José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

lunes, 17 de diciembre de 2018

18 DE DICIEMBRE DE 2018: 60 ANIVERSARIO DE LA PRECONIZACION DEL PRIMER OBISPO DE ACAPULCO


18 DE DICIEMBRE 60 ANIVERSARIO DE LA PRECONIZACION DEL PRIMER OBISPO DE ACAPULCO
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas

         El próximo martes 18 de diciembre de 2018, se cumplen 60 años de la preconización (nombramiento) como Primer Obispo de Acapulco del Siervo de Dios, Monseñor José Pilar Quezada Valdés, propuesto por el Santo Padre Juan XXIII, el “Papa bueno”. Antes de esto, la erección canónica de la Diócesis había tenido lugar nueve meses antes, un 18 de Marzo de 1958, cuando el Papa Pío XII promulga la Bulla “Quo aptiori” (Para una mejor atención de todos los fieles), con la cual se creaba la nueva Diócesis de Acapulco, designando el Templo Parroquial de Nuestra Señora de la Soledad como nueva Sede Catedral. Nueve meses, como adecuada gestación de la nueva realidad eclesial para la costa del Estado de Guerrero. Monseñor Quezada, era en ese entonces Párroco de San Andrés, en Tlaquepaque, de la Arquidiócesis de Guadalajara, Jalisco.
José Pilar Quezada Valdés, nació el 12 de octubre de 1900, en la finca de Acaspoles, en las inmediaciones del pueblo de Totatiche, Estado de Jalisco. Tal vez como una santa premonición, que liga al Siervo de Dios, pues Acapulco y Acaspoles tienen la misma raíz náhuatl: Acatl=carrizo; y poloa=destruír. Sus estudios eclesiásticos los realizó en: el Seminario Auxiliar de Totatiche, tres años de filosofía; Primero y Segundo de Teología (1919-1921) en el Seminario de San José, de la Perla Tapatía; y Tercero y Cuarto de Teología, así como Doctorado y Licenciatura, los realizó en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1921-1926). Alcanzando tres títulos académicos: Doctorado en Teología y Derecho Canónico, y Licenciatura en Sagrada Escritura.

Su Ordenación Presbiteral tuvo lugar el 21 de diciembre de 1923, en la capilla del antiguo Colegio Pio Latinoamericano de Roma. Su Cantamisa (Primera Eucaristía), la celebró en la Capilla ubicada bajo el altar papal de la Basílica de Santa María La Mayor, ante las reliquias del pesebre de nuestro Señor Jesucristo. Le fue conseguida una Audiencia con el Papa Pío XI, y éste con cariño paterno le dio la infausta noticia de que su padre había fallecido recientemente. Como buen sacerdote recibió la noticia con serenidad.
En plena persecución religiosa callista retornó a su Patria en julio de 1926. Su primer destino para él fue el de Vicario Auxiliar de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, y profesor de algunas asignaturas en el Seminario Auxiliar de Totatiche. Al ser sacrificado el Señor Cura San Cristóbal Magallanes Jara, quien había sido su tutor, le encomendaron la Parroquia del lugar, a la que sirvió con cuidados verdaderamente paternales hasta 1942. A partir de este año lo llamaron a colaborar al Seminario de San José en la Ciudad de Guadalajara; le encomiendan la Dirección Espiritual, profesor de algunas asignaturas, amén de Secretario de la Mitra. En 1947 es nombrado Vicario Coadjutor del anciano Párroco de Zacoalco; en 1949 es trasladado, como Párroco, a San Andrés, antiguo suburbio de Guadalajara. Aquí le sorprende la preconización como primer Obispo de la recién creada Diócesis de Acapulco.
ANTECEDENTES: A raíz de un fuerte movimiento telúrico que sacudió el Estado de Guerrero el 28 de julio de 1957, que afectó seriamente muchas poblaciones y derribó algunos templos, el Delegado Apostólico en México Monseñor Luigi di Raimondi, visitó parte del Obispado de Chilapa, entregando a los damnificados la ayuda pecuniaria en nombre del Santo Padre el Papa Pío XII. Ya entonces, al reconocer el estado de la región, se vio la necesidad de crear una nueva Diócesis para la mejor atención de los pueblos de la costa del Estado.
         Se tomaba, para la creación de esta nueva Diócesis, 20 parroquias, 6 Vicarías Fijas y una Capellanía, todas del Obispado de Chilapa: Coahuayutla, La Unión, Zihuatanejo, Petatlán, San Luis de La Loma, Tecpan, San Jerónimo, Atoyac, Coyuca, El Carmen (Barrio del Hueso), Nuestra Señora de la Soledad (Centro), Capellanía de la Colonia Progreso, La Sabana, Dos Arroyos, Vicaría del Fracc. Costa Azul, San Marcos, Vicaría de Las Mesas (Mpio. de San Marcos), Cuautepec, Ayutla, Vicaría de Tecoanapa, Vicaría de San Luis Acatlán, Azoyú, Ometepec, Igualapa, Xochistlahuaca, Vicaría de Tlacoachistlahuaca, Vicaría de Cuajinicuilapa. Con una población aproximada para aquél entonces de 294, 240 habitantes; distribuidos en una área aproximada de 25 000 kilómetros cuadrados.


         En el ínterin entre la promulgación de la Bulla Quo aptiori y la ejecución de la misma, y a escasos cinco días antes de la preconización del obispo, un gran acontecimiento, providencial, marcó al puerto de Acapulco y su región, cuando la Santísima Virgen de Guadalupe, es proclamada Reina de los Mares, y colocada en un altar submarino el 12 de Diciembre de 1958, en el Islote yermo de la Yerbabuena, frente a la Isla de la Roqueta. La ejecución de la Bulla “Quo aptiori”, verá momentos igualmente emotivos el 24 de Enero de 1959, y al día siguiente, Mons. Quezada era Ordenado Obispo en su nueva Catedral. Su lema: In ómnibus Christus (en todo Cristo).

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