TESTIMONIO DEL PRIMER SITIO DE JERICO REALIZADO EN ACAPULCO

TESTIMONIO DEL PRIMER SITIO DE JERICÓ REALIZADO EN ACAPULCO. Profra. Rosa María Reyes Esta práctica de oración, ante el Santísimo Sacramento, durante 7 días con sus noches, que desde el año 1996 organiza en Acapulco la Coordinación del Movimiento de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María en la Arquidiócesis de Acapulco, Guerrero México. El 8 de diciembre de 1978 nuestra Señora de la Inmaculada Concepción pidió a una mística polaca, se rezara 7 días y 7 noches el Rosario de manera continua, en la Abadía de Czestowchowa, del 1º. al 7 de mayo del año siguiente 1979, orando por el feliz viaje que haría el Papa a Polonia y desaparecieran todos los obstáculos que se oponían a su viaje. Lo que se hizo con la aprobación del Obispo del lugar Monseñor Stefan Barela, a lo que se denominó mas tarde Sitio de Jericó, lográndose de las autoridades polacas no solo la aprobación del viaje de su Santidad, sino el quitar todas las restricciones y el itinerario limitado que se le imponía. Con esa enseñanza, decidimos pedir permiso a Monseñor Rafael Bello Ruiz, entonces Obispo nuestro, de realizar Sitios de Jericó en las Parroquias que nos lo solicitaran, realizándose el 1º. En la Capilla del Espíritu Santo de la Parroquia de SAN JOSÉ OBRERO, en Noviembre de 1995, apoyados en todo por el Párroco José Benigno García Alvarado. Nuestras intenciones al orar:- Por Su Santidad el Papa;- Por los Obispos y Sacerdotes; - Por las familias de la Parroquia; - Pedir perdón por nuestros pecados y los de la humanidad entera; - Por la salud de los parroquianos enfermos; - La paz en nuestro país; - Por las intenciones particulares de los asistentes. Desde entonces, participan en los Sitios de Oración de Intercesión, todos los apostolados y ministerios de la Parroquia, y de toda la Ciudad y Puerto de Acapulco, y oran según su forma de piedad. Nuestra arma principal el Santo Rosario y como Movimiento el pedir a la Santísima Virgen María para los parroquianos la Llama de Amor ardiente de su Corazón Inmaculado. El botín de esta batalla de oración: la entrega de las familias de la Parroquia a la Misericordia del Señor por las manos de nuestra Santísima Madre María. Se finalizó con una procesión solemne con el Santísimo en las calles aledañas de la Capilla del Espíritu Santo, cantando y alabando, proclamando al Señor como nuestro Rey.