PROCESION DE LA REINA DE LOS MARES AL CERRO DE EL ENCINAL.

PROCESION DE LA REINA DE LOS MARES AL CERRO DE EL ENCINAL.
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.

El domingo 27 de abril del 2008, tuvo lugar una singular procesión de la Reina de los Mares al punto más alto de la cordillera que circunda la Bahía de Santa Lucía, del Puerto de Acapulco.
El Cerro de El Encinal, cuya altura máxima alcanza los 640 metros sobre el nivel del mar, es el lugar señalado para realizar un viejo anhelo del decano del Presbiterio de Acapulco, Monseñor Silvino Moreno Rendón, quien con sus casi 97 años a cuestas, quiere construir un Monumento Votivo Regional a Cristo Rey de la Paz.
El bellísimo lugar sirvió en esta ocasion para que los grupos de motociclistas de Acapulco: ACa Riders y Andariegos, escoltarasn en singular procesion a la Reina de los Mares, como suelen hacerlo en otras ocasiones, pero ahora al encuentro de las alturas de Acapulco, para proclamar nuevamente a Acapulco como CIUDAD DE LOS REYES: CRISTO REY Y SANTA MARIA DE GUADALUPE, REINA DE LOS MARES.
Un gran número de motociclistas respondieron entusiastas a la convocatoria turnada a nuestro gran amigo Miguel Moreira, y raudos y veloces subieron los moticiclistas sorteando todo tipo de obstaculos, sobre todo la arena suelta que tiró por tierra a más de uno, no así los ánimos resueltos y valientes de los motociclistas.
El recorrido inició a las 11: 30 A. M. en la Parroquia del Niño Jesús, en la Calle Trece, Colonia Juan R. Escudero, lugar donde la Reina de los Mares se encontraba de visita, recorrió toda la Avenida Costera Miguel Alemán, y se dirigió al Cerro de el Encinal, de el Ejido de Carabali, donde el estruendo de las motocicletas llamaron la atención de todos, pues nunca había tenido lugar una singular concentración.
A las 2 de la tarde, Monseñor Silvino Moreno Rendón recibía a la Reina de los Mares e iniciaba la Santa Misa, invocando a la Santísima Virgen para que pronto se vea construido el monumento deseado.
Satisfechos, motociclistas y fieles que acompañaron, compartieron los alimentos, así como un riquísimio pan facilitado por Moreira, para emprender de nuevo el recorrido de regreso hasta la Calle 13.