SAN PABLO Y LOS 97 AÑOS DE MONSEÑOR SILVINO MORENO

LA IMAGEN DE SAN PABLO VISITA ALTA PROGRESO EN EL CUMPLEAÑOS DE MONSEÑOR SILVINO MORENO RENDON.
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.

Ya el bien recordado Papa Juan Pablo II, cuando escribía su carta Tertio Millennio Adveniente, como preparación al Gran Jubileo del Año 2000, nos enseñaba que los jubileos particulares deben ser vistos, y por lo tanto integrados, “como en un único río, al que muchos afluentes vierten sus aguas” (cfr. TMA 25).
Esta realidad espiritual la pudimos vivir en el Infonavit Alta Progreso, el pasado Sábado 13 de Septiembre, en la Memoria litúrgica de San Juan Crisóstomo, cuando la visita de la Imagen Peregrina del Apóstol San Pablo, que inició su recorrido en la Parroquia del Infonavit El Coloso, llegó finalmente a la Parroquia de San Felipe de Jesús, al centro de la parte alta del anfiteatro que rodea la espléndida Bahía de Santa Lucía, precisamente en el día que celebramos los 97 años de vida de Monseñor Silvino Moreno Rendón, quien funge como Párroco.
Monseñor Felipe Aguirre Franco, Arzobispo de Acapulco, presidió la Eucaristía onomástica para festejar a Monseñor Silvino, y en la homilía hizo un parangón entre el apóstol de las gentes, San Pablo; San Juan Crisóstomo, cuya fiesta litúrgica coincidió con la efemérides; y la larga y fructífera vida de Monseñor Silvino Moreno. Ambos (Pablo-Crisóstomo-Silvino): predicadores infatigables, que recorrieron pueblos y montañas agrestes, y que movieron las conciencias a no dejarse cómodamente atraer por el mundo, sino llamando en todo momento a la conversión; y siempre perseguidos, al grado que Monseñor Silvino describe su vida: “como fabricar una corona de espinas, pero siempre confiando en la grande misericordia de Dios que ha estado de mi lado, espero que me siga asistiendo hasta llegar al cielo” (Memorias).
Concelebraron la Eucaristía los presbíteros: Benigno García Alvarado, Párroco de San José en el Barrio de la Fábrica; y Miguel Contreras Ontiveros, Párroco de San Judas Tadeo en el Barrio de Tambuco.
Un importante número de feligreses participaron activamente de la Eucaristía, y al terminar, una ves festejada la visita de la Imagen de San Pablo y el homenajeado del día, compartimos los alimentos en la cripta de la Parroquia, y pudimos convivir alegremente, dando gracias a Dios por el “héroe de mil batallas” Monseñor Silvino, quien como San Pablo puede decir tranquilamente: “¡Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi!”. ¡Ad multos annos!