José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

miércoles, 22 de junio de 2011

IN MEMORIAM: MARIO RODRIGUEZ JIMENEZ, HIJO DE LA IGLESIA.

IN MEMORIAM: MARIO RODRIGUEZ JIMENEZ, HIJO DE LA IGLESIA.
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.

Nuestra Iglesia particular reciente la pérdida irreparable de uno de sus hijos laico, quien se distinguió por su entrega generosa y alegre al servicio pastoral durante toda su vida en varias parroquias, y en los últimos años en la defensa de la fe católica en la Unión de Católicos Mexicanos de la Acción Católica.



Se trata de MARIO RODRIGUEZ JIMENEZ, quien falleció el domingo 5 de junio del presente año, a la edad de 75 años, Solemnidad de la Ascensión del Señor a los Cielos. Le sobreviven su esposa Hermila y sus hijos Ana, Mario, Cristina y Samuel.


Mario Rodríguez nació en la Ciudad de México, el 12 de Febrero de 1936. Toda su vida fue militante de la Acción Católica en todas sus ramas. Fue Presidente de la Unión de Católicos Mexicanos de 1992 a 1998. Presidente de la Junta Diocesana de la Acción Católica Mexicana de 1998 a 2004. Tesorero de la Junta Diocesana de2004 a 2007. Al fallecer era Presidente Diocesano de la UCM desde el 2010.

Fue miembro de Cursillos de Cristiandad, de la Escuela de la Cruz, incansable evangelizador.
En los últimos años su trabajo apostólico lo realizó en su Parroquia del Niño Jesús, con sede en la Colonia Juan R. Escudero, donde impartía pláticas pre matrimoniales, y pre bautismales, así como era Celebrador de la Palabra cerca de su casa, y era Ministro Extraordinario de la Eucaristía.

Era reconocido en la República Mexicana, pues le invitaban a dar charlas en diversos lugares, sobre diversos temas, poseía un gran don de gentes. Formó muchos círculos bíblicos en diversos lugares de la diócesis de Acapulco.

Lo recordemos siempre como el hombre que entregó su vida por dar a conocer el mensaje de Jesús, su gran jovialidad, y don de gentes, su palabra eficaz, y su gran amistad para con todos. Su carácter afable, buen ánimo y disposición siempre a servir y acompañar.

Descansa en Paz Mario Rodríguez.

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