José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

sábado, 3 de abril de 2010

LA VERDADERA DEVOCION AL SEÑOR DE LA MISERICORDIA

LA VERDADERA DEVOCION AL SEÑOR DE LA MISERICORDIA. 
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.

El próximo Domingo 11 de Abril, tendrá lugar una fiesta muy importante en Acapulco, es llamado el Domingo de la Divina Misericordia. Fiesta pedida por Nuestro Señor Jesucristo a una religiosa polaca de nombre Faustina Kowalska. Muy joven ingreso como religiosa a la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, en Polonia, con el nombre de Faustina de la Divina Misericordia. Sus escritos, constituyen la fuente del mensaje y de la devoción especial a la misericordia de Dios que está difundiéndose por todo el mundo. El mensaje no es nada nuevo, sólo es un recordatorio de lo que la Iglesia siempre ha enseñado: "que Dios es misericordioso y que él perdona y que nosotros también debemos ser misericordiosos y perdonar". Entre los elementos de este nuevo enfoque están la confianza y las obras de misericordia. La historia del origen y de la difusión del mensaje de La Divina Misericordia y de su devoción por todo el mundo, resulta del fuerte apoyo del Papa Juan Pablo II, que muy probablemente será llamado por los historiadores "el Papa de la Divina Misericordia". Alrededor de 1930, al obedecer a su director espiritual, el Padre Michal Sopocko, Sor Faustina escribió un diario de unas 600 páginas y así documentó las revelaciones que ella recibía sobre la misericordia de Dios. Aún antes de su muerte en el año 1938, la devoción a La Divina Misericordia, según está revelada en este Diario, se había comenzado a difundir. Lógicamente, esta devoción tenía que llegar a Acapulco, que es como una caja de resonancia de todas las experiencias espirituales. “Los devotos presuntuosos son pecadores aletargados en sus pasiones o amigos de lo mundano. Bajo el hermoso nombre de cristianos y devotos se esconden a veces el orgullo, la avaricia, la lujuria, la embriaguez, el perjurio, la maledicencia o la injusticia, etc. Duermen pacíficamente en sus costumbres perversas, sin hacerse mucha violencia para corregirse, confiados en que son devotos… protesto que abusar así de la devoción… es un horrible sacrilegio…”

 Una VERDADERA DEVOCION, nos alerta San Luis María de Montfort, está muy lejos de quedarse simplemente en actos folclóricos, y en el caso de la Divina Misericordia, nos obliga a PRACTICAR LA MISERICORDIA. Concretamente, en Acapulco, la verdadera devoción a la Divina Misericordia, se ha manifestado como una “Bendita locura”, pues sólo desde la locura se puede entender una obra como la que realizó el Contador Público Francisco Román Arce Alarcón. Él, armado de una gran esperanza, fundó el “Centro de Rehabilitación para Enfermos Mentales Cristo de la Misericordia”, en una casona refundida al final de un caminito de brecha, cerca del poblado de Tres Palos. En esos tiempos, en una casa de madera, que aún se conserva como testimonio de la fundación del centro, con un puñado de locos que Francisco recogió de las calles, nació el Cristo de la Misericordia. Desde ese día y tras más de dos décadas de vida, Francisco Arce vio como su sueño crecía y crecía. Cada día, él traía más locos de las calles, les daba de comer, les brindaba un techo y una familia. Incluso, él les buscaba medicinas para que estuvieran mejor de sus trastornos clínicos. Las historias del Cristo de la Misericordia se cuentan por miles, cada alma, cada humanidad contenida en la locura es fiel testigo de la bondad de “Papá Paco”, como le gritaban y llamaban a Francisco. En la locura le siguieron su esposa, Glendia Texta, y sus hijas, y desde el cielo, su hijo Paquito le acompañó en su empresa. Pocos entendían de dónde obtenía Francisco la fuerza para limpiar los dormitorios, juntar comida, obtener medicina, apoyos privados y públicos, cómo le hacía para pasar sus días y sus noches en medio de estos hombre y mujeres que vivían en otra realidad. Alrededor de la casona de madera, creció, de su fe, un hospital, con estancias, enfermería, dos plantas para dividir a los enfermos por sexo, una zona para resguardar a los enfermos agresivos, un comedor, una lavandería, una zona de baños y oficinas, una cancha y una barda perimetral a la que dedicó los últimos esfuerzos de su vida “para que ellos puedan estar más tiempo libres”. Víctima de un derrame en la zona del esófago, a los cincuenta y cinco años de vida, aferrándose al mundo, que le quitó un hijo, pero le dio a más de 150 enfermos que cotidianamente compartían la vida con él; Don Francisco Arce murió Francisco Arce dejando un gran legado de fe: el lunes 28 de enero de 2008, a las 3 P. M., en la memoria de Santo Tomás de Aquino, falleció el Contador Público FRANCISCO ROMAN ARCE ALARCON, quien fuera Director Fundador del Centro de Rehabilitación para enfermos Mentales “Cristo de la Misericordia” A. C. Francisco Román nació en Acapulco, Gro. el 13 de Febrero de 1952, hijo de Pantaleón Arce y Victoria Alarcón. Sus hijos: Francisco (+) Brenda y Glendia. Casado con Eva Glendia Testa Gómez, en 1973. Egresado Contador Público por la UAG. Un servidor pudo acompañar muy de cerca, parte de su proceso humano y cristiano, cuando desde hace 18 años, en 1990, Francisco inició la fundación del centro Granja de la Vida, de Alcohólicos Anónimos, en Arroyo Seco. El 13 de Octubre de 1993 constituyó la Asociación Civil que dio origen al “Cristo de la Misericordia”, ante la fe del Notario Público Número 18 Dr. Cuauhtémoc García Amor. Desde entonces, Tres Palos ha sido centro de referencia para la verdadera caridad pastoral, pues miles de enfermos mentales, fundamentalmente jóvenes, encontraron en el Centro de Rehabilitación la verdadera Misericordia en Cristo, una casa donde el que sufre, encontraba cobijo y atención. Casa que siempre estuvo en el corazón de nuestro Primer Arzobispo Monseñor Rafael Bello Ruiz; y cuya estafeta bien ha sabido retomar el actual Monseñor Felipe Aguirre Franco. Cual nuevo Francisco, sintió que el Señor Jesús le decía: “Reconstruye mi Iglesia”, cuando en 1997 el huracán Pauline arrasó con la Casa de la Cristiandad. Con prontitud organizó a los cursillistas para la recuperación de lo poco que quedaba, y posteriormente la restauración de la Casa y la superación del trauma que en muchos provocó verla en total destrucción. El 7 de Octubre de 2003 fue nombrado Presidente del Secretariado Arquidiocesano de Cursillos de Cristiandad, recuperando espacios importantes que el Movimiento había descuidado. Posteriormente, en los últimos años, incursionó con el Movimiento en la Costa Chica, alcanzan la realización de varios Cursillos de hombres y mujeres en Cruz Grande. Hombre de fe íntegra, siempre dispuesto al servicio, activista, fogueado en la cruz, hermano de todos. Critico, pero fundamentalmente obediente a la jerarquía eclesiástica. Entusiasta, alegre. Profundamente enamorado de su familia. Sufrió a la Iglesia, amó a la Iglesia, murió, al fin, HIJO DE LA IGLESIA. Descansa en paz, hermano Francisco, sin duda ya escuchas las palabras del Buen Pastor: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel;… entra en el gozo de tu Señor” (Mt 25, 21). El próximo Domingo de la Divina Misericordia, 11 de Abril de 2010, tendrá lugar en el Centro de Rehabilitación para Enfermos Mentales Cristo de la Misericordia la Santa Misa presidida por el Arzobispo de Acapulco Monseñor Felipe Aguirre Franco, en punto de las 3 P. M. ¡Participa con nosotros!

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