ESPIRITUALIDAD LAICAL DEL BEATO BARTOLOME DIAS-LAUREL
Pbro. Juan Carlos Flores Rivas
El Beato Bartolomé Días-Laurel fue parte de una reforma de la vida franciscana conocida como la descalsez. Y dado que no fue ordenado sacerdote, profesó como hermano lego, es decir es un laico.
¿Cómo era el clima espiritual de los Padres Descalzos franciscanos?
Los Descalzos fueron parte de un amplio movimiento de reforma de la Orden Franciscana en España conocida como la “Observancia”, por la fama e importancia de San Pedro de Alcántara, quien forma parte de este grupo, serán llamados también “alcantarinos”. Buscaban el seguimiento radical de Cristo, pobre y humilde, según el ideal de San Francisco de Asís, en el compromiso de una vida en comunidad, al servicio del hermano que sufre, de los enfermos, y en las misiones. Con una observancia estrictísima en la dependencia de los superiores, distinguiéndose por la importancia del hábito y andar descalzos, como signo de fidelidad al espíritu del Fundador.
Esta corriente renovadora dio grandes santos, como: San Pedro de Alcántara (+1562), de cuya penitencia y suavidad de espíritu hizo el más acabado elogio Santa Teresa de Jesús; San Pascual Bailón (1592), quien nos enseñó un gran fervor a la sagrada Eucaristía; San Felipe de Jesús, nuestro primer mártir mexicano Canonizado; y nuestro Beato Bartolomé Días Laurel.
¿Cómo fueron sus años de formación en el Noviciado?
A los 16 años es admitido en el noviciado del Convento de San Buenaventura en Valladolid (hoy Morelia, Michoacán).donde recibió el hábito por vez primera el 13 de mayo de 1615, de manos del Padre Fray Miguel Tolón.
Como san Felipe de Jesús, deja el convento, pero vuelve al año siguiente y es admitido como prueba de su intachable conducta.
Teniendo 17 años recibe el hábito por segunda ocasión el 17 de octubre de 1616, de manos del Padre Fray Alonso de Santa María.
En la flor de sus 18 años profesó como Hermano Lego el 18 de octubre de 1617 de manos del Padre Fray Antonio de la Cruz.
En 1880, el Padre Fray Rafael Ibáñez, "historia viviente" del Convento de San Francisco de Morelia, de 69 años de edad da su testimonio al Doctor Nicolás de León -quien lo puso por escrito de una tradición que tenía su origen en un connovicio de nuestro Beato: su maestro, para ponerlo a prueba, le señaló el humilde oficio de llevar la mezcla a los albañiles que construían una parte del Convento, y nuestro Bartolomé respondió con diligencia, cumpliendo lo que su maestro le mandaba.
¿Qué es un Hermano Lego?
En las comunidades religiosas, como es el caso de los franciscanos, hay religiosos que no son sacerdotes, son laicos, y se distinguen por el ejercicio de oficios ordinarios y manuales, en las faenas domésticas, sirviendo con alegría a los enfermos, o ejerciendo oficios mecánicos en beneficio de propios o extraños a la comunidad "a la manera que colaboran entre sí las hormigas y las abejas". Recorriendo pueblos y ciudades enseñando el catecismo a los sencillos. Esto era nuestro Beato laico Bartolomé.
¿Dónde y como ejerció su Apostolado Laico nuestro Bartolomé?
Ejerció su apostolado misionero como enfermero, catequista y servicial en México de 1617 a 1619; en Manila y su región, Filipinas, de 1620 a 1623; y en Nagasaki, Japón, de 1623 hasta el momento de su muerte en 1627.
Por el testimonio de quienes lo conocieron, sabemos que siempre fue incansable, trabajó en comunidad y se distinguió por su sapiencia en el ejercicio de la medicina.
¿Cómo fue su apostolado en Filipinas?
Siempre fiel compañero y servicial del padre Fray Francisco de Santa María, ejerció su apostolado como enfermero en el famoso Convento y Hospital de Nuestra Señora de los Ángeles y en las aldeas circunvecinas a Manila.
Con diligencia, resguardando en los enfermos a Jesucristo mismo, y esperando de él la retribución del cielo. En este humilde y caritativo empeño de servir a los enfermos, alcanzando la virtud propia de su estado laical, siendo ocasión de aprender bien el lenguaje japonés, enriqueciéndose del conocimiento de muchas enfermedades y medicamentos, que tanto le servirían después en el Japón para conquistar almas, sanándolas del morbo del error, mientras atendía a curar los males del cuerpo.
20. ¿Cómo fue su apostolado en Japón?
Siempre formando comunidad fecunda con el Padre Santa María y el catequista japonés Fray Antonio de San Francisco.
Vestido de japonés, atendía las necesidades de los fieles en medio de fatigas y peligros por los montes, en los bosques, entre las grutas, o por la ciudad y los pueblos. Empeñándose en la conversión de los paganos. Era el servicial y asistente del Padre Santa María, precediéndolo con el fardo de utensilios para celebrar la Santa Misa, y con los medicamentos para curar los enfermos, que había muchos por dondequiera que andaban. Gracias a su pericia del arte médica nuestro santo laico podía con menor peligro entrar en las casas y en los tugurios de los pobres y les suministraba con grande caridad y por amor de Dios la medicina a los enfermos, teniendo el empeño de confortarlos en la fe si eran cristianos o de catequizarlos si eran infieles, dando lugar al Padre Santa María para cumplir el resto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario