viernes, 13 de marzo de 2020

LEYENDA SOBRE EL CRISTO REY DE JUCHITAN, GRO.




EL SANTO SIBBU DE JUCHITAN
Por Senén Rodríguez Joanico.


cuando nuestros ancestros llegaron a estas tierras, lo hicieron vía marítima, aproximadamente en 1820, cuando la mano de obra indígena escaseó, los terratenientes se vieron obligados a comprar mano de obra negra, llegando los primeros asentamientos a Collante Oaxaca y a Cuajinicuilapa, trabajando en las haciendas algodoneras, ubicándose junto con sus familias en la Estancia Grande, de Tapextla, Santo Domingo (Oaxaca) y Cuajinicuilapa (Guerrero).
Las familias recién llegadas se instalaron alrededor de la hacienda "La Guadalupe" que más tarde sería reconocido como el pueblo de la Guadalupe.
Al encallar los barcos esclavistas en la Barra de Tecoanapa grupo de cimarrones negros, levantiscos por naturaleza, se desplazaron por la zona marítima de la costa chica, haciendo sus chozas a la orilla del río Santa Catarina y de ahí, al ocurrir la independencia fundaron el barrio de Juchitán, conocido como Juchitán viejo, - el capitán de negros al ubicarse en un solo lugar, siguió con sus ritos paganos, lo que disgustó a la iglesia católica de Azoyú que lo conminaban a que renunciara a su paganismo y se hiciera a la religión católica situación que no ocurrió hasta que fue aparecido el Cristo Rey de Juchitán, y así, el Santo Sibbu del Juchitán viejo se fue olvidando en la mente de los juchitecos, - que empezaron a adorar al Nuevo Cristo Rey, y cuentan los viejos, que en varias ocasiones quisieron llevárselo al viejo Juchitán pero cuantas veces lo intentaron así mismo el Cristo se regresaba a su lugar de origen, no habiendo mas que hacer, los lugareños se trasladaron al recinto sagrado de Cristo Rey y ahí empezaron a construir sus bahareques alrededor del Cristo,- cuenta los testimonios que ya en el nuevo Juchitán los milagros se empezaron a sucederse,- principalmente en las épocas de sequía cuando no quería llover sacaban a la peregrinación al Cristo y ni bien llegaban ala Iglesia cuando ya tenían encima el porracero de agua. – de igual manera el Cristo Juchiteco, intervino en la pelea entre Juchitán y Huehuetán, apareciéndose en plena batalla, lo que ocasionó la huida de los huehuetecos, quienes al llegar a su pueblo degollaron a su Santo bautizándolo desde entonces como San José degollado. ES POSIBLE UN NUEVO JUCHITAN

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