José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

sábado, 19 de junio de 2010

SAN MARGARITO FLORES GARCIA. 1. ANTECEDENTES DE UN SANTO TAXQUEÑO.

SAN MARGARITO FLORES GARCIA (1899-1927).
Tomado y adaptado de: "Notas eclesiásticas del Estado de Guerrero", de Román Juan Guadarrama Gómez. pp. 281-336. Tipografías Editoriales, México, 1992.
1. ANTECEDENTES DE UN SANTO TAXQUEÑO.
A finales de 1864, dominaban la plaza taxqueña los liberales, y en el Barrio de Los Tiesos de Taxco, ocurrió un atentado sacrílego contra el Señor Cura Don Antonio Novelas, mientras conducía el Viático, por lo que dispuso que se cerrara la Capilla de ese lugar, donde se veneraba al Cristo de la Buena Muerte.
Esta Capilla, abandonada, se derrumbó en el año de 1888, por lo que Don Miguel Ojeda, se dio a la tarea de reconstruirla, siendo bendecida el siguiente año y su dedicación fue al Cristo de la Preciosa Sangre. Aplicándose desde entonces y con este motivo, el nombre de el Cristo de Ojeda, y ampliándosele el mismo nombre al Barrio, que desde entonces se llama el Barrio de Ojeda.
Fue en este Barrio de Ojeda, donde moró el matrimonio formado por el señor Germán Flores Viveros y la señora Merced Ortiz García. Don Germán, nació en el año de 1872, fue hijo del señor Alejo flores y de la señora Paula Viveros. Don Alejo desempeñaba el oficio de curtidería, enseñanza heredada de su padre don Lauro Flores, originario de Tlaxcala, que se quedó a radicar en Taxco, por motivos de la guerra de Independencia. Doña Merced, nació en el año de 1873, fue hija natural de Regina García, que quedo encinta, cuando trabajaba de doméstica en casa de la Familia Ortiz. Tiempo después del señor Lino Ortiz reconoció la paternidad de la niña.
Germán y Merced, contrajeron Matrimonio Eclesiástico el 30 de Junio de 1890 en la Parroquia de Santa Prisca. Sacramento que impartió el Señor Cura Don Lorenzo J. Rodríguez, siendo sus padrinos Trinidad Flores y María Isabel Labra, y sus testigos Pedro Rodríguez y Manuel Castrejón Tovar.
La familia Flores García vivió en el número 39 de la Calle de Ojeda. Ahí, procrearon a sus hijos: María, Ignacio, Francisco, Margarito, Luis, Jesús, Paula, y Marciana. El señor Germán Flores, ejercía el oficio de peluquero y la señora Merced se dedicaba a las labores del hogar. Con ellos vivía la madre de don Germán, Doña Paula Viveros, de profundísimas raíces cristianas, que supo inculcar en su hijo y en su nuera.
Su pobreza no impedía a esta familia organizar los festejos del Cristo de Ojeda, ni se amilanó con la muerte de su pequeño hijo Ignacio. Con resignación, unidad y oración, resistían los tiempos porfirianos, en el que el rico era el amo y el pobre el abismado.
Su casa, enclavada en las fradas del cerro del Atache se componía de dos piezas y de un corredor, de cimentación de adobe y techada de morrillos y tejas, circundada por un tecorral de piedras que marcaban su tlacolol, su troje, su humilde tejabán de palma donde preparaban sus alimentos, lugar que enmarcaba una vista majestuosa, sobre la colonial ciudad. En este sitio, nació el 22 de Febrero de 1899 un niño débil, frágil y enfermizo en medio de todas las carencias: MARGARITO FLORES GARCIA.

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