ENTREVISTA A MONSEÑOR FELIPE AGUIRRE FRANCO, ARZOBISPO DE ACAPULCO, REALIZADA POR LA HERMANA ADRIANA MAZA COUTIÑO, DE LAS DISCIPULAS DE JESUS BUEN PASTOR.
Capítulo XXI: APROBACION DIOCESANA.
¿Cómo me preparo para este gran día, 13 de agosto del año 2000? Estamos en el marco del gran jubileo de nuestra era cristiana. Comencé a ver y a firmar documentos con los cuales pedíamos la exclaustración de la M. Silvia López Pérez, y que también autorizábamos que se iniciara ya un proyecto de vida. Bosquejamos una mentalidad escrita, para que conste con normas, saber a qué atenerse y no llamar muchachas y a ver qué hacemos con ellas, sino que ellas supieran con mayor claridad y constara por escrito qué cosa queríamos, qué objetivo teníamos y hacia dónde se quiere llegar.
De esta manera creo que podemos decir que tuve una preparación para todo esto; a mí me parece que fueron providenciales los Ejercicios Espirituales que les dirigí durante la primera quincena del mes de julio, porque ya estaban programados antes de que me nombraran Arzobispo de Acapulco, entonces yo lo sentía como una necesidad, descrita en el verso de Martí: “Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar, mi verso es de un verde claro... Guantamera... yo soy un hombre sincero de donde crece la palma, y antes de morirme quiero echar mis versos del alma” pues venía hacia acá donde iba a sembrar una palma y antes deseaba echar mis versos del alma, al hablar con el tema de la Exhortación del Papa Pablo VI “Evangelii Nuntiandi”; hasta les dije: “con grandes deseos he querido darles a ustedes estos Ejercicios Espirituales a todas las DISCÍPULAS DE JESÚS BUEN PASTOR, con el tema EVANGELIZAR; los impartí con la nostalgia en el corazón y un nudo en la garganta, así como con ganas de querer llorar en el corazón por el peregrinar que termina. De esa manera ese día 13 de agosto preparamos un documento decisivo para toda la vida, que marca la vida de la Iglesia y la vida de este nuevo Instituto Diocesano, dice:
“Habiendo acogido las indicaciones que se me dieron por parte de la Sgda. Congregación para la Vida Consagrada e Institutos de Vida Apostólica y con la total certeza sobre la autenticidad del Carisma de sus Fundadores, teniendo en cuenta la clara necesidad de esta obra, su gran utilidad para la vida de la Iglesia y la posibilidad de su desarrollo, con la autoridad que el Código de Derecho Canónico me otorga en el canon 579, he tenido a bien ERIGIR y por las presentes letras ERIJO CANONICAMENTE COMO INSTITUTO RELIGIOSO DE DERECHO DIOCESANO la Congregación DISCIPULAS DE JESUS BUEN PASTOR.”
Ahí quedó ya plasmado con la fecha de ese Domingo, dado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, a los trece días del mes de agosto, en el Gran Jubileo del Nacimiento de Cristo, del año 2000.
Con gran esperanza, con alegría, bendigo una vez más esta Obra y la pongo en manos del Buen Pastor, así dije en ese entonces, lo corroboré como Obispo Administrador Apostólico de la Diócesis de Tuxtla y como Arzobispo Coadjutor Electo de Acapulco.
¿Qué acontecimientos suceden en este día? Es Domingo, hay muchos familiares, hay muchas personas participando en la Misa, hay despedidas, hay que salir al día siguiente pero sobre todo hay un sol esplendoroso entre las nubes que el día anterior estuvieron lloviendo, ahí en el Cerro Mactumatzá y precisamente el altar blanco deslumbraba con sus vestiduras más brillantes que el sol y a ratos me hacía cerrar los ojos; ya me preparaba para el calor de Acapulco, el calor extenuante que tendría que vivir acá en Acapulco.
En ese mismo día 13 de agosto del año 2000 se otorgó el nombramiento de Superiora General a la Madre Silvia López Pérez; se le nombró primera Superiora General, durante el tiempo que se considere pertinente según el derecho particular, “la bendigo de corazón y la encomiendo a la Santísima Virgen María, Madre y Modelo de toda vocación para que ella la siga ayudando a ser Madre a ejemplo suyo, el 13 de agosto del Gran Jubileo”, con la misma firma.
Se ratificó también el nombramiento como Director Espiritual oficial de este Instituto “con la confianza que sin detrimento de lo que establece el derecho universal y particular, al P. Salvador Valadez Fuentes para desarrollar este cargo con estricta fidelidad al carisma propio que seguirá dando impulso a la sólida espiritualidad de las discípulas en estrecha colaboración con la Superiora General”. Una bendición especial deseando frutos de santidad en las Hermanas y bien de toda la Iglesia por su entrega generosa.
Ese mismo día se entregó la aprobación de las Constituciones, ¡fue lluvia de gracias especiales! Ese día dice: “de acuerdo al Derecho Canónico en el canon 587, por la presente, concedo mi aprobación a dichas Constituciones, me siento dichoso y agradecido con Dios por haberme llamado a colaborar en esta Obra desde su génesis, discerniendo, acompañando y regulando todo su proceso. Dios me ha permitido verla nacer, crecer y florecer según el espíritu del Evangelio y del Espíritu de sus Fundadores “Amar, Servir y Evangelizar a ejemplo de Jesús Buen Pastor”. Bendigo de corazón esta nueva familia Religiosa y la pongo en las manos maternales de María, “la Discípula Perfecta de Jesús y Estrella de la Evangelización”. Ese día la entregué también a todos la Declaración y Promulgación de las Constituciones Generales y luego se erigieron las primeras Casas de la Congregación:
La Casa local “San Felipe de Jesús” para servicio de la pastoral en Acapulco, como Superiora la Hna. Lourdes Gómez Hernández.
La Casa local “Pater Noster” en la cosmopolita Ciudad de la Encarnación, Jalisco, para el servicio de la Pastoral, su Superiora la Madre Claribel Estrada Dichi.
Luego, la erección de la Casa local para estudio en Guadalajara, en la Parroquia de San Tarcisio de la Colonia Miravalle, como Superiora la Hna. Lucefina Coello Coello.
Y la erección de la Casa local, “San Pablo”, en México,D.F., en Tlalpan para la preparación académica de las Discípulas, como Superiora la Hna. Marlene Roque García.
Cómo viví este acontecimiento, esta Ceremonia? Mucho sol, mucho calor y a todos les pedí en la homilía ser imagen del Buen Pastor.
Qué signos de Dios veo en torno de este acontecimiento? Pues, veo yo el signo grande que aparece en esta fiesta: “El Buen Pastor nos necesita para hacerlo presente”. Por eso, así como el Buen Pastor brotó del seno de una Virgen, también nosotros al día siguiente debíamos partir para estar en el Tepeyac y desde ahí ser enviados como el beato Juan Diego a ser mensajeros o evangelizadores de Cristo a quien nos vino a entregar María, la primera evangelizadora de nuestra patria e imagen de una evangelización perfectamente inculturada.
Por qué otorgué esta aprobación diocesana? Dios me pedía afianzarla y no dejarla a la deriva, se había tramitado todo, entonces yo con la potestad de Obispo Diocesano y de Administrador Apostólico en ese momento, tuve la facultad para hacerlo así; yo veo que no me lo inspiró ni la carne ni la sangre sino el Pastor de los Pastores que reparte las tareas y las impulsa por obra del Espíritu Santo, para seguir adelante con la Obra del Padre a fin de promover su Reino.
Cómo es recibido por la Iglesia Diocesana esta noticia? Como todos los grandes acontecimientos de Dios, sin sensacionalismos, hay quien se remite a los frutos posteriores, ‘¿a ver que va a pasar?’ como diciendo “ya lo veremos, haber qué pasó, haber si no fue un propósito fallido”; sin embargo, así como los grandes acontecimientos de Dios no los alcanza uno a digerir o no los alcanza a divisar en toda su dimensión, todo lo grande, lo ancho, lo alto, lo profundo; como los grandes acontecimientos de Dios, así lo recibe también la Iglesia Diocesana y así se lo comuniqué al nuevo Obispo Diocesano a su debido tiempo, a Don José Luis Chávez Botello. Gracias a Dios, una persona con mucha experiencia en vida Religiosa y que será un aval, una garantía de que sigan el camino que el Espíritu Santo les ha trazado.
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