a sus religiosos y religiosas, a sus movimientos y a todos los agentes de pastoral.

Su corazón de padre ha sido herido por la muerte de varios de sus sacerdotes, como consecuencia de la pandemia acaecida en todo el mundo. Y uno de ellos, muy joven, por la violencia imparable. Ha quedado marcado su ministerio por grandes tragedias, la pandemia del Covid, el terremoto de 7.1 de septiembre de 2021, el huracán Otis de grado 5, en 2023; pero sobre todo por la violencia imparable en todos los niveles de nuestra realidad eclesial.

¡Muchas gracias Mons. Leopoldo por apacentar a la Arquidiócesis de Acapulco y caminar con nosotros en estas tierras surianas, “con su presencia mantenemos el tesoro de la esperanza entre nosotros” Dios siga bendiciendo su ministerio!.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Monseñor y esperamos que permanezca y pueda completar el tiempo y frutos del Plan Diocesano 2020-2027 de la Arquidiócesis de Acapulco. Atte. Ana Ma. Gallardo Galeana, Catequista.