LA DEVOCION A SANTIAGO APOSTOL EN LA ARQUIDIOCESIS DE ACAPULCO.
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.
SANTIAGO Y ESPAÑA.
Hacemos nuestro este grito de guerra.
Actualmente, a nivel universal, la devoción al glorioso Apóstol Santiago, tiene como centro de irradiación el Santuario de Santiago en Compostela, España. Siempre que la Fiesta del glorioso Apóstol Santiago cae en Domingo, todo el año es declarado Año Santo Compostelano, o también es llamado Año Xacobeo. Y esto consiste en que el Peregrino que camina hacia la tumba del Apóstol, que se conserva en la Ciudad española de la región de Galicia llamada Santiago de Compostela, puede ganar indulgencias al acercarse al santuario y cumplir por motivos de piedad su visita.
Desde la edad media, el Camino de Santiago es uno de los fenómenos de masa más significativos de la historia de la Europa Cristiana. Y a todos queda claro, por el número siempre creciente de peregrinos que realizan el importante recorrido de fe, que lo seguirá siendo por todavía muchos años más.
Sobre los caminos que conducen a la ciudad gallega se aventuran siempre cada vez más peregrinos, respondiendo a invitación de boca en boca, atraídos por la fascinación de los lugares y de la búsqueda de una dimensión interior y del silencio siempre más difícil de encontrar en nuestras ciudades llenas de tráfico, ruidosas y distractoras.
Pero lo que pocos saben, es que el Camino, o mejor los Caminos, hunden sus raíces en una historia milenaria, que es la historia de la misma Europa Cristiana.
El poeta alemán Goethe consideraba que la Europa había nacido “caminando peregrina a Compostela”. Los varios caminos, pero sobre todo el Camino Francés, fueron por siglos, la columna vertebral de la unidad de un continente disgregado y frágil.
Pocas personas ahora tienen poco claro el ligamen íntimo que existe entre Santiago de Compostela y la Tierra Santa, el lugar en el cual todo ha tenido origen. Acercarse a la tumba del Apóstol Santiago (el Mayor, hijo de Zebedeo, hermano de Juan), significa ir al corazón mismo de la experiencia cristiana. Con Pedro, Santiago fue testimonio de la Transfiguración gloriosa de Jesús y de la resurrección de la hija de Jairo. En el Getsemaní en cambio, se encontró de frente a la humillación y al sufrimiento de Jesús, que se hace obediente hasta la muerte.
Los papas, primero Juan Pablo II, y después Benedicto XVI, peregrinaron a Santiago de Compostela.
Un servidor, pudo recorrer a pie los 100 kilómetros reglamentarios para obtener un certificado escrito en latín, llamado "Compostela", desde una localidad llamada Sarria, en el Año Santo Compostelano 1999. Y puedo asegurar que es una experiencia espiritual plena de caridad y fraternidad. Pues en todos los peregrinos se encuentra un sentido de la solidaridad que pocas veces se puede experimentar, cuando se encuentra uno a alguien a la orilla de los caminos y se interesa en ellos, para auxiliarlos, encontrándose en el camino muchas nuevas amistades.
Muchos europeos retoman el Camino de Santiago, ahora llevados por experiencias de tipo ecologistas, como senderismo. Pero tarde o temprano se encuentran con una experiencia cristiana que les interpela y les invita a la conversión.
Para ganar el certificado llamado Compostela, se debe cubrir a pie 100 kilómetros, o 200 kilómetros en caballo o en bicicleta. En cualquiera de los lugares donde uno inicia el Camino, solicita una cartilla de debe ir sellando por todas la comunidades donde uno pasa, y le inscriben día y hora del recorrido, esa cartilla, al llegar al Santuario compostelano, se intercambia por la Compostela debidamente inscrita en el libro de peregrinos, que extiende el Cabildo de la Catedral-Basílica.
Al llegar a la última colina, de frente a la Ciudad medieval de Santiago de Compostela, la vista ofrece un espléndida panorama del conjunto arquitectónico, que hace levantar los ánimos del peregrino, y por eso el lugar es llamado el Monte del Gozo.
Al llegar a la Catedral-Basílica un importante conjunto arquitectónico conocido como el Pórtico de la Gloria, recibe al peregrino como una invitación a la contemplación de la gloria de Cristo, que comparte el glorioso Apóstol. Al ingresar a la basílica medieval, sube uno al altar adornado con imponentes figuras de plata, y después de visitar el Sepulcro del Apóstol, puede uno dar el Abrazo al Apóstol, pidiendo su intercesión a favor de las intenciones particulares.
Posteriormente puede uno ingresar por la Puerta Santa ara obtener las indulgencias.
SANTIAGO Y ACAPULCO.
Nuestra región de la Costa Chica, celebra explosivamente la Fiesta del Apóstol Santiago, ya que la evangelización originaria fue realizada por españoles que arraigaron la devoción al Apóstol en todos los pueblos. Se realizan fiestas que expresan en el folklore propio un grande gozo: carreras de caballos, nombramientos de Mayordomos, convivencias en la que se comparte el pan y la sal, y sobre todo la procesión con el Santo Apóstol, y en el centro de todos los festejos, la Santa Misa.
Especialmente, un importante número de localidades llevan el nombre de Santiago: Ometepec, Ayutla, Cuautepec, en el lado guerrerense; y Pinotepa Nacional en el lado oaxaqueño.
El historiador emérito de la UNAM, peter Gerhard, en su libro "Geografía histporica de la Nueva España. 1519-1821", nos transmite la noticia de que Santiago Ometepec es doctrina ya desde 1570, y que Santiago Cuautepec es doctrina auxiliar en 1760; estas fechas son importantes para datar el inicio de la devoción al Apóstol Santiago el Mayor en nuestra Costa Chica guerrerense y su posterior desarrollo. Para el caso de Ayutla, es hasta el Siglo XIX, en el registro de parroquias a pasar a formar parte del nuevo Obispado en la Costa del Mar del Sur o de Acapulco, presentado a la Corona –expediente localizado en el Archivo General de la Nación- donde aparece que la Parroquia de Ayutla tenía como Patrón a Santiago el Mayor. Una doctrina era el título de una Parroquia, cuando estaba a cargo de religiosos.
Para el estudio de las devociones, es importante rastrear la extensión de las mismas, ¿porqué esa devoción al Apóstol Santiago sólo la encontramos en Costa Chica, y no en Costa Grande? Porque la Costa Chica fue evangelizada en estas importantes poblaciones por Agustinos, provenientes de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús (que abarcaba México, Puebla y Oaxaca). Mientras que la Costa Grande fue evangelizada por Agustinos de una Provincia distinta: San Nicolás de Tolentino (que abarcaba Michoacán).
En la Ciudad y Puerto de Acapulco, hasta hace poco, pocas capillas llevan el nombre del glorioso Apóstol: una en lo alto del anfiteatro, en la colonia Guerrero es Primero (parte alta del Infonavit Alta Progreso) y otra más que hasta hoy no ha sido construida, en la colonia Antorcha Revolucionaria (parte alta del Infonavit José López Portillo-Fraccionamiento Mozimba).
De cualquier manera el pueblo costeño se alegra celebrando al glorioso Apóstol Santiago. Y en todos los casos, celebrar al Apóstol Santiago es acudir a las fuentes de la misma fe, de la cual los apóstoles se presentan como columnas sobre las que se construye el admirable edificio que es la Iglesia Santa y Católica.
¡Santiago: y Acapulco! ¡Santiago: y Costa Chica!
1 comentario:
Excelente relato para mi desconocido. Gracias Padre Juan Carlos. Santiago Apóstol ruega por nosotros. Amén.
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