EL GRANDE PAPA
BENEDICTO XVI
Y LA
ARQUIDIOCESIS DE ACAPULCO
Pbro. Lic.
Juan Carlos Flores Rivas
Hoy sábado 31 de diciembre de 2022, siendo las 9.34 de la mañana -hora de El Vaticano- ha fallecido el Grande Papa Benedicto XVI.
El actual arzobispo de Acapulco, debe a este grande Papa el haber sido nombrado el 9 de junio de 2005 como séptimo Obispo de Tapachula.
Descansa en paz el "humilde colaborador de la viña del Señor".
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El año
2005, encontró a nuestra Iglesia diocesana, en la celebración de un Año Jubilar
(del 25 de enero de 2005 al 25 de enero de 2006) con motivo de los 450 Años de
la Fundación de la Parroquia de Acapulco, cuya heredera histórica es la actual
Nuestra Señora de la Soledad, que ostenta también los títulos de Sagrario y
Catedral. Este jubileo se enmarcó en el Año de la Eucaristía, que ya había
convocado con anterioridad el Papa Juan Pablo II.
El 19 de abril de 2005, era elevado al Solio Pontificio el cardenal Joseph Aloisius Ratzinger, como 265 Papa de la Iglesia Católica, sucediendo al Papa Juan Pablo II, con el nombre de Benedicto XVI.
El 8
de Junio de 2005, dos meses después, los Obispos de la Región Pastoral Sur, en ese
entonces: Monseñor Felipe Aguirre Franco, Arzobispo de Acapulco y Administrador
Apostólico de Chilpancingo-Chilapa; Juan Navarro Castellanos, Obispo Auxiliar
de Acapulco; Monseñor Rafael Bello Ruiz, Arzobispo Emérito de Acapulco; Alejo
Zavala Castro, Obispo de Tlapa; Miguel Giles Vázquez, Obispo de Ciudad
Altamirano; y Salvador flores Huerta, Obispo de ciudad Lázaro Cardenas; en un
Mensaje a la Región Pastoral, retomaban el tema de la sucesión en el título:
“La muerte de Juan Pablo II y elección de Benedicto XVI”.
“.- En primer lugar, agradecemos los bienes recibidos por
medio del ministerio del Papa Juan Pablo II (q.e.p.d.) en favor de toda la
Iglesia: su cariño por los fieles, su entrega por todos, nos han marcado
hondamente; viviendo una profunda fe, una esperanza cimentada en el triunfo de
Jesús sobre la muerte y el pecado, y una caridad viva y fecunda. El, ofreciendo
su servicio y entrega, nos ha anunciado el amor que viene de Dios, siendo
ejemplo su trato respetuoso y cariñoso a niños, jóvenes, enfermos, presos,
familias, sacerdotes, obispos, seminaristas, religiosas, religiosos, laicos,
misioneros, ricos, pobres, profesionistas, artistas y otros.
.- En segundo lugar, su legado como Papa. Juan Pablo II
tuvo una experiencia sin igual del mundo y de la historia, que nos impulsa a
continuar la Nueva Evangelización, nueva en su ardor, nueva en sus métodos y
nueva en sus expresiones (cfr. Santo Domingo No. 28). Durante su ministerio, el
Papa promovió una nueva Civilización del Amor, venciendo así, odios entre razas
y pueblos, entre sistemas totalitarios, generando nuevas expresiones de vida y
libertad. Cimentó con su ejemplo y enseñanza, la moral cristiana que necesita
el hombre de hoy, valorando al máximo la vida del ser humano...
.- En tercer lugar, todo el testimonio de Juan Pablo II
nos deja a nosotros, como Región Pastoral Sur, un enorme trabajo por realizar
en bien de nuestras Diócesis
- A pesar de la tristeza que nos causo la partida de
Juan Pablo 11, nuevamente comprobamos y experimentamos que el Espíritu Santo no
abandona a su Iglesia, manifestando en forma clara su voluntad en la elección
del nuevo Papa Benedicto XVI, a quien, como Región Pastoral Sur, nos adherimos
con fe firme.”
El
19 de Septiembre de 2005, Monseñor Aguirre, en la Circular 652, comunicaba su
ida a Roma para la Visita Ad limina
apostolorum –la única formalmente- con el Papa Benedicto XVI, a la que
asistiría también su Auxiliar Monseñor Navarro. En esa ocasión le presentó el Proyecto de Construcción de la nueva Catedral de Acapulco, que el Papa Bendijo con
gusto, haciendo extensiva la bendición a todo el pueblo de Dios que peregrina
en la Costa guerrerense. De igual manera se le obsequió al Papa una bella pintura del acapulqueño Raúl Fombona, con una alegoría de la devoción de Acapulco a la Virgen Santa María de Guadalupe, Reina de los Mares, en su altar submarino en el islote de la Yerbabuena.
El
25 de enero de 2006, Benedicto XVI publicó su primera encíclica, que algunos
llegan a calificarla como la más luminosa de su magisterio: Deus Caritas Est. E
inmediatamente, Monseñor Aguirre retomaba en su mensaje de Cuaresma en el mes
de marzo de ese mismo año el magisterio de Benedicto XVI. Con el título
Cuaresma, tiempo de conversión y renovación; el mensaje iba signado también por
el Arzobispo Emérito Monseñor Bello y por el Obispo Auxiliar Monseñor Navarro:
“El amor de Dios para nosotros es una
cuestión fundamental para la vida y plantea preguntas decisivas sobre quién es
Dios y quiénes somos nosotros” (Deus est caritas). Y retoma el mensaje
pontificio de Cuaresma: “La cuaresma es
el tiempo privilegiado de la peregrinación interior hacia Aquél que es la
fuente de la misericordia. Es una peregrinación en la que Él mismo nos acompaña
a través del desierto de nuestra pobreza, sosteniéndonos en el camino hacia la
alegría intensa de la Pascua”. El 21 de mayo de 2007, en la Circular 666,
recordaba las palabras de Benedicto XVI: “El
Óbolo de San Pedro es la expresión más típica de la participación de todos los
fieles en las iniciativas del Obispo de Roma en beneficio de la Iglesia
Universal. Es un gesto que no sólo tiene valor práctico, sino también una gran
fuerza simbólica, como signo de comunión con el Papa y de solicitud por
necesidades de os hermanos; y por eso su servicio posee un valor muy eclesial”
(Discurso 25.feb.2006). Esta misma cita la retomará una vez más en la Circular
675, el 19 de Junio de 2008, motivando nuevamente la colecta.
El
6 de Junio de 2008, Monseñor Aguirre, en la Circular 674, anunciaba la próxima
apertura en la Arquidiócesis de Acapulco, del Año Paulino convocado por
Benedicto XVI, que coincidiría con los 50 años de la Diócesis.
El
magisterio e Benedicto XVI iluminará nuestra realidad diocesana una vez más,
cuando el 29 de Enero de 2009, Monseñor Aguirre, en la Circular 681, anuncia la
inauguración de la Adoración perpetua del Santísimo Sacramento en Acapulco:
“En su
Exhortación Apostólica post-sinodal "Sacramentum Caritatis",
Benedicto XVI centra la enseñanza de la Iglesia en el carácter fundamental de
la adoración eucarística en la vida eclesial, a través de una llamada a la adoración
perpetua, dirigida a los pastores, obispos y sacerdotes y al pueblo de Dios:
"... juntamente con la asamblea sinodal, recomiendo ardientemente a los
Pastores de la Iglesia y al Pueblo de Dios la práctica de la adoración
eucarística, tanto personal como comunitaria. A este respecto, será de gran
ayuda una catequesis adecuada en la que se explique a los fieles la importancia
de este acto de culto que permite vivir más profundamente y con mayor fruto la
celebración litúrgica. Además, cuando sea posible, sobre todo en los lugares
más poblados, será conveniente indicar las iglesias u oratorios que se pueden
dedicar a la adoración perpetua..." (Sacramentum Caritatis, n° 67).
Con motivo de la Solemne Celebración de nuestro
Jubileo de Oro por la Erección Canónica de nuestra Diócesis, secundando este
llamamiento del Papa Benedicto XVI, también en Acapulco deseamos concretizar un
anhelo expresado anteriormente por muchos fieles de nuestra Arquidiócesis:
instituir una capilla de adoración perpetua al Santísimo Sacramento.”
El
13 de Febrero de 2009, Benedicto XVI nombraba al Obispo Auxiliar de Acapulco
Monseñor Juan Navarro Castellanos como V Obispo de Tuxpan, Veracruz, después de
cinco años de fructuoso ministerio entre nosotros.
Para
el 24 de Junio de 2009, Monseñor Aguirre proclamaba la Circular 687: “Hemos
iniciado solemnemente el Año Jubilar Sacerdotal (19.06.09 -11.06.2010) que el
Papa Benedicto XVI, a través de la Sagrada Congregación para el Clero, nos ha
convocado a celebrar, al cumplirse el 150° aniversario de la muerte del Santo
Cura de Ars, San Juan María Bautista Vianney, verdadero ejemplo de Pastor al
servicio del rebaño de Cristo. "Será un Año para redescubrir la belleza y
la importancia del Sacerdocio y de cada Sacerdote, sensibilizando a todo el pueblo
santo de Dios: Los consagrados y las consagradas, las familias cristianas, los
que sufren y, sobre todo, los jóvenes tan sensibles a los grandes ideales
vividos con auténtico empuje y constante fidelidad. El título felizmente
elegido por el Santo Padre para tal Año camina en esta dirección:
"Fidelidad de Cristo, fidelidad del Sacerdote", y que quiere indicar
la primacía absoluta de la gracia, "Nosotros amamos porque Él nos amó
primero " (1 Jn 4,19). Y terminaba: “pidiéndole –a María- que suscite en cada
presbítero un generoso y renovado impulso de los ideales de total donación a
Cristo y a la Iglesia que inspiraron el pensamiento y a tarea del Santo Cura de
Ars”. Y continuará la Motivación a los sacerdotes, del 22 de Julio de 2009, en
la Circular 689: “El Santo Padre con motivo del Año Sacerdotal, nos recuerda
encarecidamente que: “En este año desea contribuir a promover el compromiso de
renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico
en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo…” (Cfr. Carta a los sacerdotes
19.6.2009)
Otro
de los grandes temas del magisterio de Benedicto XVI que iluminaron nuestra
realidad eclesial diocesana, aparece en la Circular 694 del 30 de Marzo de
2010, cuando Monseñor Aguirre convoca a la Colecta anual a favor del Seminario
de Acapulco: “Quiero invitarlos a continuar fomentando en nuestras parroquias las
vocaciones a la vida sacerdotal, impulsando la oración por las vocaciones y por
los sacerdotes en este año especial de gracia. Recordemos lo que nos ha dicho
el Papa Benedicto XVI: Durante este Año Sacerdotal... oremos por todos los sacerdotes. Que se
multipliquen en las Diócesis, en las parroquias, en las comunidades religiosas
(especialmente en las monásticas), en las asociaciones y los movimientos, en
las diversas agregaciones pastorales presentes en todo el mundo, iniciativas de
oración, y en particular, de adoración eucarística, por la santificación del
clero y por las vocaciones sacerdotales, respondiendo a la invitación de Jesús
a orar "al dueño de la mies que envíe obreros a su mies" (Mt 9,38). La oración es la primera tarea, el verdadero
camino de santificación de los sacerdotes y el alma de la auténtica pastoral
vocacional” (Audiencia General del 1
de
Julio de 2009).
Pero el “premio mayor” fue
concedido a la Arquidiócesis de Acapulco por Benedicto XVI –y a un servidor
tocó dar la feliz noticia a los medios locales de comunicación-, cuando el 7 de
Junio de 2010 conocíamos el nombramiento de Monseñor Carlos Garfias Merlos,
como nuevo Arzobispo de Acapulco. Hasta entonces Monseñor Garfias era Obispo de
Ciudad Nezahualcóyotl por siete años. La toma de posesión tendría lugar el
jueves 22 de Julio en el Centro Internacional Acapulco.
Monseñor Aguirre lo comunicaría a
todo el pueblo de Dios con la Circular 696 del 14 de Junio de 2010, indicando
también que Monseñor Garfias recibiría de manos de Benedicto XVI el Palio
Arzobispal el mismo 29 de Junio en la Basílica de San Pedro en El Vaticano.
El 28 de febrero de 2013, cimbra a toda la Iglesia al formular su renuncia, dando paso a la elección del actual Papa Francisco. Desde entonces permanece en oración en el monasterio Mater Ecclesiae, al interior de la ciudad de El Vaticano, hasta su muerte.
¡Gracias Benedicto XVI, por todas
las muestras de amor pastoral para Acapulco!
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