Monseñor Quezada el primero de izquierda a derecha de pie |
ACAPULCO,
TIERRA SANTA, Y EL VATICANO II.
Pbro.
Lic. Juan Carlos Flores Rivas
Hemos dado cuenta en un artículo anterior, que la Iglesia de
Acapulco, recién creada en 1958, estuvo presente en la solemne apertura del
Concilio Vaticano II, conmemoración que ha dado lugar al actual Año de la Fe,
convocado por el actual Papa Benedicto XVI, ya que el primer Obispo de
Acapulco, el Siervo de Dios Monseñor José Pilar Quezada Valdés, participó
activamente en la Primera etapa del Concilio, y “donde está el Obispo, allí
está la Iglesia”.
Se dice que durante esa Primera Sesión del Concilio
(11.Octubre-8 de Diciembre de 1962), surgió una tensa confrontación entre
fuerzas que algunos dan en llamar “conservadoreas” y “progresistas”, pero que
realmente reflejan la vitalidad de la Iglesia, Santa y Católica, como organismo
vivo y actuante. El consenso eclesial, fruto de la presencia del Espíritu, se
manifestó de manera que la mayoría de los padres conciliares se adhirió al
objetivo pastoral que el Beato Papa Juan XXIII había propuesto al Concilio
Vaticano II. El Papa bueno, Juan XXIII, no llegaría a la segunda Etapa, murió
el 3 de Junio de 1963.
El Papa Paulo VI, elegido el 21 de Junio de 1963, después de
un Cónclave que duró sólo dos días, manifestó su firme determinación de
continuar el Concilio. Y agregó un acontecimiento de grande y fuerte
significación: concluida la Segunda Sesión del Concilio, realizó una visita a
Tierra Santa, entre el 4 y el 6 de Enero de 1964.
Con este gesto, el Papa que había heredado el Concilio
Vaticano II, frente a las tensiones saludables en el interior del mismo,
indicaba la urgencia de que la Iglesia volviese a sus fuentes, a las raíces de
donde había nacido: Tierra Santa, tierra del pueblo elegido y tierra de
Jesucristo, de María, de los Apóstoles, de donde nació la Iglesia Apostólica.
En el discurso de despedida, ante el Presidente de Italia,
Antonio Segni, el 4 de Enero de 1964, en el aeropuerto, expresó el motivo de su
peregrinación a Tierra Santa:
“Se
ha dicho justamente que el Sucesor del primero de los Apóstoles retorna, tras
veinte siglos de historia, allá de donde Pedro salió llevando el mensaje
cristiano. Y de hecho quiere ser un retorno a la cuna del cristianismo, de
donde el grano de mostaza de la parábola
evangélica echó las primeras raíces extendiéndose como árbol frondoso que ya
cubre con su sombra todo el mundo (cfr. Mt 13, 31s), una visita de oración a
los lugares santificados por la vida, pasión y resurrección de Nuestro Señor.
Es
una peregrinación de plegaria y de penitencia para una participación más íntima
y vital en los misterios de la redención y para proclamar cada vez más alto
ante los hombres, como anunciamos en nuestro primer mensaje Urbi et Orbi, que “sólo
en el Evangelio de Jesús está la salvación esperada y deseada; porque no hay
bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cal hayan de ser
salvados” (Hech 4, 12).
Presentaremos
a Cristo su Iglesia Universal, en su propósito de fidelidad al Mandamiento del
amor y de la unión que nos dejó como su último mandato”.
Con
esta peregrinación, el Papa Paulo VI retomaba la experiencia de muchos de los
Obispos, que aprovechando su estancia en Roma con motivo de su participación al
Concilio Vaticano II, realizaron su tan anhelada PEREGRINACION A TIERRA SANTA,
entre ellos nuestro pastor acapulqueño Monseñor José Pilar Quezada Valdés.
Visita y objetivos espirituales que siguen vigentes para todos y cada uno de
los creyentes.
¿Y
tu? ¿Cuándo quieres realizar esa Peregrinación? Contáctanos, la siguiente
propuesta es para abril-mayo de 2013. Infórmate con el Ingeniero Adrián Franco
Noriega al 7444497918. O en Facebook con el grupo Acapulco Amigo de Tierra Santa.
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