12 DE DICIEMBRE DE 1958 PROCLAMACION DE SANTA MARIA DE GUADALUPE COMO REINA DE LOS MARES.
Pbro. Lic. Juan Carlos Florers Rivas.
La crónica de aquél jubiloso acontecimiento, redactada por el insigne Padre Lauro López Beltrán, reconocido internacionalmente como “Apóstol Guadalupano”, quien estuvo presente en aquél memorable momento nos dice:
“El entusiasmo se agigantó al llegar la preciosa Imagen al Puerto de Acapulco, siendo la recepción porteña todo un contagio de fervor y una explosión de cálido homenaje. Con muchas horas de anticipación, el 10 de diciembre de 1958, una multitud de 20 mil personas se reunió en el punto conocido como La Garita, para recibir la sagrada Imagen, que llegó a ese lugar en punto de las 21: 30 horas, estallando el júbilo de los creyentes. El desfile prosiguió durante dos horas y media, hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, donde el Señor Cura don Jorge Parra Martínez, recibió la imagen con la multitud que llenó el templo, la plaza y las calles contiguas a las 23: 10 horas. La procesión acompañó con antorchas, símbolo de su eterno amor por la Madre de Dios… la sempiterna fiesta profana que es Acapulco, se suspendió para recibir a la Madre de Dios. Durante toda la noche fue ininterrumpida la visita de los fieles durante los días siguientes, teniendo especial expresión la bendición de los niños. Igualmente, los clavadistas de La Quebrada, en la noche del 11 de Diciembre, ofrecieron sus clavados en homenaje a la Reina de los Mares con un tod}tal de 25 clavados de diverso tipo.
El día esperado, 12 de diciembre, la maniobra de traslado de la Imagen comenzó a las 11 hrs. cuando la Virgen fue llevada del Templo Parroquial hasta el malecón acompañada de miles de católicos. En ese lugar, fue colocada en un pangón de manera que su traslado por mar fuera seguido por multitud de embarcaciones. Al llegar al Islote de la Hierba Buena. El Padre Parra, acompañado por el Padre Lauro López Beltrán, concelebraron la Santa Misa en el Yate “Ave de Tahití”, para al terminar, proclamar solemnemente a la Santísima Virgen de Guadalupe como Reina de los Mares y proceder a su colocación en el altar submarino preparado para el caso.
En punto de las 13: 30 horas, con voz potente, en alta mar, el Padre Parra proclamó, que por voluntad de todos los hombres y mujeres del mar, navegantes, deportistas y pescadores, desde ese momento se reconocía a la celestial Señora como Protectora. Acto seguido se inició el vertimiento, y la Imagen fue colocada en su trono submarino, la maniobra fue auxiliada por destacados miembros de la Basa Naval de Icacos, entre los cuales el célebre “Comando Submarino”. Como colofón a esta sin par y devota ceremonia que tuvo resonancia universal, tanto por la prensa del D. F., como por la radiodifusora local, se escucharon las notas marciales de nuestro inspirado y precioso Himno Nacional Mexicano. Sus estrofas fueron coreadas por toda la multitud, que acompañaba no solo en lanchas. El Padre Lauro da fe de que el islote estaba copado de personas que se habían colocado con anterioridad, y miles seguían el acto desde las playas tanto de la Isla de La Roqueta, como desde Caleta y Caletilla, y de los hoteles y casas aledañas. Desde entonces podemos proclamar con orgullo, que: ¡EN ACAPULCO TODOS SOMOS JUAN DIEGO, PORQUE SANTA MARIA DE GUADALUPE ES REINA DE LOS MARES!
Te invitamos a celebrar este Aniversario 50: Santa Misa Presidida por el Arzobispo de Acapulco Felipe Aguirre Franco, 12 hrs. Viernes 12 de Diciembre de 2008. En el muelle entre Caleta y Caletilla.
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