Destruir los plantíos de amapola es como alborotar un panal de avispas: Obispo de Guerrero
El Legado de Tlapa
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dijo que el Ejército debería “ser más prudente” en la sierra de Guerrero, en dónde se cultiva en grandes cantidades plantas de amapola. Las personas “están heridas y con hambre” por la violencia que enfrentan y destruir “destruir los plantíos es como alborotar un panal de avispas”.
El obispo pidió a los militares que se esperen “tantito” y no erradican los plantíos, para que los pobladores puedan obtener algo de su cosecha. Afirmó que ahorita se acaba de sembrar un nuevo ciclo de amapola y el Ejercito mexicano ya comenzó a destruir las siembras; esto representa un duro golpe psicológico para los campesinos.
“Ellos pusieron su esperanza en aquellas plantitas y por lo menos, yo me doy cuenta, que alrededor de Filo (de Caballos) el Ejército ya destruyó totalmente la amapola, lo mismo sé que están estacionados en Tlacotepec y donde siguen cortando la amapola, yo digo que el Ejército en ese sentido debería ser más prudente”, expresó.
Las reuniones que ha tenido en la sierra “con estos personajes” coincidentemente han solicitado polos de desarrollo y otras actividades, porque la siembra de enervantes ya no es negocio y requieren de otra fuente de ingreso.
Salvador Rangel aseguró que la intervención ha tenido resultados y que afortunadamente tres cuartos de la sierra ya tienen tránsito, ya hay médicos y maestros, aunque continúa la falta de medicamento. “Ahora nomás queda como un cuartito para poder desbloquear este detalle, y pues yo apelo a la buena voluntad tanto de los de arriba como de abajo que puedan normalizarse esa situación porque una cosa es verdad, con estos bloqueos, con esta situación nadie está ganando, más bien todos están perdiendo”, dijo.
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dijo que el Ejército debería “ser más prudente” en la sierra de Guerrero, en dónde se cultiva en grandes cantidades plantas de amapola. Las personas “están heridas y con hambre” por la violencia que enfrentan y destruir “destruir los plantíos es como alborotar un panal de avispas”.
El obispo pidió a los militares que se esperen “tantito” y no erradican los plantíos, para que los pobladores puedan obtener algo de su cosecha. Afirmó que ahorita se acaba de sembrar un nuevo ciclo de amapola y el Ejercito mexicano ya comenzó a destruir las siembras; esto representa un duro golpe psicológico para los campesinos.
“Ellos pusieron su esperanza en aquellas plantitas y por lo menos, yo me doy cuenta, que alrededor de Filo (de Caballos) el Ejército ya destruyó totalmente la amapola, lo mismo sé que están estacionados en Tlacotepec y donde siguen cortando la amapola, yo digo que el Ejército en ese sentido debería ser más prudente”, expresó.
Las reuniones que ha tenido en la sierra “con estos personajes” coincidentemente han solicitado polos de desarrollo y otras actividades, porque la siembra de enervantes ya no es negocio y requieren de otra fuente de ingreso.
Salvador Rangel aseguró que la intervención ha tenido resultados y que afortunadamente tres cuartos de la sierra ya tienen tránsito, ya hay médicos y maestros, aunque continúa la falta de medicamento. “Ahora nomás queda como un cuartito para poder desbloquear este detalle, y pues yo apelo a la buena voluntad tanto de los de arriba como de abajo que puedan normalizarse esa situación porque una cosa es verdad, con estos bloqueos, con esta situación nadie está ganando, más bien todos están perdiendo”, dijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario