miércoles, 12 de junio de 2019

ANTIQUISIMA DEVOCION EN ACAPULCO A SAN ANTONIO DE PADUA


ANTIQUISIMA DEVOCION EN ACAPULCO
A SAN ANTONIO DE PADUA
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas

La devoción que el pueblo cristiano de Acapulco profesa a San Antonio de PADUA es antiquísima. Y esta se entiende, porque la primera EVANGELIZACION de nuestra ciudad y puerto se debe a la apostólica orden de Descalzos Franciscanos, quienes a principios del siglo XVII fundaron el Convento de Nuestra Señora de Guía, a quienes debemos también, la vocación de nuestro Beato Mártir acapulqueño Fray Bartolomé Días-Laurel.
¿Cuándo inicia la devoción en Acapulco a San Antonio de PADUA? Documentalmente, podemos comprobar la devoción gracias a que conocemos el Inventario del Convento, que con fecha 21 de Octubre de 1743, nos transmite la primera mención que se hace a San Antonio de PADUA en Acapulco, en una copia del Inventario del Convento de Nuestro Seráfico Padre San Francisco, Título de Santa María de Guía de la Ciudad y Puerto de Acapulco, formado por Fray Francisco de Santa Bárbara Guillén, Vicario; y que se encuentra en el Archivo del Museo de Antropología e Historia de México, Fondo Franciscano, Volumen 167, fols. 143-52. Firmado por: Fray Francisco de Santa Bárbara Guillén; Fray Juan Bautista Pinna; Miguel Ramírez, Síndico; José de Bidagaín; Francisco Anselmo Aguado; Francisco Monroy. En el dicho Inventario se da capítulo a los altares que se encontraban en la Iglesia del Mencionado Convento: altar principal, dedicado a San Francisco de Asís; y cuatro altares laterales: de Nuestra Señora de la Soledad, de San Antonio de PADUA, del Señor de la humildad y paciencia, y de Santa Bárbara.
Del altar de San Antonio de PADUA, nos transmite: “Un retablo en que está colocado dicho Santo con el Niño en el brazo izquierdo; el santo es de bulto; tiene el Santo su diadema y tornillo de plata; una paloma de plata en la mano derecha; el Niño sus potencias y bucles de plata; y de lo mismo el mundo. Igualmente hay tres cuadros, que están en el dicho retablo de prodigiosos milagros de dicho santo. Igualmente hay dos blandoncitos de China, con otros dos candeleros de cobre. Igualmente hay un Santísimo Cristo de marfil, con su cruz, y peana de ébano. Igualmente hay un ara de dicho altar.”
Líneas más adelante, el mismo inventario, al describir el altar de Santa Bárbara, nos dice que también incluía “dos efigies de Nuestro Padre San Francisco y San Antonio de PADUA”.
Inventario este, que se constituye en testimonio de primer orden, referente a la devoción profesada a este gran Santo. ¿Que fue, de estas imágenes, y de estas alejas aquí reseñadas? No lo sabemos, pero podemos preverlo puesto que posteriormente se nos vendrán encima las guerras interminables. Pero sin duda alguna el pueblo fiel guardará la devoción a San Antonio, en el ara segura, del corazón creyente. Cuando se consolida la parroquia de Acapulco, encontraremos presente, sin falta, la imagen de San Antonio de PADUA en el templo de Nuestra Señora de la Soledad de Acapulco.
Y posteriormente, una de las primeras parroquias, recién fundadas en Acapulco, llevará como titular a San Antonio de PADUA, en la popular colonia Hogar Moderno, que ahora celebra jubilosa esta grande devoción. La Parroquia de San Antonio de Padua en la Colonia Hogar Moderno fue erigida canónicamente por el Siervo de Dios Monseñor José Pilar Quezada Valdés, Primer Obispo de Acapulco, el 17 de Mayo de 1961.
EL SANTO. San Antonio de Padua fue un teólogo, predicador, monje portugués; nació en Lisboa el 15 de agosto de 1195, murió en Padua el 13 de junio de 1231 y fue canonizado en 1232. San Antonio de Padua es la persona más rápidamente canonizada por la Iglesia católica: 352 días después de su fallecimiento, el 30 de mayo de 1232.
Discípulo más aprovechado de San Francisco de Asís, el “poverello” le reconoce como: “mi obispo”, indicando con esta palabra que reconoce su magisterio luminoso. El Santo fue considerado un maestro de sabiduría cristiana, biblista incomparable, autor de obras ilustres. San Antonio poseía un talento tan eminente que podía usar la memoria en lugar de los libros, y sabía expresarse con una gran abundancia de lenguaje místico y el mismísimo Gregorio IX lo llamó “Arca del Testamento”. El 16 de enero de 1946 con el Breve Apostólico “Exsulta Lusitania felix:”: San Antonio es proclamado Doctor de la Iglesia con el título de "doctor evangelicus".

2 comentarios:

  1. Muchas gracias padre Juan Carlos por la baliosa informacion, buenisima para enriqueser nuestro conocimiento de la vida de nuestros santos.
    Dios le siga bendiciendo abundantemente.

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  2. Muchas gracias padre Juan Carlos por la baliosa informacion, buenisima para enrriqueser nuestro conocimiento de la vida de nuestros santos.
    Dios le siga bendiciendo abundantemente.

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