MIÉRCOLES 17 DE AGOSTO DE 2022
Fieles católicos rinden homenaje a la Reina de los Mares
El arzobispo de Acapulco, Monseñor Leopoldo González, llamó a la reconciliación y la armonía de las familias
Escultura de la Virgen de los Mares, ícono religioso y atractivo turístico de Acapulco./ Foto: Verónica Orbe | El Sol de Acapulco
Heidi Nieves | El Sol de Acapulco
Ciudadanos y turistas conmemoraron con una misa el 20 aniversario de la colocación de la escultura de la Virgen de los Mares, ícono religioso y atractivo turístico de Acapulco, los 40 años de la visita de Santa Teresa de Calcuta al puerto y 395 años del martirio del beato Bartolomé Días Laurel.
Alrededor de las 7:00 de la mañana a bordo del yate Dinka con más de 100 personas encabezados por el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González y el padre Juan Carlos Flores Rivas partieron del malecón.
Al llegar al Islote de la Yerbabuena en la bahía de Acapulco, Monseñor encabezó una ceremonia donde encomió a los feligreses a pedir al señor perdón por las faltas cometidas así como abrir el corazón para traer consigo mismo la reconciliación con uno mismo y con los hermanos
También se recordaron los 395 años del martirio del beato Bartolomé Dias Laurel./ Foto: Verónica Orbe | El Sol de Acapulco
“Hagamos paz con nosotros y respiremos paz que el señor nos regala a través de la naturaleza y acerquemos a él”.
La imagen fue bendecida por Su Santidad, San Juan Pablo II hace 20 años durante su viaje a México para canonizar a San Juan Diego, siendo sumergida posteriormente en el islote de la Yerba Buena en el marco de la conmemoración de los 375 años del martirio del beato acapulqueño Fray Bartolomé Días Laurel.
Durante su homilía, Monseñor González hizo un llamado a las familias a la reconciliación y la armonía para dar a los hijos la seguridad que los hará crecer y valerse por sí mismos.
A bordo del yate Dinka, feligreses acudieron al islote de la Yerba Buena./ Foto: Verónica Orbe | El Sol de Acapulco
“Una madre cuida de cada uno de sus hijos, educándolos para que no hagan daños, así se construye la paz en el hogar, desde el corazón de cada hijo, y también de ese gran hogar que es la ciudad, el estado y nuestra Patria”, señaló.
Asimismo, el arzobispo de Acapulco encomendó a la Virgen María la protección de los hombres de mar y prestadores de servicios turísticos, para que a través de ellos brinden hospitalidad a los visitantes y que a través de su trato cálido se mantengan abiertas las puertas al turismo.
Por su parte, el presbítero Juan Carlos Flores comentó que se llevó a cabo una emotiva y sencilla liturgia en memoria de tres acontecimientos que han significado para la historia de Acapulco.
“Se recordaron los 395 años del martirio del beato Bartolomé Díaz Laurel, quien murió quemado vivo en una hoguera en una persecución religiosa, la colocación de la escultora de la Reina de los Mares, segundo ícono de Acapulco, después de La Quebrada así como la visita de la madre Teresa de Calcuta, quien hizo un recorrido por la Costera y visitó la catedral de Acapulco y el seminario del puerto”, concluyó.
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