DISCURSO
DIA INTERNACIONAL DE LA
TOLERANCIA
Chilpancingo de los Bravo, Gro.
30 de Noviembre de 2015
Consejo Interreligioso de Guerrero.
Agradezco
la invitación a participar en este acto tan importante para el Estado de Guerrero,
para México y para el Mundo. Saludo al Señor Secretario de Gobierno del Estado
de Guerrero, al Presidente Municipal de Chilpancingo y a quien está al frente
de la Subsecretaría de Asuntos Religiosos, a sus colaboradores y a quien viene
de parte de la Dirección Federal de Asuntos Religiosos. Saludo a todos los
miembros del Consejo Interreligioso de Guerrero y a todos los que hoy han
acudido a este llamado: Ministros Religiosos y Fieles de las diferentes
Iglesias; a todos les saludo con mucho cariño y les quiero expresar el
significado que para mí tiene este Día Internacional de la Tolerancia.
Hoy es
la oportunidad de reconocer el creciente peligro que representan quienes
quieren dividir, y el llamado a
comprometernos a forjar un camino marcado por el diálogo, la cohesión social y
el entendimiento mutuo, - esto lo expresó el Secretario General de la ONU -, y
esta celebración del Día Internacional de la Tolerancia ha sido una iniciativa
con la que se quiere poner un cimiento firme para la paz, que hoy es una
urgencia en el tiempo que estamos viviendo tan caótico, tan revolucionario, por
eso quiero resaltar cómo en la tolerancia entra el llamado para que desde niños
aprendamos a ser tolerantes y poder construir la tolerancia desde la familia
hasta los altos niveles de gobierno, en el patio de una escuela, en una
Universidad, en un Café, pareciera que es ahí donde se tiene que cultivar la
tolerancia.
Quiero
hoy marcar algunos elementos de cómo luchar contra la intolerancia y quiero
empezar por mencionar esta reflexión que hacía: “¿cómo es posible que se marque
que los que tenemos el problema de intolerancia somos los que anunciamos el
Evangelio o anunciamos alguna doctrina religiosa?”; es increíble que sea donde
más se refleje la intolerancia, pero la intolerancia es una realidad que se
vive en nuestro mundo y los aspectos que nos invitarán a luchar contra la
intolerancia será, primero tener marcos legales claros: Los Gobiernos deben de
aplicar la ley sobre derechos humanos, prohibirlos los crímenes y las
discriminaciones contra las minorías independientemente de que se cometan por
agresiones públicas, privadas, o individuo. El Estado debe garantizar un acceso
igualitario a los tribunales de justicia, a los responsables de derechos
humanos y a los defensores del pueblo para evitar que las posibles disputas se
resuelvan por la violencia. La intolerancia también nos pide que tengamos
educación, la lucha contra la intolerancia nos pide educación. Las leyes son
necesarias, pero no suficientes para luchar contra la intolerancia, y los
prejuicios individuales.
La
intolerancia nace a menudo de la ignorancia y del miedo, miedo a lo
desconocido, miedo al otro, miedo a la cultura, a las organizaciones distintas.
La intolerancia también surge de un sentido exagerado del valor de lo propio y
de un orgullo personal, religioso o nacional
exacerbado. Estas nociones se aprenden a una edad muy temprana, por eso
será necesario poner énfasis en la educación y enseñar la tolerancia y los
derechos humanos a los niños para animarles a tener una actitud abierta y
generosa hacia el otro. La educación es una experiencia vital que no empieza ni
termina en la escuela; los esfuerzos para proveer la tolerancia por la
educación no tendrán éxito si no se
aplican a todos los grupos y en todos los entornos, en casa, en la escuela, en
el lugar de trabajo, que las transmitan las fuerzas del orden en el ámbito
cultural y en los medios sociales.
Yo he
estado haciendo una propuesta muy concreta a propósito de la situación que
vivimos hoy en Guerrero y como una manera de desactivar la violencia y la
inseguridad, y es que podamos implementar formas específicas de educación en
todos los niveles, hacia dentro de las iglesias, en los funcionarios públicos,
en los que ejercen la justicia en el campo o mundo del poder judicial, a los
que legislan, todos necesitamos educación para poder contrarrestar la
intolerancia.
La
lucha contra la intolerancia requiere
también de acceso a la información, la intolerancia es especialmente peligrosa
cuando individuos o grupos de individuos la usan con fines políticos o
territoriales, identifican un objetivo y desarrollan argumentos falaces,
manipulan los hechos y las estadísticas y mienten a la opinión pública con
desinformación y prejuicios. La mejor manera de combatir esa política es
proveer leyes que protejan el derecho a la información y la libertad de prensa,
muy importante es tener información objetiva y es algo que nos urge, tener
información objetiva ante todas las situaciones de conflicto cuando el pueblo,
los grupos, las asociaciones requieren de información, es muy importante tener
esa información, luchar contra la intolerancia requiere una toma de conciencia
individual, la intolerancia de la sociedad es la suma de las intolerancias
individuales de todos sus miembros.
La
intolerancia religiosa, los estereotipos, los insultos y las bromas raciales
son ejemplo de intolerancia que se vive en lo cotidiano. La intolerancia lleva
a la intolerancia y para luchar de forma efectiva es necesario que cada uno
examine su papel en el círculo vicioso que lleva a la desconfianza y a la
violencia en la sociedad; todos debemos preguntarnos, ¿soy una persona
tolerante? ¿Juzgo a los otros con estereotipos, rechazo a los que me parecen
diferentes a mí?
Luchar
contra la intolerancia exige soluciones locales, los problemas que nos afectan
son cada vez más globales, pero las soluciones deben ser locales, casi
individuales, ante una escalada de intolerancia, los gobiernos o las
instituciones no pueden hacer o actuar solos, todos formamos parte de la solución, tenemos una enorme fuerza a
la hora de enfrentarnos a la intolerancia. La no violencia puede ser una
herramienta muy efectiva para confrontar los problemas crear un movimiento,
demostrar solidaridad por las víctimas de la intolerancia o desacreditar la
propaganda fomentada por el odio.
Finalmente
creo que es muy importante y creo que
será lo mejor que podemos llevarnos de compromiso después de una celebración
del Día Internacional de la Tolerancia es promover la Tolerancia. ¿Cómo podemos
promover la tolerancia? La tolerancia no es indulgencia o indiferencia, la
tolerancia es el respeto y el saber apreciar la riqueza y la variedad de las
culturas en el mundo y las distintas
formas de expresiones de los seres humanos, la tolerancia reconoce los derechos
humanos universales y las libertades fundamentales de los otros, la gente es
naturalmente inmensa.
Sólo
la tolerancia puede asegurar la supervivencia de comunidades mixtas en cada
región del mundo, qué importante es que entendamos que la tolerancia en el
marco del derecho internacional sobre derechos humanos implica el que se vayan haciendo las
legislaciones y los instrumentos propios para florecer para todos la igualdad
de oportunidades en todos los grupos e individuos de la sociedad, la
injusticia, la violencia, la discriminación y la marginación son las formas más comunes de intolerancia, clave
para fomentar la tolerancia es la educación para luchar contra estas formas de exclusión y ayudar a
los jóvenes a desarrollar una actitud independiente y un comportamiento ético,
la diversidad de religiones, culturas y etnias no debe ser motivo de conflicto
sino un motivo de orgullo descubriendo la gran riqueza que entre todos
constituimos. Muchas Gracias.
+Carlos Garfias Merlos
Arzobispo
de Acapulco
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