50 AÑOS DE LA IMAGEN DE SANTA MARIA DE GUADALUPE EN EL FRACCIONAMIENTO MOZIMBA.
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.
El 12 de Diciembre de 1960, se realizó la Bendición de la Imagen de la Virgen de Guadalupe en el lugar donde sería su Santuario en el Fraccionamiento Mozimba, por el Siervo de Dios, Primer Obispo de Acapulco, Monseñor José Pilar Quezada Valdés. Evento organizado por el Párroco de Nuestra Señora del Carmen en el Barrio del Hueso, Presbítero Guillermo Olmedo Jaimes, jurisdicción a la que pertenecía en ese entonces el Fraccionamiento Mozimba.
Este gozoso acontecimiento del Traslado de la Preciada Imagen de Guadalupe, será celebrado de manera particular, el próximo Domingo 12 de Diciembre de 2010, por el actual Párroco del Carmen y su feligresía, acompañados por la Comunidad Betania, la Comunidad del Camino Neocatecumenal, la Renovación
Carismática Católica en el Espíritu Santo y el Grupo Asociación de Laicos para la Evangelización y Catequesis, para fortalecer la tradición Guadalupana, con una Santa Misa a las 6 P. M. en el Templo del Carmen, y terminando la Misa con una Peregrinación del Barrio del Hueso, hasta el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en el Fraccionamiento Mozimba.
Será recordado de manera particular el Padre Olmedo, quien apenas el pasado 26 de Agosto de 2010, a las 2 A. M., falleció aquejado de sus enfermedades, a la edad de 88 años, 58 años de sacerdote, 36 años de servicio en la comunidad parroquial de Mozimba, primero como Vicario Fijo, después como Párroco, y últimamente como Colaborador.
El Padre Olmedo es recordado por todos con especial afecto, por su gran devoción guadalupana, que le llevó a construir el actual Santuario de Guadalupe en Mozimba, y que Dedicó Solemnemente el 24 de Octubre de 2001 Monseñor Felipe Aguirre Franco, Arzobispo de Acapulco; con motivo de las Bodas de Oro Sacerdotales del Padre Olmedo. Todos recordamos sus grandes angustias, y las grandes penalidades que el Padre Olmedo padeció para llevar a feliz término esta colosal empresa.
En 1960, cuando la Sagrada Imagen de Guadalupe fue trasladada de la Parroquia del Carmen a la pequeña Capilla en el Fraccionamiento Mozimba, eran las Hermanas Carmelitas Misioneras de Santa Teresa, quien ya desde años antes llegaron al Fraccionamiento para fundar el Sanatorio del Sagrado Corazón de Jesús, las que sostenían la vida espiritual de esa comunidad parroquial en ciernes, especialmente la bien recordada Madre Clementina López –de feliz memoria-. Junto con las religiosas, las ilustres Señoritas catequistas Guadalupe y Margarita Torres Lobatón, apoyadas por sus papás, su hermano Agustín, y sus sobrinos, entre los cuales el actual Padre Pedro a quien apodaban “perico”.
Ante esa Sagrada Imagen de Guadalupe, que ahora cumplirá 50 Años de su traslado, celebraron su CANTAMISA, primero el Padre Pedro Torres García, un 30 de Junio de 1987; y después el Padre Juan Carlos Flores Rivas, un 26 de Enero de 1994. Ambos acompañados por Monseñor Rafael Bello Ruiz y por el Párroco benemérito Guillermo Olmedo Jaimes, y toda la feligresía que daba gracias a la Santísima Madre de Guadalupe por estos hijos suyos.
A ese Santuario de Guadalupe, llegan año con año miles de fieles acapulqueños a manifestar su pleitesía a la Madre del Cielo, siendo éste Santuario, el segundo en número de peregrinos a donde acuden, después de la Santa Iglesia Catedral.
Toda Ciudad Católica procede, en la medida que se consolida la fe, a construir un Santuario propio a la Virgen de Guadalupana, con la finalidad de que a ese Santuario todos los fieles de una determinada comunidad católica encaminen sus pasos para honrar de manera permanente a la Virgen Santísima.
Hace cincuenta años, cuando la Ciudad de Acapulco comenzaba su despliegue poblacional, fruto principalmente de la consolidación de diversos proyectos turísticos que provocaron una invasión de habitantes procedentes de todas las partes del Estado de Guerrero, con el surgimiento de nuevas Colonias como la Progreso, y Fraccionamientos como el de Mozimba, el Siervo de Dios Monseñor José Pilar Quezada Valdés determinó que el Santuario Guadalupano se construyera en el lugar donde hoy lo conocemos, sin duda condicionados por la similitud que guarda ese lugar, al pie de dos montañas (la que ocupa la Unidad Habitacional Adolfo López Mateos –llamada por el vulgo Los Palomares”-, y la que ocupa el Fraccionamiento Mozimba), con la ubicación de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, en la Villa, al pie de la colina santa del Tepeyac, en la Ciudad de México.
Tocó al entusiasta Padre Jorge Parra Martínez, ya desde el año 1955, promover la adquisición del predio donde se construiría el actual Santuario guadalupano, solicitando a la Fraccionadora Mozimba el lote correspondiente. De la misma manera, el Padre Parra apoyó decididamente la construcción del Sanatorio del Sagrado Corazón de Jesús, para que las Hermanas Carmelitas Misioneras de Santa Teresa fueran desde sus orígenes, quienes impulsaran la vida religiosa de la comunidad cristiana naciente, y el culto guadalupano, como en efecto lo hicieron.
Tocó a la Madre Clementina López, durante años, atender las celebraciones de la Palabra que se realizaban en la pequeña Capilla original, y en las festividades guadalupanas decembrinas organizar peregrinaciones, recibirlas y predicarles el amor y la piedad a la Santísima Virgen. Todos los que recordamos a la Madre Clemen, sabemos de su grande amor a la Virgen, su atención a los niños en la catequesis, y su gran fidelidad y obediencia a los sacerdotes. Después de ella, muchas otras religiosas entregaron su vida por la evangelización de esta preciada comunidad de Mozimba, injusto sería desconocerlas, pero particularmente la Madre Angelica Pérez Villa, quien promovió las fiestas guadalupanas en todo su esplendor, y apoyó con entusiasmo la construcción del actual Santuario, apoyada siempre por su Superiora la Madre Angelita Guadarrama.
El pueblo sencillo canta con mucho gozo: “Su llegada llenó de alegría, de luz y armonia todo el Anahuac”, y esa experiencia de gracia es lo que ha provocado en Mozimba la presencia de la Sagrada Imagen de Guadalupe que ahora cumple 50 años de ser el objeto de todo el amor y la piedad de los fieles: sacerdotes, religiosas, laicos de todas las clases sociales, que ven en la Dulce y Santa Madre, un consuelo y un baluarte. 50 años de presencia misericordiosa que han redundado en frutos abundantes de vida cristiana y que ahora da gracias de tantas y tantas bendiciones.
¡Te esperamos a celebrar este gozoso acontecimiento! ¡Acompáñanos!
¡VIVA SANTA MARIA DE GUADALUPE EN MOZIMBA!
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