José Pilar Quezada Valdès -sentado a la izquierda- y Agustín Caloca Cortés -Sentado a la derecha- alumnos en el Seminario de Guadalajaraa
... "en la Iglesia conviven asnos, mulos y machos cabríos, algunos tan salvajes que se sienten deseos de matarlos, pero no es posible porque 'el Amo quiere recibirlos todos en buen estado'."
El Cura de Torcy a su colega de Ambricourt, en: "Diario de un Cura Rural", de Bernanos.

lunes, 21 de octubre de 2013

IN MEMORIAM: REVERENDO PADRE PABLO STRAUB, FUNDADOR DE LOS CONSAGRADOS DEL SANTISIMO SALVADOR.



IN MEMORIAM: EL REVERENDO PADRE ROBERT PAUL STRAUB, REDENTORISTA, FUNDADOR DE LOS CONSAGRADOS DEL SANTISIMO SALVADOR.
Pbro. Lic. Juan Carlos Flores Rivas

Ha fallecido hoy, Lunes 21 de Octubre de 2013,  a las 11.20 de la mañana en el Hospital Amerimed de Cancún, el Reverendo Padre Pablo Straub, redentorista, consecuencia de una embolia pulmonar. Había llegado a Cancún para realizar actividades misioneras. A la edad de 81 años, 60 de religioso redentorista y 55 de sacerdote.

El Padre Pablo Straub, C.SS.R., fundador y Superior del Monasterio Monte San Alfonso en Pie de la Cuesta, Guerrero, nació en Jamaica, Isla Larga, Nueva York, en Mayo de 1932, el segundo de cinco hijos de José Straub y Catalina Walsh, los cuales hijos de inmigrantes alemanes e irlandeses, lo llevaron a bautizar a la Iglesia Santa Mónica a los quince días de nacido. La abuela alemana, oyendo los gritos de su nieto, se permitió respirar una profecía: “Este niño viajará muy lejos y muchos oirán su voz.

Educado por religiosas humildes en la Escuela Parroquial San Ramón, hizo su Primera Comunión a los siete años y, a los catorce años de edad, entró al seminario preparatorio de las Misioneros Redentoristas, donde durante seis años cursó humanidades, idiomas y música.


El 2 agosto de 1953, en la Fiesta de San Alfonso María de Ligorio, se consagró totalmente a Dios con votos de pobreza, castidad y obediencia, en la Orden de los Redentoristas. De ahí pasó a Mount St. Alphonsus en el Valle del Río Hudson, para cursar, durante seis años, la filosofía aristotélico-tomista y la teología de su amado San Alfonso.

Fue ordenado sacerdote de Dios, en la Fiesta de su Patrona la Virgen del Perpetuo Socorro, 22 de Junio de 1958 en Mount Saint Alphonsus, Esopus, USA.

En el año 1960 sus superiores lo destinaron a América Latina. Ha laborado de misionero -alegre pregonero itinerante del Evangelio- durante 18 años en Puerto Rico, cinco años en el Perú y Colombia y medio año entre los callejones y casuchas de los más pobres en el Tundó, Manila, pregonando en el idioma filipino que: “la Familia que reza unida permanece unida”.

Los caminos del Evangelio llevaron al Padre Pablo también a la República Mexicana. En el año 1974 pasó cuatro intensos meses en las calles de Mexicaltzingo, D.F., predicando la Cruzada de Oración en Familia. Peregrinaba continuamente a la cima del Tepeyac; y, cada vez que sus labores apostólicas se lo permitían, iba los sábados por la tarde a Silao, Guanajuato, y de ahí caminaba de noche, los veinte kilómetros hasta el Cristo Rey en la cima del Cubilete.

Poco antes de las Navidades de 1974 el Padre Pablo, agotado y agobiado de muy fuertes labores apostólicas, vino otra vez de Puerto Rico a México; vino de peregrino. Fue en camión a Teotihuacán, llegando de noche para pedir alojamiento a una desconocida familia mexicana; al otro día ofreció la Santa Misa por la familia. Luego, orando en el corazón, se subió a la Pirámide del Sol. Hincó las rodillas de su cuerpo y de su alma y siguió hablándole así a Dios Padre: “Los aztecas, raza noble, no te conocían porque todavía no llegaban los Padres Franciscanos. Te ofrezco un Padre Nuestro por los aztecas y sus descendientes, para que los salves y los lleves al cielo.” Luego bajó de la Pirámide del Sol y, gozando de la presencia de Dios, caminó por la Avenida de los Muertos hasta subir a la cima de la Pirámide de la Luna. Se hincó y suspiró a la Reina del Cielo: “María, ...Virgen María, los aztecas no te conocían porque no habían llegado todavía los Padres Franciscanos. En su inocencia, en su ignorancia, te llamaban Luna. Te ofrezco la Salve por los descendientes de los aztecas, para que hasta el fin de los tiempos te honren.” De ahí caminó noche y día los 44 kilómetros al Tepeyac, para ofrecer en la Basílica la Santa Misa en honor a la Guadalupana, la Madre de todos los mexicanos.

De manera que, cuando en el año 1984 el Padre Pablo cayó en conciencia -por la palabra de sus superiores- que Dios deseaba la fundación de una nueva Orden Religiosa de personas contemplativas y misioneras, sabía en su alma: México es el lugar.

El 10 de Diciembre de 1989, funda los Institutos de los Consagrados y de las Consagradas del Santísimo Salvador de la Diócesis de Autlán, Jalisco, y es nombrado Superior General por Monseñor José Maclovio Vázquez Silos, Obispo de Autlán.

El 24 de Marzo de 1998, tiene lugar el Traslado Canónico de los Institutos de los Consagrados y de las Consagradas del Santísimo Salvador de la Diócesis de Autlán, Jalisco a la Arquidiócesis de Acapulco, con la anuencia de Monseñor Lázaro Pérez Jiménez, Obispo de Autlán, Jalisco, y la aceotación de Monseñor Rafael Bello Ruiz, Arzobispo de Acapulco, quien siempre tuvo en altísima estima al Padre Straub.


         Desde entonces el Padre Pablo, extendió su acción benéfica, junto con sus religiosas y religiosos hacia todos los confines de la Arquidiócesis de Acapulco y del mundo, construyendo al mismo tiempo un soberbio monasterio con vista a uno de los lugares más emblemáticos de Acapulco: Pie de la Cuesta. Muchas generaciones de chicos y chicas han pasado por esas casas de formación, y quiera Dios que continúe esa acción benéfica para bien de las almas.

El 1 de agosto del año 2003, se festejaron en el Instituto de las Consagradas del Santísimo Salvador el día de San Alfonso María de Ligorio, así como las Bodas de Oro del Padre Pablo por los cincuenta años como sacerdote misionero, y veinticinco años al servicio del sacerdocio del Padre Robert Paul Coleman.


El Padre Pablo, en los últimos meses había permanecido en recuperación de sus varias enfermedades en el Monasterio, pero en los últimos días emprendió su último viaje misionero que lo transportó finalmente a la Casa del Padre.

Del Padre Pablo escribe Juan José Belmonte Torres, reconocido periodista en Acapulco: "No puedo decir descanse en paz, porque no es alguien a quien recuerde descansando. Ojalá Dios le permita seguir haciendo su incansable labor entre los santos".

Descansa en paz, Padre Pablo.

SE ESPERA HOY O MAÑANA EL TRASLADO DE SUS RESTOS MORTALES A ACAPULCO, EN CUANTO EL MAL TIEMPO LO PERMITA, PARA SER VELADO Y POSTERIORMENTE SEPULTADO EN MONTE SAN ALFONSO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Unknown dijo...

mis condolencias para los hermanos y hermanas del monte san Alfonso,siempre lo recordare por su gran corazón.