jueves, 7 de octubre de 2010

EL DIRECTORIO DE LA PARROQUIA DE ACAPULCO ELABORADO POR EL SEÑOR CURA PASCUAL APRESA EN 1886.

EL DIRECTORIO DE LA PARROQUIA DE ACAPULCO ELABORADO POR EL SEÑOR CURA PASCUAL APREZA EN 1886.
 Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas.

Por la importancia que reviste para la historia del Siglo XIX de la Parroquia de Acapulco, el Directorio Parroquial elaborado por el Padre Pascual Apreza en 1886 bien vale la pena reproducirlo, resulta una crónica fresca, de primera mano, que esperamos guste a nuestros lectores. Importante, no solo para la Parroquia de Acapulco, sino también recoge noticias de toda la foranía, es decir, lo que hoy llamamos Costa Grande.
 Ya en el capítulo sobre la Vida Cotidiana transcribimos la primera parte, ahora presentamos el capítulo mayor que se titula:

 NOTICIAS DE LOS SEÑORES CURAS QUE HAN ASISTIDO A ESTA FORANIA Y DE LOS ACONTECIMIENTOS MAS NOTABLES DE SU TIEMPO.

 “Aunque en el archivo de esta Parroquia ninguna noticia se encuentra hasta el año 1830, sin embargo en un testimonio que existe en esta Parroquia informado por el Ayuntamiento de esta ciudad y por los señores ancianos de este pueblo que dicen, que por los años 1806 se recibió de Cura el Sr. D. José María de la Torre, hasta por los años de 1813. En esta época, como es por todos sabido los acontecimientos más notables fueron: la Independencia, el incendio de la ciudad, la llegada del Cura Morelos a este puerto, un fuerte huracán que hizo levantar el mar hasta bañar con sus olas las paredes de este templo que fue en agosto de 1810. En el año 1811 obtuvo de la Sagrada Mitra, licencia el mismo Sr. Cura José María de la Torre, para vender cinco casas de tejas y trece solares de obras pías ascendiendo la suma a cinco mil ciento veintisiete pesos cinco reales ($ 5, 127. 5 r), cuya cantidad dispuso el Sr. Provisor que quedara depositada en la tesorería del Arzobispado de México con el recibo de cinco por ciento anual. Dicha cantidad fue reclamada por el Ayuntamiento de esta ciudad en el año de 1856 exponiendo la necesidad que había de ella por no tener Iglesia parroquial; pero nunca consiguieron que fuera devuelta dicha cantidad. En el año de 1813 entró el Sr. Cura Morelos, aquí fue saqueada e incendiada esta ciudad en que pereció el archivo y los datos que existían de la Parroquia. En todo este tiempo como ya dijimos al principio estuvo sin Iglesia parroquial y solo se celebraba Misa en una pequeña casucha que estaba en donde está hoy la de la Sra. Doña Soledad Barrera. En el año de 1814 se recibió de este Curato el Sr. Cura D. Felipe Clavijo, el cual comenzó el nuevo archivo; trabajó invitando al pueblo a que levantaran la Capilla de Nuestra Señora de la Soledad, la que consiguió concluir por los años de 1822 con su cubierta de teja; se empeñó en construir los colaterales y habitarla de todos sus útiles y desde este tiempo se reconocen esta misma Casa Cural como suya a donación que hizo la Sra. Dña. (ilegible). Este sacerdote, no se si por su enfermedad o por cambios de temperamento, lo más estuvo en Texca en donde estableció un rancho y de allí hacía que los pueblos lo siguieren y amaren como a un amante padre; pero se distinguió más con la juventud que por donde quiera que iba, estaba rodeado siempre de estos pequeñuelos; pues tan luego lo veían, dejaban la casa de sus padres saliéndole al encuentro haciéndole males y festines. En Texca les dejó de recuerdos una grande campana y una hermosa custodia, según unos y según otros fue comprada anteriormente. En los años de 1830, a causa de la revolución que les amenazaba, se embarcó llevándose el archivo, la custodia y las cosas de más valor de la Parroquia para ponerlas en salvo: fue seguido por una gran parte del pueblo que según la común opinión fue a causa de que hubiera naufragado. En el mismo año se recibió de Cura el Dr. Fray Vicente de Jesús Barilla hasta el año de 1835, en que murió y fue enterrado en el camposanto que hoy llaman viejo, teniendo por Auxiliar al Sr. D. Juan Trinidad Cruz. Dichos sacerdotes son os primeros que aparecen en nuestro archivo. Las causas más notables de este tiempo fueron: la nueva Ley de la separación de los españoles del territorio Mexicano; el cólera que atacó fuertemente en el treinta y tres; el que el Gobierno proveyera los curatos como lo acostumbraban los virreyes; fue mandada la Provisión de prebendas; se derogó la coacción civil para el pago de diezmos; el Gobierno ocupó todos los bienes eclesiásticos y fundaciones piadosas; mandó también que emigraran todos los religiosos exceptuados y estuvieron en este puerto más de cien religiosos de ambos sexos para que abandonaran su Convento. Continuo administrando el Padre Cruz con el Padre Vicente Montaño que era de Coyuca el doce de Noviembre de 1835, en que recibió el Padre D. Juan José Urueta. Nada encontramos de notable en el tiempo de la administración del Sr. Urueta, más que su irreprochable conducta, la exactitud de su ministerio y una vida casi monástica que observó. Sirvió la parroquia tres años nueve meses y se separó de aquí por motivos que se ignoran quedando encargado de dicho Curato el Sr. Cura de Coyuca el Sr. D. Vicente Montaño Negreida, quien por término de un año, un mes, permaneció visitándolo; en cuyo tiempo se vino a recibir de él el Sr. D. José María Gómez Daza. Dicho Sr. Cura llegó aquí el veinte de marzo de 1839, y se separó el 30 de Enero de 1844. De suerte que sirvió cuatro años y diez meses. En la administración de éste Sr. vino el Sr. Fray José Díaz Puga como Auxiliar por término de once meses y se fue otra vez. En primero de febrero de 1844, se recibió el Sr. Cura D. José Timoteo Rodríguez y no habiéndole quitado se fue el primero de marzo del mismo año. En siete de marzo de 1844 vino a recibirse del Curato el Sr. Cura D. Manuel Arce, sacerdote joven, fue muy cumplido en la administración de su ministerio. Llevó una vida ejemplar y murió el diez y seis de Noviembre de 1847. Sirvió tres años seis meses cinco días y fue sepultado en el camposanto que hoy le llaman viejo. En este tiempo después de su muerte estuvo el Padre de Coyuca D. Zenón Paulino Gómez hasta el cuatro de enero de mis ochocientos cuarenta y ocho, en que se recibió de interino el Sr. D. Florentino Faregada confirmando su administración hasta el 15 de diciembre de 1848 en que se recibió el Sr. Cura D. Guadalupe Andrade. Este Sr. Dotado con el don de la palabra desempeñaba a su principio exacto el ejercicio de su ministerio, sacerdote el más sabio y elocuente de los que ha conocido Acapulco: sus ocupaciones cuotidianas eran la instrucción de la juventud, tenía su Escuela de Niños para enseñarles las primeras letras y tenía otra en la que él mismo enseñaba Latinidad. Largo tiempo permaneció con esta tarea; pero después se abandonó: poco frecuentaba el templo, no asistía en el Curato; dejó la instrucción de los niños; comenzó con enfermedades; y cuando ya se vio de gravedad reconoció el Curato en donde murió. Pasó a mejor vida el día 30 de abril de 1860; habiendo desempeñado esta Parroquia doce años, un mes. Los acontecimientos más notables que hubo en este tiempo fueron el destierro del Sr. Cura de Chilapa D. Ambrosio Serrano (que después fue Obispo de la misma ciudad) en compañía de los Sres. Pbros. D. Francisco Carranza, D. Rafael Sánchez, D. Miguel Tolado y otros por no haber querido jurar la Constitución. Luego a poco salieron de aquí desterrados para el Estado de Puebla a excepción de el Padre D. Antonio Rodríguez que lo desterraron a Mazatlán con otras personas legos de Chilapa. En tiempos de la administración del Sr. Andrade, estuvo como Coadjutor o Auxiliar algo de tiempo el Sr. D. Florentino Tapia, D. Zenón Paulino y D. José Manuel Rosales. Este último estuvo de Capellán Particular de la misma ciudad. Habiendo muerto dicho Sr. Rosales a los desis meses, la dueña de dicha Capilla que fue Dña. Manuela Rosales, vendió dicho templo que después sirvió para Templo protestante en el que estando haciendo sus ceremonias bajaron los de la cuadrilla de Carabalí y mataron a algunos de ellos y otros los mutilaron, existiendo todavía dicha Capilla aunque deteriorada para depósito de carbón. Había una casa de obras pías que está situada detrás de la Iglesia, la mal pagada renta al Curato en tiempo de dicho Sr. Andrade; la habitó un sobrino suyo, y desde entonces ya no ha pagado la renta y se ignora si en esto hubo algún arreglo. La mayor parte de las partidas de bautismo y casamientos del tiempo del Sr. Guadalupe Andrade están sin firmar por él, sino por un sobrino suyo (por haber sido 1er. Albacea, como lo dice el Libro de Bautismos en una nota) cuyo derecho anuló el Sr. Obispo en su Visita a esta Parroquia facultando al Sr. D. Mariano Rojo para que las firmara. Continuó el Sr. Cura D. Mariano Rojo, Cura de Coyuca administrando en esta Parroquia hasta el año de mil ochocientos sesenta y ocho, con varios intermedios porque en el doce de junio del mismo año, sesenta y uno, vino el Sr. Cura D. Matías López y murió luego el 21 de agosto del mismo año. Vino el 7 de octubre el Sr. Cura Don Pascual Baclas y se fue el 19 de marzo de 1862 y siguió visitando el Padre Rojo hasta el 22 de abril de 1863 que murió en Coyuca. Las cosas más sobresaliente de este tiempo fueron la aparición del Sr. Cura D. Justo Pastor Nava, que estuvo dentro del castillo un año y siete meses que por causa de la venida de los franceses lo sacaron y lo embarcaron. Cuando concluyó el tiempo de su destierro, se vino otra vez y lo mandaron embarcar el Sr. General D. Diego Alvarez y entonces saltó en Manzanillo y se vino a Puebla. En este tiempo, es decir por el año de 68 estuvo aquí el Padre D. Alberto Estilice, francés que quedó como encargado de este Curato del cual no aparece ninguna firma, ni asiento de partida y solo se nota la falta de que en seis meses no hubo asientos de bautismos ni casamientos. Este Sr. Cura Estilice que habitaba en este Curato tuvo mucha amistad con el Sr. D. Angel Mazzino, italiano y le dio permiso a que levantara una casa en la que servía de caballeriza del Curato para que habitara con su familia pagando de renta cuatro reales al mes; yo cuando vine le hable de esto, y me contestó que para año y seis meses le pagó al Sr. Cura Pimentel. Dicho Sr. Estilice, me dicen que mandó el Sr. Obispo Serrano, se fue a Roma, se fue con él. En este tiempo (1868) se levantó un escándalo en Atoyac y en San Jerónimo. El Padre Don Trinidad Díaz era Cura de San Jerónimo y el Padre Pinzón Cura de Atoyac. El Padre Díaz había dado un balazo a una persona y el Padre Pinzón iba a remplazar al Padre Díaz a San Jerónimo; el Padre Díaz no quiso entregarle al Padre Pinzón el Curato, diciéndole que no había de entregarle porque no era Cura, ni sacerdote, no obstante que llevaba licencias y Pinzón le decía que estaba suspenso y no solo, sino excomulgado y que por consiguiente eran nulos todos sus actos. Los que bautizaba Pinzón, los rebautizaba el Padre Díaz y los que bautizaba el Padre Díaz los rebautizaba el Padre Pinzón, y llegaron al grado que ambos publicaron esto en el púlpito desacreditándose y publicando sus defectos unos a otros. El Padre Díaz se vino a este Puerto en donde murió y Pinzón a Cuahuayutla en donde poco después murió. El primero de noviembre de 1869 vino a recibirse de este Curato el Sr. Cura D. Fray Francisco (ilegible) no pudiéndose acomodar por su genio fuerte y por varias quejas o disgustos que hubo en este pueblo, hizo su renuncia y permaneció en este Curato por dos años y seis meses habiéndose separado el 28 de mayo de 1871. El 2 de abril de 1871 se recibió de este Curato el Sr. Cura D. Justo Pastor Nava, hasta el 20 de septiembre de 1883 en que murió dicho Sr. Cura. Como ya dije después de vuelto de todo el pueblo, se supo captar la voluntad de todos, de suerte que ha dejado en este puerto grandes recuerdos, uno de ellos es la Iglesia o Parroquia con su techo de arcos y forro de madera con bóveda de ladrillos encima; esto fue costeado, una parte por él y otra parte por el pueblo. Construyó los cimientos de piedra y mezcla para la Capilla del Santísimo Sacramento del mismo tamaño de la Iglesia, hasta dejar concluidas las paredes. En su tiempo se levantó la torre, se puso el reloj en ella, formó el bautisterio, de bóveda, el coro de madera, la Iglesia con cuatro piedras de ara, compró dos copones, uno grande de plata dorado por dentro y otro chico dorado aún por fuera y un cáliz de lata con copa dorada, los mismo digo de los ornamentos y utensilios de la Iglesia pues lo que existe fue puesto y costeado por él. Esta administración del Padre Justo que fue de doce años, seis meses y diez y ocho días, fue interrumpida unas veces, y otras administradas por un Auxiliar, por sus enfermedades; sí vemos que en el año de 1875, estuvo el Sr. Cura D. Agustín Lévaro, Cura que fue de Atoyac administrando esta Parroquia como un mes. El 11 de Mayo del mismo año, estuvo el P. Marcos A. Cruz, once meses, ocho días. Vino de Auxiliar el Padre José Reyes Román, y estuvo como un año en esta Parroquia, el cual estableció la Vela Perpetua de las señoras en el año de 1881. Estuvo también el Padre Felipe Miranda, Francisco Flores, Jesús García, de sirvientes. Estando el Padre Justo enfermo, con permiso del Obispado fue a curarse dejando de Coadjutor al Padre D. Amado Vázquez, que era Cura de Coyuca y fue el tres de noviembre de 1881. Y sucedió que cuando volvió el Padre Justo, por razones mal fundadas que tenía el Padre Amado no quiso reconocerle, ni quiso entregar el Curato, ni permitirle la llegada a dicho Curato, sino que se fue el Padre Justo a llegar a una Casa Particular. Siendo este el tiempo en que el Sr. Obispo Barón había mandado que los curas foráneos con los sacerdotes de sus foranías se reunieran en cada Parroquia a confesar y predicar a modo de misión, después de haberlo hecho aquí se fueron a Coyuca, Tecpan y Atoyac. Los sacerdotes que se reunieron fueron el Padre José Reyes Román, Amado Vázquez, Gregorio Guzmán, Benito Moreno y D. Justo Pastor Nava. Reyes Román asistió aquí solamente y se fue a recibir de Apango, Benito Moreno que era Cura de Tecpan no quiso asistir a la misión de Atoyac, y le aconteció que por haber ido a pedir una novia en ese tiempo se enemistó con el hermano de la novia, se quejó Benito a la Autoridad Civil, el mismo se puso por cabeza de la escolta; agarraron a dicho hermano en su trabajo con su primo hermano, que se llamaba Toribio Avilés, apresaron al hermano y mataron a Toribio y porque el hermano del Padre que se llamaba Bruno lo reprendía por estos hechos, sacó el Padre Benito la pistola y le tiró un balazo a su hermano el cual no le dio. Fue acusado Benito por el Sr. Justo que aún estaba en la misión de Atoyac y en el momento lo mandó traer el Sr. Obispo, y no queriendo obedecer el Padre Benito; por mandato del Sr. Obispo fue el Padre Guzmán a leerle la suspensión del Sr. Obispo y hacerlo saber al pueblo. Se fue el Padre Benito para Chilapa en donde hasta hoy permanece suspenso y se recibió de Tecpan el Padre Apreza; pero a los seis meses se separó el Padre Guzmán, quedó encargado el Sr. Cura justo. Así permaneció hasta el principio de 82 que se vino a recibir de Coyuca D. Juan de Dios Juárez, el que habiendo ido a ver su familia a Ayutla se enfermó y murió. El primero de marzo de 1883 se recibió el Padre Antonio García de Atoyac el que permanece todavía. En el de 82 se recibió el Padre Esteban Juárez de Coyuca el cual permanece todavía. Habiendo muerto el Padre Justo como he dicho el 20 de septiembre de 1883, estuvo auxiliando esta Parroquia el Padre Estéban Juárez Cura de Coyuca hasta el veinte de diciembre del mismo año, en que se vino a recibir de esta Parroquia, el Sr. Cura Fray Vicente R. Pimentel, el cual permaneció en esta Parroquia tres meses cuatro días. La causa de su separación fue una estrecha amistad con la familia de D. Melitón Uribe, cuyo Sr. Sumamente celoso no le agradaba la familiaridad o franqueza con que el Sr. Cura los trataba, pues hubo que prohibirle a su esposa el trato, amistad o familiaridad del Sr. Cura y aconteció que un día estando envinado el Sr. D. Melitón salió su esposa de su casa a una casa vecina del Curato, luego a poco llega a dicha casa el Padre Pimentel y el acto confirma el Sr. D. Melitón cobrándole celos a su esposa y echando mano a ella se mere a defenderla el Sr. Cura y Uribe envinado le dio sus zoquetes al Sr. Cura y lo ultrajó y el Sr. Cura viéndose en este estado le dio a Uribe unos bastonazos. Y le hizo como ocho partiduras en la cabeza, lo sacó al corredor de la calle donde lo dejó botado. Lo vió la policía, dio cuentas de lo ocurrido y se llevaron al Sr. Cura a la sala del Juzgado en donde permaneció y luego se separó de aquí quedando encargado otra vez el Padre Esteban Juárez. Solo dos acontecimientos notables se observan en este tiempo y son la fiebre amarilla que atacó desde octubre de ochenta y tres hasta marzo de ochenta y cuatro, y la falta de los milagros de oro y plata que tenía la Imagen de Nuestra Señora de la Soledad, que dice el borrador del Inventario que fueron vendidos para hacerle la función a la Virgen en el Viernes de Dolores, cuyo número y valor anotaremos en el Inventario. Después de esto fue nombrado para auxiliar esta Parroquia el Padre de Tecpan que es Pascual Apreza (el mismo que escribe), habiéndole reemplazado el Padre D. Prisciliano Espíritus que por causa de la revolución no pudo venir aquí hasta el 25 de julio de 1884, teniendo por Auxiliar al Padre Daniel Guerrero. VISITA DEL SEÑOR OBISPO Y SUS DISPOSICIONES: En el año de 1884, estuvo aquí el Señor obispo Dr. Dn. Buenaventura Portillo y Tejeda, visitando el Puerto, la Vicaría Foránea y todos los pueblos, dispuso que el Vicario perteneciente a esta su residencia a Dos Arroyos para auxiliar mejor a La Providencia, Texca y Ejido Nuevo, etc. Y el Cura auxilió solo a La Sabana, Tres Palos y La Venta, por consiguiente se dividió también la pensión Conciliar que es de sesenta pesos anuales. Dispuso también que los ornamentos de la Parroquia no se sacaran a parte ninguna sino que todas las parroquias procuraran los ornamentos necesarios y sus utensilios. En La Providencia estableció el Santo Vía crucis cuya autorización obra en este archivo. Convino también con la hacienda de La Providencia en que vendría un Vicario para su sostenimiento, pero esto solo quedó ofrecido. VISITA PASTORAL HECHA POR EL I. SR. DR. D. RAMON IBARRA: A esta Parroquia en los días 18 de enero de 1892 hasta el 1 de febrero del mismo año. A las seis de la tarde del día 18 de enero del año de 1892 llegó S. S. I. A esta Parroquia para hacer la Visita que había anunciado previamente. Recibido al siguiente día como a las 7 de la mañana en la puerta de la Iglesia Parroquial por el Sr. Cura D. Rodrigo Herrera, después de las ceremonias prescritas S. S. I. Anunció el fin de su Visita y que para obtener abundantes frutos iba a comenzar en esa misma tarde una tanda de ejercicios espirituales e invitó para una comunión general a todos los padres de familia. Gracias a Dios se obtuvieron en los doce días que duraron los ejercicios abundantes frutos. S. S. I. Examinó los libros del archivo y encontró: que en el Libro de Bautismos faltan firmas desde el 3 de Diciembre del año pasado y que solo están asentados en las partidas hasta el 25 del mismo mes; que el Libro del cuadrante está llevado en regla hasta el mes de agosto del año pasado; que el Libro de Matrimonios solo tiene las partidas hasta el 13 de enero de este año. En vista de esto y de las necesidades más urgentes que pudo notar su S. I. Tuvo a bien ordenar lo siguiente: 1. Procurará el Párroco encargado resolver cuanto antes las faltas que se encuentran en los libros referidos del archivo. 2. Procurará con grande empeño que en las cuadrillas se enseñe la doctrina cristiana por medio de algunas personas piadosas para que a su debido tiempo se haga la primera comunión de menores. 3. Lo exhortamos en nombre de Nuestro Señor a que haciendo frente a las grandes dificultades de la época, procure que se establezca en esta ciudad una escuela católica de niños y 4. Que en sus predicaciones no cese de tocar con la prudencia debida los puntos más importantes de Nuestra Santa Religión y sobre los que se nota ignorancia o mala fe de personas de esta ciudad. Su S. I. Dio por terminada la Santa Visita agradeciendo al Señor Cura el empeño que tomó en su recepción y encomiando su celo por el desempeño de su ministerio y el buen comportamiento que tiene en su Parroquia y para constancia se extendió la presente acta firmada por el I. Sr. Obispo, por el Párroco y el infrascrito Secretario de la Visita. Doy fe. + Ramón Pbro. Rodrigo Herrera Ante mi Pbro. Regino Moreno Obispo de Chilapa Párroco Secretario de Visita El año de 1895 se separó de esta Parroquia el Pbro. Rodrigo Herrera por asuntos de que la Mitra ya tiene en conocimiento, el cual entregó esta Parroquia al Pbro. Francisco Rodríguez el 16 de febrero del mismo año. El año de 1896 y en el mes de enero y a 22 del mismo mes corriente año se separó de esta Parroquia el Pbro. Francisco Rodríguez a consecuencia de una enfermedad que le atacó rumbo a su tierra Teloloapan. La S. Mitra se sirvió nombrar por medio de un porte telegráfico al Sr. Cura de Coyuca de Benítez Pbro. Daniel Torres Cura encargado de ambas parroquias de Acapulco y Coyuca de Benítez, permaneciendo en esta Foranía hasta el 23 de marzo del corriente año volviéndose en dicha fecha a ponerse al frente de su Parroquia de Coyuca de Benítez. Habiendo dispuesto la Sagrada Mitra por medio de un porte telegráfico que el Sr. Cura de Coyuca de Benítez Pbro. D. Daniel Torres pasara a recibirse a esta Foranía de Acapulco el 22 de Abril del corriente año de 1896 el día 23 del citado mes tomó posesión de la Casa cural sin formal Inventario por haber muerto el Sr. Cura P. D. Gregorio Guzmán de una enfermedad que le atacó, cuyo sacerdote citado P. Guzmán duró en esta Parroquia desempeñando su ministerio solo 22 días el cual está sepultado en el Campo Santo de esta ciudad al Poniente de dicho Camposanto, el cual no recibió el Sacramento de la Eucaristía ni la confesión y sólo recibió el de la Extrema Unción por haberse atarantado el Pbro. Hipólito Salazar que se hallaba asistiéndolo. El día 4 de mayo de 1896 comenzó el trabajo material de la Casa Cural el Sr. Cura D. Daniel Torres Encargado de esta Foranía por hallarse en completa ruina dicha casa cural, erogando los gastos de construcción de su propio peculio, sin que nadie le ayudara con un solo centavo, según consta por los recibos que obran en este archivo los cuales expresan el valor o cantidades que ha empleado en dicha construcción. El día tres de noviembre del año de 1896 se separó de esta Parroquia el P. Daniel M Guerrero sin saberse la causa de su separación dejando cerradas las puertas de la Iglesia Parroquial así como también cerradas las puertas de la casa cural y dejando las llaves de la Iglesia y de la casa cural a Don Crescencio Navarro. Con fecha 5 de noviembre de 1896 se puso al frente de esta Parroquia y Foranía por orden superior de la Sagrada Mitra el Sr. Cura de Coyuca de Benítez Pbro. D. Daniel Torres recibiendo las llaves de la Iglesia y de la casa cural de manos del Cantor D. Abundio Manzanares y Manzanera a las seis de la tarde del mencionado día encontrando todas las cosas de la casa cural en completo desorden así como los ornamentos en la sacristía y el archivo parroquial. El día 5 del mes de enero de 1897, yo el Pbro. Antonio Hernández, me hice cargo de esta Parroquia de Santa María Acapulco, habiéndomela entregado el Sr. Cura D. Daniel Torres. En los últimos días del mes de mayo quedó concluida la reconstrucción del armonium de la Capilla del Santísimo que estaba inmovilizado. Importó ($ 31. 00) treinta y un pesos. El día 29 del mes de diciembre repentinamente resultó descompuesto nuevamente el armonio referido arriba sin haberse podido averiguar quién fue el hechor. En los últimos días del mes de enero de 1898 se dio principio a la reconstrucción y ampliación de la casa cural, quedando concluidos sus tejados en la segunda semana del mes de julio del mismo año. En esta estado la recibió el Sr. Cura D. Jesús Vázquez Veraza, quien se ha hecho cargo de esta Foranía el día 16 de Agosto del año. El día 19 del mes de enero de 1898 fue abierta bajo la responsabilidad del Sr. Cura y vicario Foráneo D. Antonio Hernández una escuela bajo el Patronazgo de San Luis Gonzaga, la cual clausuró él mismo con motivo de su separación el día 8 de Agosto del mismo año. El Sr. Canónigo D. Rodrigo Herrera regaló a esta Parroquia en el mes de enero de 1897 un juego ornamento fino color blanco. En el mes de marzo de 1898 con fondos de la Cofradía del Santísimo compró el Párroco dos casullas y tres capas, un almaizal. En el mes de diciembre de 1898 se construyó a expensas de la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen un altar de mampostería en la Capilla del Sagrario y en el se colocó la imagen de Nuestra Señora del Carmen. CAMBIO DE FORÁNEO: El día 17 de agosto de 1898, por orden superior llegó a la casa cural el M. R. P. E. Jesús Vázquez Beraza, tomó posesión de la Parroquia y Foranía, pero sucedió que no aprobándole el clima ni gustándole la casa cural como él mismo lo expresó, renunció por telégrafo a los dos días de haber llegado, fue admitida su renuncia por la Sagrada Mitra, y entonces nombró uno de los párrocos sufragáneos que fue el Sr. Cura de Atoyac D. Camelio de Aspures, pero se dilató y entonces fue llamado el Vicario Fijo de San Jerónimo Pbro. Rafael Meza quien recibió la Parroquia por formal Inventario del día 23 de Agosto de 1898, haciéndole la entrega el Sr. Cura Vicario Foráneo D. Antonio Hernández, nombrado Párroco y Foráneo de Taxco. Al día siguiente se separó de este Puerto dejando imperecederos recuerdos tanto en lo espiritual como en lo material. El 31 de Agosto de 1898 con motivo del cambio del Sr. Cura Hernández los espíritus de los fieles decayeron y manifestaron resentimiento y frialdad por tal razón no hubo función religiosa el día 31 sólo hubo felicitaciones telegráficas de todas las hermandades. Septiembre día primero de cada mes. ESTABLECIDA LA GUARDIA DE HONOR. En esta Parroquia hace uso de sus privilegios, como es la exposición de Su Divina Majestad en todo el día, y procesión del Divinísimo por el interior del Templo después del cumplimiento del día primero de cada mes; la Misa es cantada y se aplica por la dicha Asociación, sus derechos son cinco pesos que el tesorero entrega al Sr. Cura. En cada primero del mes y año se refrenda la licencia de exposición para todo el año y se paga la limosna de tres pesos a la Sagrada Mitra. Al fin de año se revisan las cuentas de la tesorería para dar cuenta a la superioridad. Octubre 1898. Mes del Santísimo Rosario. Se solemniza todo el mes de octubre con la recitación del Santo Rosario conforme a la circular relativa se da lectura a todos los días de los puntos propios que se hayan en cada día, los cuales se encuentran en un librito titulado “Mes del Rosario” y en cada caso de no haber, se suple con alguna lectura piadosa. El día 15 del mismo mes (enero) de 1901, se abrió de nuevo la Escuela de San Luis Gonzaga que está a cargo del Párroco en la sala principal de la casa cural. 1901, a solicitud del Párroco el I. Sr. Obispo diocesano Dr. D. Ramón Ibarra y González organizó una Misión de sacerdotes de la Diócesis para que dieran misiones a varios pueblos de esta Foranía principalmente en los pueblos que habían apostatado, adhiriéndose a un falso sacerdote norteamericano llamado Carlos Agustín Miller, quien con grande astucia e hipocresía atraía a los fieles incautos, predicando contra la autoridad eclesiástica tanto parroquial como Episcopal y hasta contra el Papa y de un modo insolente contra los derechos de la administración parroquial y contra los diezmos.

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