LA MIRA ¡MÍRALA! LA EPOPEYA CARISMÁTICA DE LAS CUEVAS DEL PADRE HERMANN
QUINTA ETAPA – 1973-1976
LAS
CUEVAS DE LA MIRA: UN GRANERO PARA TODO EL ESTADO.
Nadie
se ha emborrachado a base de comprender intelectualmente labra VINO. Es mejor
comer que formar teorías acerca de él. ¿Acaso un burro se vuelve sabio por
vivir en una biblioteca? Tony de Mello No. 5 p. 15-36-38.
CAPITULO
PRIMERO: EL ESPIRITU SANTO ALETEA SOBRE LAS CUEVAS.
El
primer carismático de Acapulco.
Hice
el viaje de Québec-Acapulco en una flamante y poderosa Ford, para que fuera un
instrumento seguro en el transporte de equipos de Evangelización. El padre
Jaime Gagnon que iba a Bolivia, hizo una escala en México para convivir 3 dias
en Acapulco. Jaime no quedó 3 días sino 3 semanas.
Hicimos
muchos contactos y unas reuniones de oraci6n:en el Victoria, en el América, con
los Hermanos de La Salle, los Cursillistas, con el grupo de los jóvenes sacerdotes
llamados "Rebeldes". Pero el encuentro capital lo tuvimos con el
padre Rafael Bello, párroco de la Sagrada Familia. Hablamos con él de lo vivido
en el Congreso de Montreal. Jaime dio su testimonio muy personal: "Hubiera
abandonado el sacerdocio el año pasado si no hubiera tenido un re-encuentro experimental
con el Señor en la Renovación Carismática, porque no veo ningún chiste en mi
ministerio. Ahora actúo con el gozo y el poder del Espíritu”
Cuando hablamos de imposición de manos y de bautismo en el
Espíritu Santo, el padre Bello con mucha fe y sencillez nos pidió la imposición
de manos. De esta manera, muy discretamente el futuro Obispo de Acapulco dejaba
prender en él la llama carismática que iba a arder muy pronto en todo Acapulco
y propagarse como un incendio en otras ciudades del Estado. Nos reveló que en
el acto de la imposición de las manos recibió el don de amor a los pobres. Así
que él se inscribió el primero en la larga lista de los carismáticos de
Acapulco. Era el 7 de Octubre de 1973.
Por
poco Jaime Gagnon se quedaba aquí, conquistado por Acapulco. Pero Bolivia lo
reclamaba. Se fue prometiendo regresar.
Ya
se habla de los "escándalos" de las Cuevas.
Allí
se dirigió hacia la Cueva y pasó la noche en ese lugar. Y le llegó una palabra
de Yavé: ¿Qué haces aquí, Elías?" El respondió: "Ardo de amor celoso
por Yavé, Dios de los Ejércitos". 1 Rey 19, 9-10.
Después
del encuentro con el padre Rafael Bello y de la salida del padre Jaime a
Bolivia, me tocaba mantener y atizar el fuego del Espíritu.
En
la segunda Cuevita a medio terminar a mediados de Octubre, se me juntaban por
la tarde unos jóvenes y niños, atraídos seguramente por la novedad de una
cueva, pero también, ¿por qué no?, por el Poder de Dios.
Les
conté la Buena Nueva del Congreso de Montreal y de los grupos de Oración en los
que se manifiesta el Espíritu Santo.
Entonces
de ellos mismos vino la iniciativa de hacer un novenario al Espíritu Santo.
Fielmente los doce participantes tardaban más de una hora cada noche en la
cuevita íntima, gozando de la dulzura de una brisa suave, como Elías.
Acostumbrados a orar juntos, no quisieron separarse, al terminar el primer
novenario y pidieron otro.
Durante
el segundo novenario, una vecina nos vino a avisar que la gente nos criticaba y
calumniaba. El chisme más corriente era el siguiente: "'Pasan escándalos
en estas cuevas y se hacen brujerías". Otra Señora nos previno: “Están
recogiendo firmas y solicitando la expulsión del padre Hermann de la colonia”.
El mayor de los jóvenes dijo: “Apenas me estoy saliendo de la droga; si me
quitan al pastor ¿a dónde voy a dar?" y se puso a llorar. Tomamos la
lectura del día: “Quise triturar a mi siervo con el sufrimiento…”
Muchos
participaron con los comentarios del texto. Eso les hizo madurar y los preparó
a las burlas que empezaban a sufrir. Y les invité a la confianza: nadie puede
cerrar esta puerta sino el Señor.
Se
hizo un tercer novenario para confirmar a todos en su fe y en su entrega. No
hubo un cuarto, no porque se apagaba el fuego, sino por motivos razonables de
trabajo, o tareas de la escuela y de convivencia en la familia. Me sentí un
poco triste y no se me quitaba la nostalgia de esos encuentros tan sencillos y
tan fervientes.
Evangelizando por el canto en las encrucijadas.
"Veo
nacer una Iglesia nueva, gracias a los grupos de oración autónomos que nacen
espontáneamente, sobre todo entre los jóvenes. He enseñado durante 30 años la
teología, la misma qué aprendí en la Universidad Gregoriana de Roma, en la
ignorancia total de la teología del Espíritu Santo. Dichos grupos me han hecho
ver que si el Espíritu dirige la Iglesia por medio de la Jerarquía, la guía también
directamente por sus gracias, sus inspiraciones divinas, voces interiores
apariciones, profecías y sanaciones" Mons. Franic, Arzobispo de Split en
Yugoslavia.
El
paso del padre Jaime en Acapulco y la aceptación de parte del padre Bello ya
secretamente escogido como futuro obispo, fueron como una lluvia discreta y
fecunda sobre la tierna plantita de la renovación Carismática
Por
el momento, hablo más de pequeñas fraternidades. No sé por qué la palabra
Espíritu Santo y su acción concreta entre los cristianos parecen sospechosas y
a sabor protestante. Más aún, un párroco me decía: “Tú y tu Espíritu Santo”.
Identificado
o no, el Espíritu Santo actuaba en los núcleos que se reunían en la Progreso.
Uno por ejemplo se llamaba: Los Primaveristas, para recordar que las pequeñas
comunidades son la primavera de la Iglesia. En las tres misas matutinas que celebraba
los domingos en San Cristóbal, yo sostenía y animaba a los responsables.
A
estas misas dominicales, me acompañaba el joven Esteban Ortiz y siempre lo
invitaba a hacer un comentario al terminar mi hornilla. La gente lo llamaba: El
pequeño profeta del P. Hermann. Para descubrir nuevos líderes y formar nuevos
núcleos, iba con Esteban a las intersecciones de las calles principales Y, él,
arriba de la Ford Pick-up, tocaba y cantaba. A veces hasta cien personas venían
a convivir. Casi bastaba cantar y comentar un canto como: Se necesita soñar, o
poner los pies sobre la tierra, para entretenerlos una hora.
Este
nuevo método de evangelización no podía pasar desapercibido, Muchos amigos
cursillistas nos aprobaban, diciendo que nuestro paso por varios sectores los
limpiaba y pacificaba. Por eso, cuando un sacerdote francés vino a hablar a la
Ultreya un lunes de Noviembre 73, sobre las comunidades de Base, unos
cursillistas al ver que muchos se extasiaban y parecían descubrir la luna, les dijeron:
"Pero de eso nos habla el padre Hermann desde hace 2 años y no le hacernos
caso".
Líderes:
de sus grupos van a salir muchos profetas.
No
cesaba de estimular a los jornadistas en la formación de pequeños grupos de
reflexión y de oración. Para facilitar la comprensión y la discusión del tema,
preparé un texto que multipliqué para cada uno. La última parte del texto dice:
"TU, pasa a la acción y forma TU pequeña fraternidad".
"Para
la formación y el adiestramiento de un líder, más vale la acción que la
discusión. Es una ilusión escuchar pasivamente pláticas sobre la formación y
pensar así volverse lider".
"¿Quieres
pasar a la acción y hacer apostolado? procura con dos, cinco, diez amigos, o
vecinos o compañeros de salón o de trabajo, convivir en la alegría, la
confianza, el amor, la oración y el intercambio personal.”
"Si
a ejemplo de comunidades de la primitiva Iglesia (Hechos 2, 43) logras TU
formar tu pequeña fraternidad, habrás realizado una obra maravillosa tal que demostrarás
que de veras el Espíritu Santo habita y que estás a punto de cambiar la
sociedad, la Iglesia y el mundo”.
Había más disciplina y aceptación en los núcleos de la
Progreso. Me hicieron varias preguntas sobre la manera de llevar un pequeño
grupo y les contesté en dos páginas (19/6/74) dando el ejemplo de Jesús y de
Pablo que predicaban rara vez en las sinagogas, casi siempre en las casas. Por
ejemplo: “Te escribo a tí, Filemón, y a la asamblea que se reúne en tu casa”
(1, 2).
Les explicaba a los responsables: “Ustedes tienen que cuidar
la semilla hasta la cosecha. En otras palabras: se les confía a ustedes la
misión de formar poco a poco su pequeño grupo para que llegue a ser una
comunidad de Fe y Amor, y que sea en el sector un testimonio de la presencia de
Cristo resucitado. A la luz de la Palabra de Dios, juzguen su vida personal y
busquen la solución a los problemas y necesidades sociales de su colonia”.
Concluyo
este apartado con la reflexión de un Oblato que me visitaba a mediados de de
1973. El estaba redactando en California su tesis de doctorado sobre la
Comunidad de Base y las Carismáticas. Se asombró al ver CUEVAS al inicio de
nuestra obra. Elías, Belén, Pablo han empezado en cuevas. De aquí no va a salir
UN profeta sino muchos” P. Bernardo Menard.
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