
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas
LUGAR DEL SEMINARIO: Entre cerros, piedras, peñascos y bella vegetación adornaban el terreno para la construcción del Seminario, adquirido con la participación decidida de Federico Luna, Ingeniero dueño del Fraccionamiento "Costa Azul”. Los Seminaristas tomaron posesión del terreno colocando un letrero que decía con letras grandes y hermosas "SEMINARIO"; pero luego surgió la interrogante: ¿Quién nos ayudará a construir la casa?
Desde luego que Dios, pero el no lo hará sin la colaboración de personas bondadosas, ya que sus oraciones van a Dios y su colaboración. El Padre Juvenal Porcayo Uribe, a la sazón
El terreno está ubicado en los límites de la primera sección del fraccionamiento Costa Azul. Por lo mismo no está lejos de la Avenida Costera "Miguel Alemán", cuenta con luz, agua y calle asfaltada. Hoy es calle Niños Héroes de Veracruz No. 54, Fraccionamiento Costa Azul.
El Seminario se llama del "Buen Pastor", nombre escogido por el Primer Obispo de Acapulco Monseñor José Pilar Quezada Valdés, en memoria del bien recordado Papa Juan XXIII, que encarna al Buen Pastor con solícito cuidado de los niños, de los enfermos, encarcelados y aún de los hombres que no pertenecen al redil de la Iglesia; además ha sido Pastor BUENO, nota característica de su persona.
EDIFICACIÓN EN EL TERRENO DEL SEMINARIO. El pabellón que primeramente se construyó es el que al presente utiliza el Seminario Menor, se construyó en dos etapas: la primera y segunda plantas, siendo obispo diocesano Monseñor José Pilar Quezada Valdés, dirigiéndola el Padre Julio Hernández Portillo; años después, la tercera planta, así como la habitación proyectada para el uso del Rector, siendo Ecónomo Diocesano, el Presbítero Blandino Barcenas Agatón.
Sucesivament
Siendo Rector el Padre José Arturo Nava Castillo se construyeron la Capilla del Seminario Menor y la Oficina del Rector.
Posteriormente, el actual edificio para la sección de filosofía; los cuatro pabellones para la sección de teología; en la explanada del seminario una unidad proyectada como biblioteca, que hoy es salón de usos múltiples. Finalmente la capilla del Seminario Mayor, y la capilla del Santísimo, junto al amate.
FINANCIAMIENTO DE ESTAS UNIDADES. Contribuyeron económicamente a la construcción de todas estas unidades: Instituciones como la alemana ADVENIAT, la mexicana AGERE, el Sr. Pablo Marcial, que deseaba cambiar el nombre de la Institución del Seminario. También los Gobernadores del Estado de Guerrero Rubén Figueroa Alcocer, José Francisco Ruíz Massieu y Rene Juárez Cisneros. Y por supuesto los aportes de nuestro pueblo. El costo de todo este conjunto, oscila entre los cinco millones de pesos. Quién realizó la mayor parte de estas edificaciones fue el Arquitecto Manuel Aviña Aviña.
EL ESCUDO DEL SEMINARIO Y SU DIVISA: El ingeniero Rafael Chávez profesor

Una vid joven y poderosa que destaca en el centro del escudo, manifestando su vitalidad en un ramito de uva que esta desarrollándose; en medio de la planta se yergue una espiga hacia el cielo, la planta de la vid tiene incrustado en el medio un dicotiledón, es decir una semilla en forma de un pez, que como signo de vida representa a Jesucristo, (IXTUS = CRISTO). La imagen está rodeada de la frase latina: SPES MESSIS IN SEMINE EST, que en español se traduce LA ESPERANZA DE LA MIES ESTA EN LA SEMILLA. Y quiere expresar la profunda convicción que la Iglesia Católica tiene en la fe que transforma el corazón de los jóvenes en potenciales de nueva evangelización. Por eso la Iglesia a través de los siglos ha dedicado especial esmero en la formación de nuevas generaciones. Se ha dicho incluso que el Seminario es EL CORAZON DE LA DIOCESIS, pues de él brota la sangre nueva que vivifica la pastoral y la dinamiza; y por eso mismo esta Institución es LA NIÑA DE LOS OJOS DEL OBISPO, que significan todo su desvelo pastoral. Sin un buen Seminario, toda diócesis ve seriamente comprometido su futuro.
LOS PADRES RECTORES. Los rectores del Seminario marcan épocas, imprimen su carisma en los jóvenes, y determinan la proyección que el Seminario alcanza en toda una región.
El Primero de todos ellos, y sin duda alguna el más ilustre: El Presbítero Doctor Rafael Bello Ruiz, quien ejerció su ministerio durante 10 años, de 1959 a 1969. Venía de ejercer como Profesor y director Espiritual en el Seminario de Chilapa, con una vasta formación que lo había llevado a Montezuma, Nuevo México, USA; Comillas, España; San Sulpicio, París; y la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma. De suave pero firme trato, como alumno había aprendido la disciplina, su ejercicio como profesor le habían dado la oportunidad de aprender disciplinar. Esas son las bases firmes sobre las que se cimentó el Seminario de Acapulco. Dejará la rectoría para ocupar la Vicaría Fija de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, después convertida en Parroquia de la Sagrada Familia, en la colonia Vista Alegre. Le sucede en el cargo el Presbítero chilapeño Antonio Jiménez Abarca., generoso benefacto
Hasta aquí, el seminario solo contaba como Menor, y será en Septiembre del año 1990, cuando se conforma el seminario mayor con un solo rector. Esta nueva época la inaugura el Presbítero colombiano, Doctor Carlos Guillermo Álvarez, de la Comunidad de Jesús y de María, también llamados eudistas, de Agosto de 1992 a 1995, etapa luminosa por el gran carisma
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