/ DOMINGO 12 DE ABRIL DE 2020
Con misa virtual conmemoran Domingo de Resurrección
Con una ceremonia Eucarística privada y transmitida a través de internet, el Arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, conmemoró la resurrección de Jesucriso.
Captura de pantalla | Arquidiócesis Acapulco | Facebook
Javier Tinoco Memije | El Sol de Acapulco
Con una ceremonia Eucarística privada y transmitida a través de internet, el Arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, conmemoró la resurrección de Jesucristo y pidió a los fieles católicos ser solidarios con las necesidades del prójimo y buscar el encuentro con el hijo de Dios al escuchar su palabra que llama a no tener miedo.
Durante la celebración realizada sin la presencia de creyentes en la catedral de Nuestra Señora de la Soledad en el Zócalo del puerto, el prelado católico recordó que luego de su resurrección, Jesucristo dijo a María Magdalena y la otra María cuando fueron a buscarlo a su sepulcro, que no tuvieran miedo, lo cual cambio sus vidas; por lo que llamó a los creyentes a buscar el encuentro con el señor a través del Evangelio.
"Hoy necesitamos poner en nuestro rostro los rasgos de Jesús resucitado, nos lo pide con urgencia la Emergencia Sanitaria que estamos viviendo. Jesús resucitado al salir al encuentro de María Magdalena y la otra María, les dijo lo mismo que el Ángel les había dicho: no tengan miedo. Si Jesús lo repitió quiere decir que es importante, no tengan miedo, empecemos nosotros por ahí, para nadie seamos fuente de medio, para nadie seamos una amenaza", dijo.
Monseñor Leopoldo pidió a los ciudadanos, empresarios y a funcionarios públicos, revisar su entorno para saber si son fuente de miedo para los suyos con la finalidad de corregirlo.
Por otra parte, ante la situación que atraviesa el mundo, González González consideró que las personas deben ser solidarias y ver por las necesidades del prójimo ayudando en la medida de lo posible con la finalidad de salir adelante.
Por último, pidió en oración por las personas enfermas para que se recuperen pronto, por quienes cuidan de ellos para que tengan fortaleza y sabiduría, así como por quienes han perdido la batalla para que Dios les conceda el "perdón y la bienaventuranza eterna".
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